SUCESOS

Preocupante repunte de robos en Cádiz

En las últimas semanas numerosos establecimientos de la capital han sido objeto de estos hurtos, la mayoría obra de delincuentes habituales. El último, un restaurante chino en la Avenida

Uno de los establecimientos, objeto de los últimos robos. A. VÁZQUEZ

M. ALMAGRO

En una ciudad tan tranquila como Cádiz el hecho de que en apenas dos semanas se produzca un rosario de pequeños robos causa cierta alarma. No son hurtos de gran importancia ni obra de bandas organizadas expertas que actúen con un 'modus operandi' de manual, sino en la mayoría de los casos tras estos 'palos' se esconden delincuentes habituales , mucho de ellos toxicómanos, que actúan a la desesperada rompiendo escaparates, forzando puertas, reventando cajas registradoras para llevarse lo primero de valor que encuentran e ir en busca de su dosis de droga diaria.

Para muestra de que este incremento se está produciendo basta con repasar los datos de los últimos dos días y las denuncias presentadas en Comisaría. Es el caso por ejemplo de la tienda de alimentación La Viña del Corralón de los Carros, donde de madrugada entraron reventando la puerta del local y se llevaron 250 euros que había en la caja. Lo mismo ocurrió en el bar Joselito de la calle Gaspar del Pino donde, tras forzar la persiana, sustrajeron de la caja 495 euros. También lo intentaron en la peluquería El Corralón, en la calle Martínez Campos. Allí produjeron daños a la puerta. O en la Autoescuela La Galeona, de la calle Encarnación donde, esta semana, revolvieron todo el centro y robaron tres tablets.

Otro de los establecimientos, objeto de uno de los robos.-A. V.

Y la mañana de este viernes , la Policía acudía al aviso de otros nuevos robos. Uno de ellos, en el restaurante chino de la Avenida Ana de Viya y otro, en un establecimiento de Muñoz Arenillas.

A estos se suman más. La madrugada del jueves la víctima fue el bar Rosario, de la calle que le da nombre, el bar El Callejón, y el martes, la peluquería canina Zoogades en el barrio de Bahía Blanca. Allí destrozaron el escaparate y revolvieron todo el interior. Los ladrones accedieron al local por la fuerza mediante una tapa de alcantarilla que estrellaron contra los cristales. Se llevaron la caja registradora con 350 euros, pipetas antipulgas y pienso para gatos. El dinero, precisamente, estaba en caja para abonar el alquiler del local.

La semana anterior el robo se produjo en la pastelería La Marina en la Plaza de San Juan de Dios . Un hombre encapuchado entró y, a pesar de que las empleadas lo vieron e intentaron impedirlo, se abalanzó hacia ellas y cogió la caja registradora del local. A los días este vecino de Santa María fue detenido, puesto a disposición judicial y enviado a prisión.

Según fuentes consultadas la mayor parte de estos robos con violencia son ejecutados por delincuentes comunes con amplios historiales delictivos en su haber y que actúan de manera desesperada para conseguir lo que sea, venderlo y tener dinero para poder comprar y consumir, normalmente, papelas de rebujito (cocaína con heroína). De ahí que por ejemplo hayan robado garrafas de aceite recientemente de una gasolinera también de la Avenida, o sea habitual que se lleven quesos y otros embutidos de tiendas de alimentación por la zona de Guillén Moreno y Cerro del Moro.

El barrio de La Laguna ha sido otra de las zonas de la ciudad donde también sus comerciantes han sido víctimas de estos pequeños robos. De uno de estos establecimientos se llevaron, entre otras cosas, un ajedrez. A los días el propietario lo descubrió expuesto para su venta en el escaparate de una tienda de segunda mano. El ladrón había logrado 'colocarlo'.

La Policía se encuentra investigando todos estos robos y sospecha que tras ellos están las mismas personas ya que la forma de actuar es similar en todos los casos. Se podría dar incluso la circunstancia de que estos delincuentes hayan salido hace poco de prisión y, de nuevo, su reinserción hayan fallado.

Además no pasa desapercibido tampoco que desde hace años los sindicatos policiales vienen alertando de la necesidad de ampliar el número de efectivos en la ciudad. El traslado de detenidos a los calabozos de San Fernando, la continúa custodia de presos en los juzgados, los viajes para la devolución de inmigrantes, y otros servicios obligatorios a los que los agentes tienen que hacer frente a diario, hace que en ocasiones estas ausencias de las patrullas en las calles sea aprovechada por los amigos de lo ajeno.

Preocupante repunte de robos en Cádiz

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