COFRADÍAS
Ruiz Gené: «El estilo debe marcarlo siempre la cofradía»
Es el capataz que más pasos saca a la calle en Cádiz; su respeto y saber estar le han otorgado ahora la confianza de la junta de gobierno de la hermandad de La Palma
Con alegría, emoción y mucho orgullo, Manuel Ruiz Gené ha asumido el martillo del Cristo de la Misericordia de La Palma. La designación le llegó hace solo unos días y él ha aceptado el reto con responsabilidad, agradecimiento y trabajo. «Pienso que las cosas no pasan por casualidad, todo tiene un por qué. En este caso he sido nombrado el Año de la Misericordia para el Cristo de la Misericordia y me llamó el hermano mayor el día del Corpus... todo eso son cosas que me dicen algo más», apunta.
El gaditano es consciente de la repercusión y la devoción de la imagen y a la vez se siente muy vinculado al barrio de la Viña y a la hermandad de La Palma. «Mi padre tenía una zapatería en la calle de la Rosa y desde que tengo 21 años estoy trabajando en esta misma calle. Conozco a la gente del barrio, empecé a montar en bici en la calle Pastora e hice la comunión en la parroquia de La Palma... aunque no he vivido aquí nunca pero me siento muy unido. Ahora, en mis manos se ha depositado la confianza de dirigir una cuadrilla que va a llevar sobre sus hombros la devoción de un barrio. El Cristo de la Misericordia es la devoción de la Viña que se plasma el Lunes Santo por Cádiz», explica con emoción.
Ruiz Gené es el capataz que más pasos saca a la calle en la Semana Santa Cádiz aunque por su carácter le resta importancia a esta realidad. «Se abren y se cierran puertas. Desde 2002 siempre he llevado dos pasos en Semana Santa. Tras el comisariado de Las Penas me encomiendan ser capataz de la cofradía y ese mismo año destituyen a los capataces de la Virgen de Lágrimas de Piedad y me dicen que yo me haga cargo. Al igual que eso, las juntas cambian, los criterios, o yo que siempre he sido honesto conmigo mismo, sé cuándo ha terminado un ciclo».
El nuevo capataz del Cristo de la Misericordia tiene las ideas muy claras a la hora de hablar de carga, un mundo que reconoce que le apasiona. «El estilo de carga no lo debe de marcar el capataz sino la cofradía. Yo tengo una manera de entender los pasos, cómo deben ir. Eso no quiere decir que sea una verdad absoluta pero las cofradías que me llaman saben las ideas que tengo. Entiendo que deben de ir de frente y con elegancia. Respeto todo, pero es mi manera. Y que siempre tengamos muy claro que arriba llevamos al Señor y a su Madre que son además la devoción de mucha gente y los Sagrados Tesoros de las hermandades. Es una asociación de cristianos que hace una catequesis plástica en la Semana Santa y nosotros somos lo encargados de llevarlo a la calle a nuestra forma y manera».
En este sentido, Ruiz Gené insiste en que ni capataz ni cuadrilla deben ser protagonistas de nada. «En todos los sitios cuanto menos llamemos la atención los que vamos debajo y delante, mejor que mejor, es que estamos haciendo las cosas bien. Si adquiero un protagonismo superior ya es que me estoy equivocando. Debería coger la puerta e irme o deberían echarme», afirma. Ruiz Gené considera además que en los últimos años se ha dado una evolución de la carga que ha llegado siempre de la mano de las hermandades. Defiende que ahora es mejor que antes porque gana el colectivo a lo individual aunque echa en falta algo más de entrega, compromiso y sacrificio.
Gestor de un grupo humano
Manuel nunca ha tenido una cuadrilla propia sino que ha trabajado con el grupo humano que ya estaba en cada hermandad. Cuenta además con personas que le siguen, que quieren estar con él en los pasos que lleva. «Nunca he pretendido ni pretendo tener una asociación ni una cuadrilla que lleve mi nombre, lo que he hecho ha sido ponerme al frente de la cuadrilla de los pasos que he portado. Siempre le doy sitio a los que ya están porque yo soy el que llego de nuevo». Manuel comenta cómo en cada hermandad se ha encontrado unas circunstancias diferentes. «He llegado a cofradías en las que no había nadie como me pasó en Buen Fin hace muchos años, a otras donde me he encontrado a tres, como me pasó en la Caridad y en otras como El Carmen con mucha gente, igual que en Trinidad y aquí (La Palma) espero que me encontraré a muchísima gente. Eso es señal de que el Cristo es lo que es. Serán la mayoría hermanos y cargadores de muchos años que van a seguir portando el Cristo porque no les importa quien esté delante».
La clave para que todo funcione es el respeto y la educación. «Yo a nadie le he pedido un curriculum de carga. Tengo claro que nosotros no somos los mejores de nada pero sí estoy seguro de que ésa cuadrilla es la mejor que se podía hacer ese año para ese Titular. Intento aplicar el sentido común y cuando hablo quiero que la gente me escuche y que haya respeto para que nos entendamos todos. Pido compromiso porque la penitencia se puede hacer de muchas formas, incluso no saliendo si es lo que más te gusta. Sacar un paso es un trabajo y yo soy el responsable, yo tomo las decisiones, escucho a todo el mundo pero decido yo y asumo el acierto y el fallo».
Ruiz Gené es un ejemplo de prudencia, templanza y saber estar. Conoce bien las distintas labores que se hacen dentro de una cofradía y apunta que «cualquier cosa relacionada con los pasos es menos trabajosa que pertenecer a una hermandad. Los que estamos en los pasos nos llevamos una gloria y un protagonismo que no tenemos porque si no hay gente que monte los pasos y que trabaje durante todo el año no podríamos poner los pasos en la calle».
Con la máxima ilusión, Manuel empezará pronto a trabajar con la cuadrilla que portará al Cristo de la Viña.
Una intensa carrera como capataz
Desde que nació en 1972, Manuel Ruiz Gené es hermano de la cofradía de Las Penas pero llegó al martillo en la hermandad del Prendimiento de la mano de José María Verdía. «Entonces me ofreció ponerme al frente del palio de junto con Manuel Terrada eso fue en el año 1999 y fueron seis años los que estuve en ese palio». De 1999 a 2005 sacó la Virgen del Patrocinio; en 2002 y 2003 palio de Buen Fin de Sentencia; Descendimiento en los años 2004, 2005 y 2006. También en 2005 sacó la Virgen de los Dolores de Descendimiento en la Magna Mariana. Entre 2005 y 2012 estuvo con Caridad de Las Penas donde regresó en 2015 y 2016 como capataz de la cofradía. Piedad entre 2007 y 2016 y la Virgen de Lágrimas desde 2015, siendo también capataz de la cofradía. Trinidad entre 2013 y 2016 y el Carmen desde el 2006.
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