Pedro Sánchez desnuda la quiebra del PSOE de Cádiz
El rechazo local al «golpe» de Susana Díaz acelera un movimiento para relevar a Fran González y que los socialistas sean aliados municipales de Podemos
A veces, las cosas no son lo que parecen. En la asamblea local convocada el pasado miércoles en la sede gaditana del PSOE para rechazar la abstención ante Rajoy, el exconcejal Luis Ben llegó al salón con otro antiguo edil, el celebérrimo Federico Pérez Peralta , del brazo. Ambos son los impulsores de una candidatura alternativa a la Secretaría General Local, es decir, de una lista para obtener el control del partido en Cádiz y defenestrar a Fran González, actual responsable orgánico y portavoz municipal.
Es una intención conocida, pública, con muchos meses de trayectoria. Esa lista, aún por formar, estaría encabezada por Luis Ben, aunque cabe la pequeña posibilidad de algún cambio, de que haya otra persona que ponga rostro al primer lugar de la papeleta. Quedan muchos meses para pensar en los detalles y la estrategia. Ambos, Ben y Federico Pérez Peralta han mantenido durante todo este año frecuentes contactos con los dos asesores más influyentes del alcalde de Cádiz, José María González. También son públicos. Además de las reuniones más formales, se dejan ver a menudo juntos por el centro. No hay motivo para ocultarse.
A veces, las cosas no son lo que parecen. El resto de las veces, sí.
Sus encuentros tienen una justificación: la prioridad política de todas las partes (Ben, Pérez Peralta y Podemos en Cádiz) es la misma. Tanto los aspirantes a dirigir el PSOE local como de los dirigentes municipales quieren impulsar un derribo democrático de Fran González. Están en total desacuerdo con su labor política. Creen que está centrada en boicotear a los nuevos responsables municipales, en hacerles caer para ponerles zancadillas.
El actual portavoz –entienden esas dos partes del diálogo– es un obstáculo para propiciar un acercamiento entre el PSOE y Podemos en el Ayuntamiento de Cádiz. El gobierno municipal y los dos partidos que lo sustentan consideran que los socialistas han bloqueado todas sus iniciativas por decisión directa del actual portavoz y secretario local. Creen que ha sido el peor enemigo político en San Juan de Dios a pesar de que propició la llegada de González Santos a la Alcaldía en el Pleno del 13 de junio de 2015. Le tienen mayor rechazo que al PP, al que daban por descontado y amortizado como diabólico enemigo. Marta Meléndez, candidata y portavoz socialista en el Ayuntamiento justo antes de Fran González apoya a Luis Ben y Pérez Peralta a una prudente distancia. Su condición de investigada y lo reciente de su paso por el Ayuntamiento desaconsejan que tenga una participación más activa, por mucho que sienta una enorme y pública animadversión por Fran González.
La candidatura de Luis Ben y Pérez Peralta tiene como una de sus principales líneas políticas el acercamiento a Podemos, hasta el punto de contemplar la entrada en el gobierno local. Para que esa situación se diera, en teoría, deben pasar muchos meses. De ahí que el plan se haya acelerado.
El calendario de la hipótesis
Los promotores de esta lista alternativa en el PSOE han aprovechado la tremenda crisis orgánica nacional que vive el partido para tratar de recortar los plazos. Tienen un buen motivo para unir los dos procesos porque el mayor inconveniente para pasar de esta teoría política a la práctica del relevo es el tiempo. Si el cambio político en el PSOE local no se plantea –como parece– hasta finales de 2017, sólo quedarían por delante unos 15 ó 18 meses de mandato municipal.
A esas alturas, con las elecciones locales –según el calendario teórico– en primavera de 2019, a Podemos podría interesarle menos la alianza. Ya se sabe que las coaliciones políticas empiezan a molestar justo unos meses antes de volver a las urnas.
La crisis nacional debe acabar en un Congreso Federal que designe nuevo secretario general para toda España. Es un paso previo obligado para que se convoquen, en cascada, el Congreso Regional, el Provincial y, por fin, el Congreso Local. Cuanto antes se haga el primero, el estatal, el que piden los sublevados contra Susana Díaz, contra la abstención a Rajoy o el «golpe» interno a Pedro Sánchez, antes comenzarán los demás. Acelerar el proceso a nivel federal conviene a todos los que quieren resolver en discrepancias y relevos a escala local, provincial o regional.
Este movimiento que se produce en la ciudad de Cádiz se puede ver igualmente en centenares de agrupaciones socialistas de distinto tamaño, por toda España. De pronto, el Pisuerga pasa por Ferraz. En cualquier caso, en el más optimista de los casos para los que quieren cambios en el PSOE desde dentro, parece impensable que el debate del relevo local se produzca oficialmente antes de verano. Por más revuelto que ande el PSOE y por muy pronto que se convocara el Congreso Federal, resulta muy difícil pensar que las otras tres citas se celebren en apenas seis meses. Va contra la lógica. Eso sí, dados los últimos acontecimientos imprevisibles, nadie puede descartarlo de forma absoluta. La lógica está en desuso
El estado de tensión colectiva que viven los socialistas en toda España aconseja prudencia. En la reunión del pasado miércoles en la sede local –la que aprobó por abrumadora mayoría (80 de 86 votos) el pronunciamiento de rechazo frontal a Susana Díaz y los barones, a la abstención y al retraso de congresos y primarias– se vieron escenas que lo demuestran.
Un exconsejero de la Junta y expresidente de la Diputación, Rafael Román, llorando, vestido de negro, denunciaba «un golpe», un complot organizado por de poderes económicos y políticos contra el PSOE o un clásico del PSOE provincial como Francisco Menacho aguantaba exabruptos y desaires por parte de veteranos militantes.
Todo, ante la mirada del líder local, Fran González, y de los que quieren que deje de serlo cuanto antes.
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