TRIBUNALES

El exdirector de Salesianos: «No he sido profeta en mi tierra»

López Luna ha tomado la palabra por última vez ante el tribunal que decidirá si cometió o no abusos sexuales contra sus alumnos

MARÍA ALMAGRO

«No he sido profeta en mi tierra». Con estas palabras ponía fin Francisco Javier López Luna a las nueves sesiones del juicio que decidirá si cometió abusos sexuales y agresiones contra sus alumnos o, si por el contrario, todo es falso y ha sido fruto de un complot dirigido contra él, tesis que sostiene su defensa. Por ello, el subdirector del colegio Salesianos ha aprovechado su turno de última palabra y se ha dirigido al tribunal: «Llegué a servir. Me remangué y me puse al servicio de padres, alumnos y de toda la familia salesiana pero no he sido profeta en mi tierra», ha declarado de manera parca Don Javier, que se ha mantenido bastante nervioso en esta última sesión en la Audiencia Provincial de Cádiz.

Después de que ayer las partes presentaran sus conclusiones, este jueves era el turno de poner sobre la mesa los informes. El primero en hacerlo era el fiscal. Florencio Espeso ha explicado una a una las motivaciones legales que tiene que tener en cuenta la sala para condenar por abusos sexuales a Don Javier. En primer lugar ha negado que todo responda a un complot ya que, según ha destacado, no hay prueba de ello. De lo que sí hay constancia, ha remarcado, es de que los alumnos fueron víctimas de abusos aunque se dieran realmente cuenta de ello con posterioridad y en un principio se lo tomaran como juegos. «Es verdad que los niños no subían obligados pero es que no sabían las intenciones ocultas del director».

Para la Fiscalia esos juegos calificados como «raros» no encajan en ningún parámetro educativo posible porque «no es concebible jugar con los genitales de un menor o saltar encima y darle golpes». Reconoce el fiscal que existen dos bandos. Los que lo acusaron «que con ojos de 16 años no vieron todo aquello normal», y los que lo defienden, que aun negando que ese trato fuera con ánimo libinidoso sí admitieron que existió. Hechos como «palizas» o el «abrazo del oso» han sido vistos y participados por los menores que, como ha indicado Espeso, estaban de parte de López Luna. Tiene en cuenta además para defender esta línea argumental el testimonio que dieron los testigos mayores que aseguraron que antes de que estuviera el director, esas prácticas en el despacho no se hacían. Tantas visitas hubo que llamó la atención de los profesores que, como ha recordado el Ministerio Público, llegaron a plantear en una reunión ponerle freno a las faltas a clase que tenían los menores por ir a ver a Don Javier.

Sobre el testimonio aportado por el Subinspector salesiano, el fiscal ha llamado la atención de que «no se enteró de nada» y ha puesto en duda que sea de su agrado el supuesto sistema educativo puesto en práctica por el exdirector. Sobre el análisis pericial aportado por la defensa, ha sido contundente al considerar que no es una prueba con suficiente base para tenerla en cuenta en la causa. «Porque no tenga un perfil psicopático, ¿no puede cometer abusos deshonestos?», se ha preguntado y ha destacado que para elaborar dicho informe sólo se han tenido en cuenta las sesiones de entrevistas con el sacerdote pero no se han conocido sus antecedentes, visitado otros colegios, etc. Para el Ministerio Fiscal queda claro que Don Javier sí cumple con el perfil de un trastorno de sadismo sexual, es decir, una persona que se excita buscando el sufrimiento psicológico y físico del sujeto sometido. Según su versión, la única explicación de los hechos es de índole sexual.

(Habrá ampliación)

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