SUBIDA CARBURANTES
La subida de carburantes deja sin margen de beneficio a la empresa gaditana
Estaciones de servicio, taxistas, transportistas privados y autoescuelas de la provincia comienzan a sufrir pérdidas y alertan de los efectos de un posible incremento prolongado
Los combustibles son un 25% más caros que hace un año, alcanzando su máximo histórico, lo que repercute directamente en la inflación de otros bienes y servicios
La escasa producción de petróleo y el aumento de la movilidad tras la pandemia son las principales razones, además de la incertidumbre geopolítica

Nunca había costado tanto llenar el depósito del coche . Según los últimos datos publicados por el Boletín Petrolero de la Unión Europea, el precio medio de la gasolina en España se sitúa en 1,538 euros por litro, su máximo histórico . ... Por su parte, el gasóleo aún no ha superado su récord registrado en 2012, pero mantiene su tendencia alcista y cada litro ya alcanza los 1,422 euros .
La Organización de Consumidores y Usuarios ( OCU ) advierte que los carburantes en España son hoy un 25,3% más caros que hace un año . Un incremento que no cesa, tal como constató Verónica Sánchez , periodista de LA VOZ, quien cifró en un 5% la subida actual de los combustibles de las principales gasolineras low cost de Cádiz respecto al precio marcado una semana antes .
Por su parte, el valor del barril de petróleo Brent –el de referencia en el mercado europeo–se ha situado esta semana por encima de los 90 dólares estadounidenses (93,48 tras el cierre del 4 de febrero) por primera vez desde octubre de 2014 y la previsión es que supere la barrera de los 100 este mismo año según el pronóstico de diferentes grupos de inversión de Wall Street. En el caso del Brent, el incremento diario roza el 2%. El precio del barril de crudo aumentó un 46,62% en 2021, un 18,12% en lo que va de año y más del 65% en el último lustro .
Coronavirus e incertidumbre
«¿Por qué está tan caro el combustible?» , es la principal pregunta que se hace el consumidor tras comprobar el valor de la gasolina o el diésel antes de repostar. Aunque muchos se animen a señalar hacia Rusia y su despliegue militar en la frontera con Ucrania, la tendencia alcista en el precio de los carburantes ya fue acuciante desde 2021, meses antes de la tensión en Europa por un posible conflicto armado. Desde luego, la presión generada por el Kremlin no ayuda precisamente a rebajar el precio, pero no fue su llama la que generó el fuego del incremento en los hidrocarburos.
Como viene siendo habitual en los últimos 24 meses, se repite una de las oraciones más habituales: «la culpa es del Covid-19» . Directa o indirectamente, la pandemia tiene su efecto en los combustibles. Durante 2020, ante la drástica disminución de la movilidad y el cese de la producción de las factorías , el Brent descendió más de un 20%, dejando por momentos el precio de la gasolina a niveles de finales del siglo XX.
La reactivación de la economía vino de la mano del aumento de la solicitud de energía . Esto choca con la política de escasez en la producción petrolera impuesta por la Organización de Países Exportadores de Petróleo ( OPEP ). La demanda actual supera a la oferta y, aunque la OPEP ha prometido incrementar su producción, ésta sigue siendo menor que antes de la pandemia.
Muestra de ello es Nigeria , principal país exportador de petróleo a España. Desde 2007 se mantenían en tendencia alcista hasta la llegada del coronavirus. En 2020 redujo su exportación a España en un 3,2% y, a su vez, en un 15,03% en 2021. En total, la OPEP cifra en un 45% la reducción de la exploración de petróleo nigeriano . Buena parte de la culpa la tiene la pérdida de casi 200.000 barriles de crudo cada día debido a intentos de saqueos en los oleoductos.
Según datos proporcionados por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos ( Cores ) y actualizados hasta el mes de noviembre, España importó 47.733 kt de crudo en 2021. Cifras muy por debajo de 2019 (66.303 kt) e incluso 2020 (54.855 kt).
La otra gran cuestión que surge en las estaciones de servicio es «¿hasta cuándo subirán los precios?» . A comienzos de la pasada semana, el Colegio de Economistas de Cádiz presentó su Informe de Coyuntura Económica Provincial 2021, en el que se detalla, entre otras cosas, que el encarecimiento de la energía ha representado un «factor desequilibrante en nuestra economía durante el segundo semestre del ejercicio». Para los expertos, «el reflejo directo de esta consecuencia se expresa en los niveles de inflación, medidos por la evolución del IPC» , que, al igual que los combustibles, mantienen una evolución ascendente.
Al respecto, mencionando la percepción de diferentes instituciones como el Banco de España y el Consejo General de Economistas, desde el Colegio subrayan la «amenaza del asentamiento de una inflación estructural en la economía española». Según las encuestas insertadas en el informe, el 62% de los economistas gaditanos considera que la tendencia inflacionista «no se corregirá durante 2022» , mientras que el porcentaje restante espera que la inflación sufra una corrección a la baja durante el presente año.
La energía, el transporte y la logística «han encabezado la subida de la inflación y, debido a su condición de sectores o recursos básicos o sistémicos, han provocado una traslación de estos incrementos a otros productos y servicios», explican. «Teniendo en cuenta que la provincia de Cádiz tiene dos pilares de crecimiento importantes en las exportaciones y el turismo , ambos sectores pueden acusar una pérdida de competitividad si no se logra reconducir los niveles de inflación », profundizan.
Por lo que instan a «afrontar el proceso inflacionista mundial» mediante «la adopción de medidas económicas dentro de la política monetaria de los bancos centrales de los países o áreas geográficas más importantes». En este sentido, durante el mes de diciembre de 2021, la Reserva Federal Americana y el Banco de Inglaterra han anunciado la subida de tipos de interés con el objetivo de controlar la tendencia inflacionista.
Asimismo, conviene recordar que –desde la reforma impulsada por el Gobierno de Sánchez– cerca del 50% del precio que se paga por los carburantes son impuestos . Circunstancia que mengua, aún más, el poder adquisitivo de los bolsillos de los gaditanos a la hora de pagar en la gasolinera.
Sin margen de beneficio
Lógicamente, esta situación también ahoga al empresario . Comenzando por el propietario de las estaciones de servicio, ya que el aumento del precio de los carburantes no se traduce en mayores ingresos.
Francisco Aguilar , nuevo presidente de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio, revela que «después de dos años de pandemia seguimos manteniendo un porcentaje de venta bajo y sin alcanzar los niveles anteriores», por lo que «el aumento del crudo no nos ayuda para nada».
En este sentido, Aguilar recuerda que «nuestro negocio vive de adquirir grandes volúmenes, por lo que de por sí siempre se trabaja con márgenes muy bajos . Cuando el precio aumenta, el margen casi desaparece y tenemos compañeros que lo están pasando muy mal, algunos en pérdidas y muchas estaciones de servicio han cerrado en los últimos dos años».
El sector de las estaciones de servicio vive inmerso en un periodo de transformación con el objetivo de obtener una descarbonización de las fuentes de energía y proyectar el uso de las renovables. No obstante, el combustible fósil sigue siendo el principal producto de venta en las gasolineras. «Estos carburantes están demonizados, por lo que nuestro futuro no era nada halagüeño antes del Covid ni ahora con la inflación . En este periodo de transición, muchos se pueden quedar en el camino», avisan desde la patronal.
«Con mucha preocupación» viven la situación taxistas. El combustible representa «el segundo mayor gasto que tiene un profesional durante el ejercicio de su actividad, después de la adquisición del vehículo», destaca el presidente de la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi (FAAT), Miguel Ruano .
La inflación no puede ser contrarrestada con una subida de los precios equiparable al IPC ya que el taxi «es un sector regulado con unas tarifas garantistas para el usuario y que necesitan la aprobación inicial de un Ayuntamiento y la supervisión posterior de la Junta de Andalucía». Este proceso puede durar, al menos, «casi medio año desde que se inicia», por lo que no se considera como una solución inmediata.
Para mitigar el gasto, los conductores «han cambiado su forma de trabajar», cuenta Ruano. De esta forma, «los taxistas han eliminado los movimientos en vacío» , es decir que permanecen en las paradas hasta que reciben a sus clientes. Esto minimiza el consumo, pero tiene la contraprestación de perder potenciales usuarios.
En el sector privado sí existe la manera de negociar y establecer nuevos precios, «el problema es que el transporte en camión y los viajes en autobús funcionan mediante acuerdos establecidos a medio y largo plazo, por lo que no son variables », indica Ángel Juan Pascual , presidente de la Cámara de Comercio de Cádiz.
El también consejero delegado de Viajes Rico SA, empresa de transporte de viajeros por carretera con más de un centenar de autobuses que se movilizan diariamente, señala el caso particular de la compañía que cuenta con «contratos para uno o dos años firmados con la Junta de Andalucía para los escolares y con otras empresas para trabajadores de Airbus o Navantia».
«Tenemos mucho menos margen» , afirma Pascual que reconoce que el problema tiene difícil resolución ya que «las empresas que contratan estos servicios cuentan con un presupuesto cerrado y es complicado que lo aumenten». A este nuevo conflicto se le añaden las consecuencias de la pandemia, que siguen siendo visibles en el transporte privado. «La recuperación es muy lenta y esto lo retrasa todo. Depende de a qué empresas compares, pero algunas están soportando pérdidas. Esperamos que el verano devuelva la alegría a la movilidad, pero son conjeturas ».
Asimismo, debido a la legislación vigente, la mayoría de las autoescuelas siguen empleando vehículos que emplean combustible fósil ya que la alternativa híbrida y eléctrica se suele componer de cajas de cambio automáticas, por lo que su gasto también se ha incrementado considerablemente por la subida de los carburantes.
«Venimos de una crisis sin precedentes y ahora el elevado precio de los combustibles está acabando con nuestra economía », relata Antonio Herrera Marrufo , presidente de la Asociación de Autoescuelas de la Comarca de Jerez. Llenar el depósito de alguno de los turismos de la flota supone invertir cerca de 80 euros. «Los costos no dejan de subir y nosotros somos microempresas», lamentan.
A pesar del incremento, el presidente de las autoescuelas jerezanas descarta subir, de momento, el precio de las clases prácticas. «Lo estamos manteniendo y lo soportamos como podemos, pero estamos muy mermados ». «Lo lógico sería que el Estado pensase en implementar ciertas ventajas fiscales a los profesionales que vivimos de usar el combustible o fomentar ciertas subvenciones», sentencia Herrera Marrufo quien comenta que la Confederación Nacional de Autoescuelas ya ha solicitado a la Administración que se trabaje para brindar una solución al sector.