INFRAESTRUCTURAS

La residencia Tiempo Libre cumple diez años como símbolo del abandono de la Junta

El enorme y estratégico recinto público fue cerrado, con la falsa excusa de un posible brote de legionella, el 14 de noviembre de 2007

Perfil del recinto que ocupa una zona primordial del Paseo Marítimo

J. L.

La Residencia Tiempo Libre , en pleno Paseo Marítimo de Cádiz, en la esquina más lucida de la supuesta milla de oro de una presunta ciudad turística, cumplió el pasado martes diez años de clausura . Diez años de cierre, sin uso ni actividad, sin futuro ni presente, s ólo con planes, con teorías , con suposiciones burocráticas que han desperdiciado un decenio entero, de 2007 a 2017, sin el menor causante de actividad, de riqueza, económica o cultural, siquiera administrativa.

El pasado martes se cumplieron los diez años desde que fuera cerrada con la excusa –considerada falsa poco después– de realizar una inspección por un presunto brote de legionella .

La Junta de Andalucía, aseguraba entonces que debía hacer vigilancias y obras pero lo cierto es que no tenía presupuesto ni voluntad para mantenerla abierta . La institución propietaria del inmueble, no quería seguir cargando con estas instalaciones, cuya reforma obligaba a una inversión millonaria que le resultaba imposible o indeseable. La administración regional ha anunciado desde entonces un s infín de iniciativas que nunca han llegado a convertirse en acto alguno .

Desde un conjunto de edificios de oficinas y hosteleros, hasta sacar a concurso público la manzana para vender el solar . Muchos anuncios reconvertidos en titulares de prensa que han terminado en nada, mientras se rechazaban, uno tras otro, planes más o menos especulativos, propios de empresas privadas, para levantar desde hoteles hasta un centro comercial.

Uno de los proyectos más recordados en esta década desperdiciadas corresponde al empresario José Manuel Pascual , que lanzó un fuerte órdago a la Junta a mediados en febrero de 2015 para explotar el hospital militar de San Carlos de San Fernando (por entonces sin su actual uso público). Pascual, dueño del mayor emporio de sanidad privada en Andalucía gracias a la colaboración de la Junta, puso sobre la mesa un importante plan para hacerse con la gestión del San Carlos a cambio de varias contraprestaciones, entre ellas, la apertura de un hotel en Tiempo Libre y otro, en el Campo de las Balas .

El delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz defendía tiempo después (hace dos años) que la intención de la administración regional es facilitar la venta de este inmueble . Para ello se contaría con la colaboración del Ayuntamiento de Cádiz. En este sentido, Fernando López Gil –en el cargo por entonces–indicó que habrá absoluta lealtad con el Consistorio gaditano para sacar adelante esta inversión .

Han pasado dos años, con ocho anteriores, y de la lealtad no se ha obtenido ningún acto concreto . Durante todo este tiempo, diez años, cada vez que se ha anunciado algún cambio administrativo, nunca se ha descartado su total demolición y reconstrucción. Es una obviedad pero supondría casi otra década de trabajos en una zona de máxima excelencia teórica en el perfil playero de la capital gaditana .

La Junta ha intentado sin éxito y durante esta década reflotar el edificio con nuevos usos , pero el alto coste que implicaba su rehabilitación descartó cualquier obra . La residencia de Cádiz cerró sus puertas el 14 de noviembre de 2007 tras detectarse ese –nunca demostrado– foco de legionella. Desde entonces, el inmueble, aunque con vigilancia, ha estado abandonado.

La propia administración regional elaboró en 2009 un proyecto para abrirlo de nuevo , pero el entonces consejero de Empleo, Antonio Fernández, se vio obligado a tirar la toalla, debido al coste, y apeló a la entrada de la iniciativa privada . Actualmente, el culebrón del Tiempo Libre está a la espera del enésimo proceso burocrático, en este caso que la Junta actúe tras el cambio de uso derivado del Pleno respecto al uso de la manzana.

Las personas que podían hacer uso de esas instalaciones en su época de apertura eran trabajadores públicos, así como las familias más desfavorecidas y con escasos recursos . En la década de los 90, cambió el perfil de los usuarios. Las mejoras sociales y laborales llegaron a las familias y desapareció la capa social de familia humilde en favor de las clases medias ligadas al funcionariado .

La residencia Tiempo Libre cumple diez años como símbolo del abandono de la Junta

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