Inmaculada Ruiz Gené | Hermana Mayor de Las Penas
«Si en los cortejos no salieran mujeres, no habría procesiones»
La máxima responsable de la hermandad del Domingo de Ramos se estrenará con un itinerario inédito que les hará pasar por el Campo del Sur y el Pópulo
Inmaculada Ruiz Gené afronta su primera Cuaresma como hermana mayor de la Archicofradía del Pilar. La máxima responsable de la corporación del Domingo de Ramos asumió su nuevo cargo el pasado mes de noviembre. Su vida está unida a la cofradía desde que era pequeña ya que su madre es familia de uno de los fundadores, Miguel Sotomayor, y su padre también es hermano de Las Penas. Ruiz Gené ha formado parte de la junta de gobierno de la hermandad desde el año 2000, cuando se convirtió en la primera mujer en entrar en el equipo gestor de Las Penas . Ha desempeñado distintas funciones. En los últimos tiempos ha sido vicehermana mayor, por lo que su experiencia es un valor añadido para esta hermandad que aún trata de recuperar el pulso tras el período de comisariado que le dejó en su templo el Domingo de Ramos de 2014 . Ahora la situación no es fácil y este 2017 viene marcado por un hecho sin precedentes. Después de sesenta años la hermandad no podrá coger por Compañía y se ha visto obligada a cambiar su habitual itinerario.
–Ha tenido un estreno un poco agitado con el tema del recorrido... ¿han cambiado mucho sus obligaciones desde que es la máxima responsable de Las Penas?
–Todo este asunto en que nos hemos visto envueltos no ha sido la mejor forma de estrenarme pero es un tema que conocía porque ya antes había estado en las reuniones de acoplamiento. Aunque es verdad que fue difícil decirle a los hermanos que no se podía coger por Compañía . Todos lo han asumido y han entendido que no podíamos hacer nada más desde la junta. En principio no me supone más de lo que ya hacía porque siempre he acompañado al hermano mayor en todo lo de la cofradía. No he estado figurando sino que me he involucrado. Sí es verdad que ahora ocupa más tiempo, hay más reuniones y es más responsabilidad. No me planteaba asumir este cargo de forma tan repentina pero las circunstancias han sido así.
–¿Qué censo tiene la hermandad?
–Tenemos 333 hermanos. Hemos actualizado los recibos y los que no han querido ponerse al día pues se les ha dado de baja; el que no ha podido sigue siendo hermano. La idea es seguir creciendo. Siempre nos apoyamos en la parroquia de San Lorenzo y tratamos de hacer campañas de captación y se organizan actividades a través del área de juventud. El grueso de hermanos de toda la vida se mantiene aunque se produce un cambio en los chavales que un año quieren otro no. Aquí cuesta trabajo fidelizar, que la gente sienta la hermandad como algo suyo.
–Y en San Lorenzo comparte sede con nada menos que con otras 3 cofradías...
–En la parroquia somos cuatro hermandades y las cuatro tenemos un carácter muy distinto y nosotros aglutinamos más niños y quizá Afligidos. También es verdad que sí somos una hermandad que se ha transmitido a núcleos familiares que hemos ido formando parte de diferentes juntas de gobierno... En mi equipo ahora hay gente muy joven y tengo cuatro o cinco miembros que fueron del grupo joven.
–Su hermano (Manuel Ruiz Gené) es capataz general de la cofradía... ¿cómo lleva que toda la familia esté tan involucrada?
–Se lleva a ratos... mi marido es el mayordomo de la hermandad y mis padres son hermanos... a veces nos sentamos a comer y se dice ‘hoy no se habla de la cofradía’, pero quitando eso no hay ningún problema. El hecho de que tu familia se mueva en el círculo te facilita la labor porque todos formamos parte del mismo ambiente .
–¿Qué proyectos más urgentes tiene la hermandad?
–Nosotros ahora mismo queremos continuar con actividades formación, con el programa de formación del Obispo, también nos centramos en los temas de caridad con Cáritas de la parroquia ... A nivel patrimonial estamos centrados en la puesta en valor del archivo histórico de la Archicofradía. Pudimos recuperar unos libros del siglo XVIII. Toda la información cuando la Archicofradía fue desapareciendo también se perdió y ha habido que pagar para recuperarlo... ahora mismo el proyecto más gordo es la puesta en valor de ese patrimonio; el año pasado hicimos renovación de los hábitos y eso supuso un esfuerzo considerable y se terminó el bordado interior de las bambalinas del palio.
–¿Habrá algún estreno el próximo Domingo de Ramos?
–Este año estrenaremos el Simpecado que va también en base a lo que hemos encontrado del antiguo. La fase de tallado del paso del Cristo ya terminó. Quedan las cartelas, imaginería... pero eso nos gustaría empezar y no tenerlo que parar porque la cofradía tiene hipoteca y otros préstamos que tenemos que asumir. Cuando estemos más desahogados continuaremos con el paso del Cristo y el palio no nos vamos a meter en el bordado... hay que esperar un poco.
–¿Aún arrastra las consecuencias del comisariado y aquella Semana Santa de 2014 en la que no salieron?
–El 2014 fue un año muy triste porque a ninguna hermandad le gusta quedarse dentro el día de la salida y si te tienes que quedar que sea por lluvia. Fue una época desagradable. Se llega a eso porque no se hicieron las cosas como debían y si interviene la autoridad eclesiástica ellos tienen siempre la sartén por el mango y el hecho de que una hermandad pase por un comisariado pasa factura y tardas en recuperarte.
–¿Piensa que se ha normalizado la presencia de las mujeres en los cargos de responsabilidad de las cofradías?
–En mi hermandad y mi parroquia no he notado ninguna diferencia. Cada vez se ve más normal. Hay hermandades más reticentes, más clásicas que piensan que el papel de las mujeres dentro de las cofradías es la plancha... y sin embargo siempre ha habido grandes hermanas mayores en la sombra . Ahora somos nosotras las que constamos. Es un mundo mayoritariamente de hombres pero si en los cortejos no salieran mujeres, no habría procesiones en la calle . Es cierto que vamos más atrasados que en otros ámbitos de la vida.
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