DE UN DÍA PARA OTRO
En Selectividad cae la definición de «paja mental»
En la víspera de que los jóvenes gaditanos se jugaran su entrada en la Universidad recibieron una clase magistral y televisada sobre gastronomía cuaresmal, onanismo e irrelevancia política
Olona mira como Juanma Moreno Bonilla y Juan Espadas se saludan en el debate del lunes.
Es natural que se nos vaya la vista. El resto repite la eterna letanía de palabras manoseadas con alevosía desde 2010 por lo menos. El resto reza el rosario versión Aaron Sorkin. Primer misterio. Modelo. Productivo. Apuesta. Decidida. Hoja. Ruta. Cádiz. Potencial. Desaprovechado. Segundo misterio. Empleo. Fiscalidad. Compromiso. Corrupción. Alianza. Financiación. Autónomos. Pensiones. Reindustrialización. Tercer misterio. Inflación. Familia. Educación. Sanidad. Servicios. Verde. Propuesta. Moderación. Radicalidad. Climático. Pedro. El lobo.
Así como un murmullo masticado. Farfullado. Como en clase de meditación. Sin el menor movimiento. Sin el mínimo cambio . Sin evolución, involución ni revolución. Abandonad toda esperanza y votad de una puta vez. Sólo cambian nombres y lugares. Décimas de porcentajes. Beneficiarios de la propaganda en los medios. Apellidos de cargos y asesores. Normal que diga alguien «masturbación» y todos giren el cuello hasta precisar collarín. O «caza». O «toros». Y todos con los ojos en blanco, levitando. Diversión. Morbo. Anatema. Ya tenemos tema. Aunque carezca del menor interés. Aunque sean mentira o afecte a uno de cada mil. Dramas sin seguimiento (bueno, el primero, sí). Podrían desaparecer, ojalá, y ni cuenta nos daríamos.
Sirven palabras tan antiguas como las demás (¿algo más viejo que el onanismo y la depredación?) pero por contraste suenan fuerte y claro , nuevo. Así nos lleva VOX a los que gustamos de discutir sobre actualidad política, como ganado sumiso. Cada día pega algún berrido, un golpe de vara, y la manada queda con la mirada presa, fija. Eso le enseñamos a las nuevas generaciones (en minúscula) sobre estrategia política en la víspera de la Selectividad . En tiempos de política líquida e imperio de redes, es preciso llamar la atención. Como sea. Cualquier cosa menos la planicie, la duda, la flexibilidad, la negociación, la discreción, la sinceridad. Eso es de blandos. Es el impacto. Ni que dure un segundo en una lluvia de granizo. Busca otro. Y otro.
Onanismo y familia
En este juego perverso, en el que los más afortunados claman por su cruel persecución y los acomodados lloran una nueva queja cada día, resulta fácil caer. No sé si a los niños de diez años se les explica en Andalucía qué es la masturbación . Tiendo a dudar de todo lo que digan los exagerados. Si así fuera, yo también lo agradezco, Teresa . Esa libertad que los autoritarios piden para la endogámica educación de su prole también la respetarán en los demás, quiero pensar. Algunos preferimos que nuestros hijos tengan, a esa edad, una noción -cuanto más científica, didáctica y afectiva, mejor- de ese concepto y otros similares. Y no sólo en el colegio deberían recibir esa información. Las familias -que no son patrimonio del nacionalismo costumbrista y católico ya sea españolísimo, madrileñísimo, catalanísimo o euskaldunísimo- también tienen tarea que asumir en ese campo.
Los monstruos del parque
El problema -si lo hay, que parece que sí- no tendrá mucho que ver con el onanismo ni con extrañas «personas que se acercan en el parque». También hay que advertir a los pequeños de que pueden, suelen, acercarse en otros lugares. Cerrados . El conflicto puede residir, quizás, en que esa información sea insuficiente y deje un hueco que siempre existió en cada generación. Porque tal curiosidad, la sexual, es inherente al humano en su última infancia y adolescencia. Lo peor de este debate es que esa información que espanta a los espantados llegue a través de internet, donde el porno es una lluvia incesante 24 horas al día, 7 días a la semana, gratis, instantáneo, incansable.
Libertad, qué maldito nombre tienes
La masturbación parece la más inocente e inofensiva de las prácticas sexuales conocidas. Los oftalmólogos discrepaban en su momento pero ya rectificaron. Apenas se conocen casos de daños a terceros. Ni a segundos. Como mucho, puede afectar en primera persona. El caso, si lo hubiera, que parece que sí, estaría en la necesidad de potenciar, afinar y ampliar la educación sexual a esas edades. Muchos padres lo preferimos. Sí a los diez años. Podíamos discutir si a los nueve. Antes de que lleguen el chisme de patio y el porno. Porque si hablamos de tratar de limitar y regular la gigantesca pornografía (como sucede con esos toros que a ver cuándo acaban; con la carne roja que obsesiona a los rojos; con el consumo del alcohol ubicuo; con la caza que parece importar tanto no sé a quién...) resulta que estamos asaltando la sagrada libertad del ciudadano y el consumidor. Además del libre albedrío del empresario que impulsa estos sacrosantos servicios, la supervivencia de sectores enteros y miles de puestos de trabajo. Son fijaciones de rojos destructivos, puritanos por más que pajilleros.
Olona campeona
Así que la masturbación es intolerable en la formación escolar, como noción a transmitir pero de prostitución y pederastia nunca toca hablar ni en ese foro ni en otros. El truco es tan simple y efectivo, tan burdo y directo, que sólo cabe felicitar a Olona y a los suyos (muchos miles a partir del domingo): enhorabuena, aquí otro imbécil hablando de lo que ella quiere, cuando ella quiere y como ella quiere. El enfadado, el gritón, el histrión siempre se lleva la conversación al huerto, allí la deja maniatada y hace con ella lo que quiere. Macarena incluso obró el prodigio de que una feminista citara y recordara a un cancelado, aun maldito. Una fiscal del patriarcado glosando a un presunto criminal y genio , en contra de una mujer, hija adoptiva por más señas. Qué cosas. Teresa Rodríguez y Woody Allen. Dentro de una misma frase. De Rota a Brooklyn. Seguro que ninguno de los cuatro ha probado las torrijas de Juan Marín . Pobrecitos. No están a las cosas importantes, las cosas auténticas de Andalucía. Se dejan llevar por el estúpido anecdotario político.
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