CINE
«Para hacer una película, uno de los valores de Cádiz es su gente»
Alberto Rodríguez, director de 'La Isla Mínima' y 'La peste', reflexiona en el 'Shorty Week' sobre el actual momento del espacio audiovisual
La batalla contra los elementos, económicos y sociales, contra los estereotipos y los tópicos malintencionados, está forjando un cine español de sobresaliente factura . Frente a las adversidades, talento y preparación. Una nueva hornada de directores con nombres como los de Daniel Sánchez Arévalo, Rodrigo Sorogoyen, Salvador Calvo, Juan Antonio Bayona, Rodrigo Cortés, Paco León o Raúl Arévalo, entre muchísimos. En la vanguardia, este andaluz del 71 que ha conjugado con éxito mayúsculo el thriller ('rara avis' en este pais y ahora en abundancia) con su tierra como escenario y protagonista.
Alberto Rodríguez es el responsable de 'Grupo 7', 'La isla mínima' y la reverenciada serie de 'La peste', ambientada en la Sevilla renacentista . Y este viernes ha estado en Cádiz invitado por el Shorty Week V, en una conferencia en el Baluarte de Candelaria de la capital gaditana. El director y guionista se rodeaba de alumnos de la universidad de distintas especialidades, no todas audiovisuales, y reflexionaba sobre el actual momento tanto del cine como de las series y las plataformas que han irrumpido en el mercado.
Rodríguez aprovechaba el instante para atender a LA VOZ y detallar las posibilidades de Cádiz como escenario, que dé el salto definitivo de las letras a la pantalla, como ocurriera con la Sevilla de 'Grupo 7' y 'La peste' y las marismas del Guadalquivir de 'Isla mínima'. «He rodado casi todo en Sevilla porque trabajo con materiales muy pegados a la realidad y vivo allí, sólo por eso. Pero Cádiz tiene de todo , desde la capital hasta la costa, pasando por la sierra».
«Cádiz tiene un momento de gloria que estaría bien reflejar de una manera u otra: la Constitución de 1812»
«Me parece una provincia alucinante, sobre todo la gente. Cuenta con una gente espontánea y maravillosa. Durante seis años trabajé en la tele y hacía reportajes en las distintas provincias, y de los sitios que más me gustaba era Cádiz porque la gente es muy amable y es muy fácil trabajar»
Cuestionado sobre si se centraría más en lo personal que en las localizaciones, apunta que «combinaría las dos. Y uno de los valores es la gente. Y ya dentro de un supuesto total, si lo enmarcamos en una época, Cádiz tiene un momento de gloria que estaría muy bien reflejar de una manera u otra: la Constitución de 1812 ».
Un momento interesante para la televisión
Alberto Rodríguez, quien se diera a conocer al gran público con '7 Vírgenes' y se ganara el apoyo de pública y crítica con 'Grupo 7' y 'La Isla Mínima', seguramente ha redoblado su popularidad por el rodaje de 'La peste'. Y pese a ello, y la moda de ir contando todo por fascículos, sigue creyendo más en el cine. «No entiendo como algo que se puede hacer en hora y media se haga en 14 capítulos» ; incluso admite ser muy poco consumidor de series, con excepciones.
«Estamos en un momento muy interesante no sólo para las series sino para la televisión. Se ha acabado el electrodoméstico sobre el que se sentaba alrededor toda la familia. Rodar algo que guste a todos es muy complicado. Y me da cierta esperanza lo que ha ocurrido en torno a 'Fariña', que ha sido un éxito total, también por acontecimientos externos. Es una serie muy transgresora que toca temas muy difíciles de tocar, más en televisiones generalistas, y tenga esos éxitos de audiencia. Tiene un aire local que sin eso no nos la creeríamos».
«El momento más satisfactorio es la parte de construcción del guion, cuando estás soñando y aún no estás dentro de los raíles de la trama»
Precisamente sorprende que no se hayan registrado tantas críticas por el acento gallego como él y su equipo recibieron por el andaluz de 'La peste'. «No sé por qué. Yo tenía claro que la serie más cara de la television española motivaría que por algún lado me iban a dar. Y fue por aquí. Elegimos de entre todas las posibilidades de habla andaluzas, la más menuda , sólo con un acento un poco marcado».
Pero acepta la crítica como parte del juego. Ni siquiera la considera la más negativa, y es que aquí destaca el momento de la promoción. «Es el aspecto que menos me gusta. Y el más satisfactorio es la parte de construcción del guion, cuando estás soñando y aún no están dentro de la vía, de los raíles de la trama. Ahí me lo paso bomba. También el trabajo con los actores. Es duro, sí. Hay días en que piensas... voy a matar a Raúl Arévalo (broma). Pero con muy pocos no me he entendido».
La pregunta: el origen de una película
Alberto Rodríguez comparte algunos de sus secretos. ¿Cómo nace un proyecto? « Casi todas mis películas han salido de una pregunta , más allá de su corte social. En 'La Isla Mínima' veía un territorio desconocido, tanto en el espacio como en el tiempo. Me estaba contando algo. Me enseñaron unas fotos que pensaba que eran de los 70 y eran de los 90. El tiempo se había parado... Si el espectador después se va con algunos interrogantes resueltos pues estupendo».
Con respecto a los personajes, «cuando pienso en ellos primero veo una mancha difusa , como desenfocada. Pero las directoras de casting con las que he trabajado tienen un ojo increíble». Considera clave «la libertad. Es la mejor receta para que salgan bien las cosas. Que todos tengan ese espacio, y se les escuche».
Pese a los avances, cree que «el lenguaje audiovisual no cambia mucho, narrativamente no hemos evolucionado mucho. Es más tecnológico». Y lamentaría que esta explosión de las plataformas digitales (Netflix, HBO, Movistar) provoque dos consecuencias nefastas. « El cine es un acto social y la sala es el mejor sitio para disfrutar de las películas . Espero que no se acaben estrenando en plataformas, me parecería muy triste. Y lo que deseo es que no desaparezcan las producciones medias y pequeñas . Son necesarias aunque no revienten la taquilla». Es cultura.
«Lo más difícil siempre en este mundo es rodar la siguiente película»
Rodríguez se encuentra en un momento de transición hacia el próximo proyecto. No duda en afirmar que « lo más difícil siempre en este mundo es rodar la siguiente película. Después del éxito de '7 vírgenes', pensaba que todo iba a venir rodado, pero hasta cuatro años después no pudimos rodar 'After'. La película no la vio nadie así que tuve que meterme en una serie de romanos de Antena 3. Pero digo que 'Grupo 7' no podría haberlo rodado sin la experiencia de 'Hispánia'.