Cádiz
Podemos y PSOE repetirán curso
Gobierno local y socialistas recaen en el cruce de reproches que aleja el acuerdo
Las críticas a la visita realizada al túnel bajo Navantia y la posterior respuesta han sido la enésima excusa
Ni la tregua tradicional que marca el verano, con su sordina oficial y administrativa. Ni una sesión plenaria menos convulsa para cerrar el curso . Ni acuerdos aislados como en el caso del carril-bici. Nada parece reconducir, calmar siquiera, la relación entre el gobierno municipal de Cádiz (Podemos-Ganemos) y los socialistas de la Junta, la Diputación o el Ayuntamiento.
Cualquier excusa sirve para crear un roce y cualquier roce sirve de excusa para sacar la lista de agravios que siempre concluye con el mismo resumen: «El PSOE boicotea la labor del gobierno municipal».
El último ejemplo, el episodio que actualiza un división permanente, lo ha protagonizado la alcaldesa accidental de Cádiz, Ana Fernández . Criticó que los dirigentes socialistas montaran una visita a las obras del túnel que conectará la carretera industrial con la nueva terminal de contenedores, bajo Navantia. Aseguró que se trataba de una «burda maniobra de propaganda».
El delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía, Fernando López Gil, ha vuelto a entrar en la gresca. Y el Ayuntamiento de Cádiz a contestar. Con este intrascendente intercambio de golpes se llega a una conclusión que tiene más trascendencia en la política local: el distanciamiento entre el segundo y el tercer partido más votado (Por Cádiz sí se Puede y PSOE, respectivamente) marcará el segundo año de mandato municipal. A pesar de que los socialistas permitieron que José María González fuera nombrado alcalde, el entendimiento que pondría fin a la parálisis municipal, que permitiría sacar adelante todos los proyectos e iniciativas, sigue igual de lejos.
La influencia de la política nacional es evidente. Sin Gobierno ni alianzas en Madrid, nadie siente la obligación de acercarse
La influencia de la política nacional en la periférica es evidente. Sin gobierno ni alianzas en Madrid, las formaciones en las provincias se sienten sin obligaciones para acercarse o distanciarse, para imitar o reproducir esas relaciones de poder.
Socialistas y gobierno municipal terminan todas sus declaraciones críticas con referencias a la puerta abierta y a la posibilidad de firmar algún tipo de acuerdo, de paz, al menos.Pero a la jornada siguiente vuelven al reproche y el ataque permanente .
Sirve como ejemplo, entre un centenar, que Ana Fernández acuse a la Junta de buscar «un enemigo exterior» para ocultar la incapacidad de la Administración andaluza de llevar adelante el proyecto de la Ciudad de la Justicia en la capital. La alcaldesa provisional se pregunta que si cuando López Gil habla de «falta de generosidad» del Ayuntamiento gaditano con la Administración andaluza «alecciona poniendo como ejemplo los 15.000 euros que aportó la Junta de Andalucía a un evento de la importancia y repercusión de la Regata de Grandes Veleros ».
La también concejala de Presidencia defiende que cuando el proyecto es de interés para Cádiz y se ajusta al modelo de ciudad que tiene el equipo de Gobierno «este Ayuntamiento ha dado sobradas muestras de colaboración, de lo que López Gil define como generosidad, siempre que primen los intereses de la ciudad sobre cualquier otro tipo de interés». Así, cita como ejemplo la operación para desbloquear Valcárcel , en la que el Ayuntamiento aporta unos terrenos en el Campo de las Balas , para que la Universidad de Cádiz pueda instalarse en el antiguo Hospicio y se mantenga el proyecto hostelero que lo haga viable. «Una cesión de terrenos sin la que el proyecto de instalar la Facultad de Ciencias de la Educación y junto a ella un hotel en los terrenos de Valcárcel sería imposible», reprocha Fernández. La alcaldesa accidental se pregunta «qué entiende López Gil por generosidad, si los 15.000 euros que aportó la Junta a la Regata, los 10.000 que puso Diputación o el cobro del canon por parte de la Autoridad Portuaria».
Fernández cree que la Junta sigue tratando de distraer la atención de sus incumplimientos en Cádiz señalando a otros como culpables. Así, recuerda que el caso de la Ciudad de la Justicia no es el único, y pone como ejemplos los seis años que permaneció cerrado el Teatro Romano, la situación por la que atraviesa la Escuela de Hostelería desde hace tres, el proyecto de nuevo hospital o la situación de la Residencia de Tiempo Libre , cerrada hace casi una década. Como remate, vuelve al reproche principal, al conflicto que provoca cada anécdota: «Seguro que [los socialistas] se refieren a la actitud del PSOE de Cádiz en el Ayuntamiento de frenar por todos los medios cualquier iniciativa o tratar de apropiársela».