Segunda Aguada: un barrio cargado de historia

Almudena del Campo

02/05/2022
Actualizado a las 14:16h.

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El barrio de Segunda Aguada está cargado de historia, ocupando un papel fundamental en la defensa de la ciudad en la batalla de la Bahía en 1808, así como en el posterior asedio francés entre los años 1810 y 1812.

La asociación de vecinos Avenida Segunda Aguada, desde su creación en el año 2007, siempre ha querido dar a conocer tanto a los residentes de este barrio como al resto de los gaditanos la historia de esta emblemática zona de la ciudad.

Como ejemplo, se ha preocupado de mantener, conservar, difundir y dar prestigio a la denominada batería de Segunda Aguada (situada en la plaza de Santa Ana y que data del siglo XVIII) a la que se han incorporado dos cañones descubiertos durante las excavaciones arqueológicas que se llevaron a cabo en el aparcamiento de Canalejas.

Esta batería es una de las cuatro situadas en el borde costero de la Bahía, junto a la del Romano, la de la Primera Aguada y la del castillo de Puntales. Fue reconstruida en el año 1755 por el ingeniero militar Ignacio Salas, manteniéndose operativa hasta principios del siglo XIX. Hoy es uno de los lugares más emblemáticos de este barrio, volcado en dar a conocer a sus vecinos su historia.

Sobre estos suelos también estaba el Hospital de la Segunda Aguada , «donde cientos de gaditanos salvaron su vida cuando la ciudad de Cádiz entró en una espiral de infortunios que todavía hoy se recuerdan (1793-1854)», tal y como reza la leyenda situada en la zona ajardinada situada cerca de la batería donde se exponen los dos sillares que daban soporte a las cubiertas del antiguo centro sanitario.

Éstas fueron rescatadas en las obras del aparcamiento subterráneo situado bajo la plaza de Segunda Aguada, donde se encuentra el centro Hermanas Mirabal que alberga múltiples entidades y asociaciones de la capital.

Uno de los retos de los vecinos, según comenta el presidente de la asociación, Antonio Peinado , es la creación de un ‘Jardín de la Historia’ en la plaza de Santa Ana, espacio en el que se ubica la batería, «donde mediante paneles se explique la importancia histórica de la zona de extramuros» entendiendo que con esta iniciativa «se potenciará el turismo en esta zona de la ciudad».

El proyecto se ha presentado al Ayuntamiento gaditano, «que ya ha colaborado con nosotros en la señalización de la batería y de los restos arqueológicos del hospital a la altura del parque de Varela».

Desde la asociación se fomenta a su vez el papel histórico de este barrio con la organización de múltiples eventos y actos como conferencias, exposiciones, tertulias, visitas guiadas, estudios del barrio, proyecciones y con celebraciones como el Día de los Monumentos y Sitios , celebrado el pasado 18 de abril, o el izado de la bandera de los Artilleros Voluntarios de Extramuros .

Además de estos actos, desde la asociación se promueve la participación de los vecinos en distintas actividades de carácter social, con convivencias culturales; festivas, con zambombas, portal de Belén y rey Melchor; deportivas, con clases de yoga, pilates y la agrupación ciclista; formativas, con clases de corte, confección y labores;y con la celebración de días especiales dedicados al Libro o al Medioambiente.

Esta asociación se creó, según explica su presidente, cuando un grupo de vecinos «nos manifestamos por el continuo paso de camiones con mercancías incluso peligrosas , por nuestra arteria principal y por las obras que se estaban ejecutando en nuestro barrio. Ante la desidia de nuestros gobernantes, que hacían caso omiso a nuestras peticiones, decidimos crear la asociación Avenida Segunda Aguada, dándole el calificativo de avenida debido a los problemas que presentaba esta vía principal del barrio».

Después de muchas protestas y manifestaciones por este motivo y, una vez inaugurada la nueva avenida de la Sanidad Pública, los camiones ya dejaron de pasar por Segunda Aguada. Como anécdota, Peinado asegura que «un día nos instalamos en la plaza de San Mateo durante unas horas y contabilizamos que pasaba de media un camión cada minuto ».

Por otro lado, los vecinos también reclamaron, desde que culminaron las obras del soterramiento, la reurbanización de varias calles del barrio ante la existencia de una serie de anomalías en infraestructuras que - a su juicio- son susceptibles de mejoras, principalmente en calles que están en mal estado y olvidadas. Es el caso de la calle Julio Rico de Sanz y Antonio Muñoz Quero, «con aceras estrechas y desgastadas, alfaltado denigrante, desniveles que provocan continuas caídas y sin elementos urbanos que mejoren su estética», afirma Antonio Peinado.

Asimismo, otro de los asuntos que reivindican es la necesidad de aparcamientos en un barrio con una alta densidad de población. Como solución han propuesto la creación de 200 plazas de aparcamiento en el subsuelo de los patios del colegio profesor Juan Carlos Aragón y del instituto Rafael Alberti , aunque no han obtenido respuesta.

Otra de las propuestas vecinales es que la avenida del Perú, entre la calle Amiel y la avenida de Portugal, se convierta en una vía de una sola dirección, colocando los vehículos en batería. Asimismo, plantean la disminución de las amplias aceras de la calle Amiel «para que los coches puedan aparcar también en batería».

Entre las posibilidades que se barajan para conseguir más plazas para los vecinos está a su vez el garaje municipal que se encuentra en los bajos de la plaza Real Hospital de la Segunda Aguada y centro social Hermanas Mirabal, «que permitirían ampliar de 120 a 134 plazas de estacionamiento».

Explica Peinado que este aparcamiento salió a la venta por parte de Procasa aunque solo se vendieron tres plazas. Ahora están a la espera de que -por parte de EMASA, que se ha hecho con las mismas- puedan ser en régimen de alquiler .

Aunque este barrio no cuenta apenas con problemas de carácter social, sí que han padecido durante seis años la okupación de uno de sus edificios, el conocido como La Corrala.

En febrero del pasado año 2021 se llegaba a una solución definitiva para los okupas de este inmueble situado junto a la plaza de Segunda Aguada.

Para los vecinos, que sufrieron durante seis años problemas de inseguridad por los conflictos que había entre los «inquilinos» de este edificio, supuso un «gran alivio» que por fin se llegara a una solución y a una salida pactada de estas personas.

Los vecinos esperan que lleguen nuevos residentes a esta zona de la ciudad que, según reconoce Antonio Peinado, « ha ido envejeciendo poco a poco, como en el resto de la ciudad ».

Considera muy necesario recuperar a los jóvenes que se han ido marchando de la ciudad hacia localidades vecinos por el alto coste de las viviendas en la capital.

La obra del soterramiento de la vía del tren a su paso por Cádiz supuso un antes y un después para muchos barrios gaditanos de la zona de Extramuros, entre los que se encuentra Segunda Aguada.

Cuenta con una estación propia que lleva el nombre del barrio dentro de las cinco paradas con las que cuenta el ferrocarril en el término municipal de Cádiz; Cortadura, Estadio, Segunda Aguada, San Severiano y estación central .

Tras la obra de soterramiento, llegó la nueva avenida Juan Carlos I (hoy avenida de la Sanidad Pública) que cambió la vida de muchos vecinos cuya única visión era la vía del tren. Vivían a espaldas de la ciudad. Desde su inauguración, la segunda arteria más importante de la ciudad está llena de vida, con nuevos negocios, nuevas viviendas y nuevos espacios públicos, caso del Jardín de los Cinco Continentes.

Muchos gaditanos recuerdan aún el famoso paso a nivel situado en esta zona de la ciudad, que - al igual que en otros puntos del país- han ido desapareciendo poco a poco ante su peligrosidad y riesgo en plena urbe.

Desde la asociación de vecinos valoran el cambio que han ofrecido tanto la obra del soterramiento, como la de la nueva avenida y la del Segundo Puente, situado muy cerca de este barrio. El más poblado de toda Andalucía, con 14.000 habitantes , según señala el presidente de la asociación de vecinos, Antonio Peinado, que se muestra muy orgulloso de lugar en el que reside desde hace años. «Es como una pequeña ciudad».

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