Con 'C' de Cádiz
«El paro nos ha llevado a cumplir nuestra ilusión de siempre»
Las hermanas Encarni y Rosa Delgado abren una boutique en la que rebosa tanto el buen gusto como la simpatía de dos emprendedoras que nunca cerraron la puerta a un sueño
Encarni y Rosa Delgado se han hecho con la moda de la plaza Asdrúbal y no llevan ni un mes como empresarias. La antigua plaza de toros es un carrusel de niños, columpios, funcionarios y clientes de los distintos bares de tapas que ... concurren en una zona familiar y que desde hace no hace mucho tiene también su propia boutique de moda femenina. Dos hermanas tienen la culpa de que entre tapas, balones, niños y cervezas se cuelen vestidos y complementos de una moda que va como anillo al dedo a la entretenida clientela que atesoran los bares de alrededor.
Conocen bien el barrio. Encarni vive en Gabriel Matute (o como quiera que se llame ahora) y Rosa en la calle Parlamento. Ambas estudiaron en San Vicente de Paúl y controlan la zona a la que ahora quieren darle un toque chic y desenfadado.
'Topatí' reúne vestidos para chicas desde los 16 años a señoras de mayor edad que gustan vestir con elegancia y a la moda. El local, que habitualmente ha acogido a multitud de bagueterías, ha sido reformado y adaptado con la frescura y formalidad que demanda una boutique fresca y cercana. El color blanco invade las paredes de la misma forma que lo hace la simpatía que desbordan las hermanas Delgado, que no han dudado en apoyarse en la joven Carmen, su community manager en Instagram y demás redes sociales. Llevan desde el pasado 9 de diciembre dándole color a una plaza que necesitaba de la chispa que da un negocio de este tipo.
-¿Cómo surgió la idea?
-Desde siempre quisimos abrir una tienda de ropa. De toda la vida estaba en nuestra mente pero por cuestiones laborales no se nos dio la oportunidad hasta que nos fuimos al paro.
-¿A qué se dedicaban antes de emprender esta aventura?
-Encarni: Yo estuve trabajando 21 años en El Corte Inglés y no podía meterme en esto por imcompatibilidad ya que, obviamente, me hubieran echado al cuarto de hora. Entonces, cerró El Corte Inglés de San Fernando y a los dos años me propuse abrir este negocio. Se lo propuse a mi hermana y como nuestra ilusión siempre fue montar una tienda pues nos decidimos y aquí estamos.
-Rosa: Yo estaba trabajando en Medina, en el Centro de Información de la Mujer y también en el Instituto Nacional de Estadística hasta que también me he quedado en paro. Hemos coincidido las dos en el paro y, como siempre hemos querido montar una tienda de ropa, ahora era el momento idóneo de cumplir nuestra ilusión.
-¿Y por qué aquí?
-Porque en ese momento salió la oportunidad de coger este local ya que siempre estaba cogido por un negocio o por otro. También Nacho (marido de Rosa y propietario del Bare Nostrum, contiguo a la tienda) nos animó y nos informó de que se había quedado libre.
-La tienda está atrincherada entre bares. ¿Un riesgo, una oportunidad o ni lo uno ni lo otro?
-Puede parecer un riesgo pero se pueden tener las dos opiniones. También vimos que es una zona administrativa al estar los edificios de la Junta de Andalucía, Tráfico y la Tesorería por lo que hay mucho desayuno de funcionarios que pueden entrar a picar algo de la tienda. También están los bares como el de Nacho o el 'It's diferent', lo que nos hace llevar más horario de bar que de tienda (risas). También estamos entre tres colegios y quieras o no ese picoteo de los padres antes o después de recoger a los niños nos genera un trasiego de personas importante.
-(Risas). A ver, ¿a qué hora abren y cierran?
-Abrimos a las diez y media pero sobre todo porque nos da un poco de apuro que la vean cerrada a esa hora y para que no se piensen que somos unas flojas más que por rentabilidad en sí, la verdad. (Más risas). Pero es que es verdad que hasta las doce, doce y media, no entra nadie. Y en cambio, después nos vamos a casa a las tres o tres y pico porque hay mucho cliente que entra y no nos podemos ir. Igual nos pasa por las noches con el horario de copas.
-Es verdad que es un sitio de cervecitas y de copeteo nocturno, pero lo uno puede llevar a lo otro dentro de una clientela compartida, ¿no?
-La verdad es que sí, nos encanta nuestra clientela potencial porque es muy bonita y muy buena. Todo el mundo está encantado, igual que muchos vecinos de los bloques de alrededor. Incluso muchos nos dicen que le hemos dado a la esquina un estilo muy coqueto y bohemio, así como un poco de sabor francés con las lucecitas que hemos puesto y que decoran la noche.
-Claro, porque esto casi siempre ha sido una baguetería. ¿Ha pasado alguno a pedir un montadito y un quintito por equivocación?
-Hombre, por si nos pasa eso hemos pensado poner un grifo de cerveza o hacer una puerta que comunique con el bar de Nacho para sacar algún montadito (risas).
-Bueno, volviendo al tema que nos ocupa. ¿De dónde sacan las ideas o por quiénes se dejan influenciar?
-Nos inspiramos en influencers como María Pombo, Mery Turel, Pilar de Arce... Y también en marcas como Renata and go, Noon..., marcas propias para un público joven que las demanda mucho.
-¿Y cómo funciona la tienda? ¿Cómo se hacen con el material?
-De una tienda multimarca que viste entre adolescentes y señoras. Tenemos una marca portugesa que tiene un tejido muy bueno. Vamos buscando lo más original y luego contactamos con los proveedores para hacernos con las prendas. También vemos muchas cuentas de Instagram para hacer pedidos de cosas que pueden gustarnos y que tengan aceptación en nuestros clientes. La gran mayoría de la ropa y de los suplementos como anillos y demás lo vemos por web. Por ejemplo, tenemos sudaderas de la marca Rotolo Brand y que solo funciona on line y vendemos nosotras en Cádiz. Es una marca de Granada que nació en la pandemia; contactamos con ellos y nos hemos convertido en la primera tienda física que vende su ropa. Oye, y se venden estupendamente.
-¿Cómo se toman estos primeros meses?
-Nos lo tomamos como un proyecto a largo plazo. Claro que nos hemos arriesgado y después podrá o no gustar, eso ya dependerá del público. Hemos hecho una gran inversión en acondicionar el local para intentar ofrecer a las clientas nuestros catálogos con una gran variedad de estilos de ropa diferente, siempre con las últimas tendencias en mujer. Pero bueno, quien no arriesga no gana. Eso dicen, ¿no?
-¿'Topatí' se está dejando ver en vivo y en directo, pero ¿cómo va la cosa en internet?
-También nos dejamos ver y eso se lo debemos a Carmen, que nos lleva la cuenta de las redes sociales. Un ejemplo de ese buen tr
abajo es que se subieron dos vestidos en nuestra cuenta de Instagram e inmediatamente, en dos horas, los habíamos vendido porque los vieron.
-¿Y por qué ese nombre de 'Topatí'?
-Bueno, es un nombre muy gaditano que nos hacía gracia y que es pegadizo, fácil de retener. Aunque no a todo el mundo le gusta. (Risas de Encarni).
-Bueno, ¿y hasta dónde quieren llegar?
-Nosotros hemos puesto toda nuestra ilusión en este proyecto. Nos gustaría que se consolidase en el tiempo y fuera un referente para el comercio gaditano ya que las grandes marcas de moda han optado por otro modelo de negocio.
-No están, como se dice, en sus inicios de la vida laboral. ¿Sería hasta cierto punto bonito jubilarse haciendo lo que más les gustaba desde pequeñas?
-La verdad es que es un sueño cumplido porque desde siempre quisimos abrir una tienda de ropa, sentir la libertad y la alegría de ser dueñas de nuestro propio negocio. Es un sector que nos apasiona. De hecho, ya teníamos un nombre pensado que era 'Sisters' por eso de ser hermanas, pero finalmente nos decantamos por 'Topatí', mucho más gaditano.
-¿Cómo ven la moda gaditana?
-Ahora mismo un poco huérfana porque al irse el grupo Inditex, Zara, Massimo Dutti, a centros comerciales pues la cosa se ha frenado. Y por otro lado, la situación sanitaria que estamos viviendo está favoreciendo mucho la venta on line y eso deja a la moda gaditana en muy mal estado.