«El querido farmacéutico de Guillén Moreno no pudo resistir»: dolor en Cádiz por la muerte de Alfredo

LA VOZ

19/06/2020
Actualizado 20/06/2020 a las 13:58h.

Un golpe muy duro para el gremio de Farmacia en la capital gaditana. Este viernes, fallecía A. D. D, auxiliar de farmacia de 64 años que había sido contagiado por coronavirus en los primeros días del Estado de Alarma (mediados de marzo) y que esta misma semana abandonaba la UCI del Puerta del Mar para pasar, en estado muy grave, a la UCI convencional, la que ocupan los no contagiados. Finalmente, no ha podido superar la enfermedad , que le había dejado secuelas físicas de gran complicación.

Muy conocido por su trabajo en la botica de la avenida de San Severiano , referencia en la zona de Guillén Moreno , ha estado atendido en la Unidad de Cuidados Intensivos durante más dos meses. Tras haber quedar libre del virus, según confirmaron varias pruebas consecutuvas, fue trasladado a planta el pasado miércoles. Pero las secuelas eran significativas y no ha podido recuperarse. Deja mujer y dos hijos. Su familia también sufrió el contagio en marzo pero pudo superar la enfermedad sin repercusiones físicas graves.

La noticia ha causado estupor y mucho dolor tanto en el colectivo de Farmacia en Cádiz como en la zona de Guillén Moreno en la que era muy popular por la generosidad y entrega con la que realizaba su tarea diaria . El caso de A. D. D. confirma que la enfermedad sigue siendo muy peligrosa incluso cuando se ha superado, porque es muy dañina para los pulmones y otros órganos vitales. Muchos gaditanos, tanto vecinos como colegas, además de familiares y amigos, han estado pendientes de su evolución, que desgraciadamente ayer acababa en fallecimiento

Muchos de los habituales de la farmacia de la avenida de San Severiano afirman que era uno de esos trabajadores que sabe de memoria qué recetas arrastran sus veteranos clientes , qué achaques tienen los asiduos o qué precedentes acumulan sus tarjetas sanitarias. El finado era conocido por ser de los que siempre tenían un consejo de buenos hábitos sin temor al saco roto, una frase clara sobre la mejor hora para tomar esto y aquello, sobre cuándo volver al médico o a la botica. De los que se saben los nombres de todos y de lo que necesitan . Especialmente de los mayores, los pensionistas y jubilados, los puretas, los viejos , los más afectados por la epidemia más grave que ha vivido España en muchas décadas.

El valor de su labor diaria se multiplicaba un barrio de esos en los que el paro, el trapicheo, el fracaso escolar, la adicción, el embarazo precoz y la violencia familiar se contagian con más velocidad que en otros sitios.

A. D. D. era el alma de un establecimiento con una denominación doblemente confusa : por un lado, su epígrafe comercial reza que es farmacia-estanco. Por otro, está en una avenida cuyo nombre oficial, San Severiano, nadie usa porque está en una zona conocida como Guillén Moreno. Alrededor del 15 de marzo, según los que le han tratado, sufrió el contagio. Todo apunta a que se produjo trabajando.

En esos días, el acopio de medicinas multiplicó la labor en las farmacias gaditanas. Mantenía en esas fechas su espíritu de siempre, orquestando la atención y la ayuda desde el mostrador. Con un leve sobrepeso, sin malos hábitos de salud, sin cumplir aún los 65 años, activo, sano, sin enfermedades previas , tenía poco que temer. Sin embargo, desarrolló desde los primeros días (finales de marzo) la vertiente más grave de la enfermedad y no pudo abandonar la UCI de Covid-19 hasta el 17 de junio, para pasar a la UCI convencional en estado muy grave. Su mujer, propietaria y dependiente del estanco contiguo, sufrió el contagio casi a la vez , como sus hijos o compañeros, de su propia farmacia. Con más o menos sufrimiento, resistieron la enfermedad. Con una o dos semanas de postración, con alguna secuela que va remitiendo, en casa o con visitas al hospital, con miedo, pero lo superaron. El caso de A. D. D. se complicó desde el principio.

Su sistema inmune entró en una alerta tan gigantesca que se convirtió en una amenaza constante para sus pulmones y otros órganos vitales. «Es difícil de explicar, es como si el cuerpo se atacara a sí mismo, por todas partes, a todas horas, es como una inflamación total», relata un colega para tratar de resumir lo que les ha ido transmitiendo el equipo médico. La reacción más grave entre las observadas en pacientes de Covid-19 se cebó con su organismo sin que nadie haya descubierto aún porqué sucede en unos casos sí y, en otros, no. Empeoró rápidamente y finalmente falleció.

Las redes sociales se han llenado de comentarios recordando al gaditano, muy querido y conocido en la ciudad. La noticia de su fallecimiento ha causado gran estupor y muchos ciudadanos han dejado mensajes de apoyo y ánimo a la familia.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate

Si ya estás registrado, inicia sesión

Más temas:

Ver comentarios