2-D: Ni pacto, ni estabilidad en Cádiz

El 2 de diciembre aparecía marcado en rojo en el calendario del Ayuntamiento de Cádiz. Era la fecha elegida para firmar un pacto que debía haber traído la tan necesaria estabilidad al gobierno de la ciudad . El alcalde de Cádiz quería sentarse con el portavoz del PSOE, Fran González, para encontrar salida a lo que ya parece un callejón sin escapatoria. Esa política del ni contigo ni sin ti que se ha desarrollado en los primeros meses del nuevo mandato tiene poco recorrido, probablemente sea insostenible a partir del 20 de diciembre y en Podemos lo saben. Por eso se había propuesto un pacto de estabilidad que no se va a firmar.

Habrá fotografía, pero será una de esas que evocan a la clásica escena cinematográfica del actor que va a una cita a ciegas y acaba pagando la cuenta del restaurante sin cenar porque no se ha presentado la pareja. El equipo de Gobierno formado por Por Cádiz sí se puede y Ganar Cádiz en Común tiene muy presente la importancia del símbolo, del gesto, y una silla vacía en este caso es para ellos un golpe de efecto, una excusa ante cada fracaso .

Ya este martes se ha ido preparando el terreno. Era la concejala María Romay la que firmaba un comunicado en el que se anunciaba que «el equipo de Gobierno acudirá mañana miércoles, 2 de diciembre a las 19.00 horas , a la cita prevista con el PSOE para firmar el acuerdo de estabilidad».

La joven edil de Por Cádiz sí se puede expresaba su deseo de que «el PSOE acuda a esta cita, puesto que la principal finalidad de este pacto es el trabajo por la ciudad, una ciudad que no tiene más tiempo que perder».

Romay declaraba que espera que ni el PSOE ni su portavoz, Francisco González, «se dejen llevar por la precampaña electoral y se sume al trabajo conjunto que está desarrollando este equipo de Gobierno y responda a la mano tendida».

La concejala subrayaba la «estabilidad» que necesita esta ciudad para seguir adelante e impulsar proyectos «más allá de las siglas políticas, puesto que el objetivo común es el bienestar de los ciudadanos». Y este objetivo «se consigue arrimando el hombro, dialogando y acordando iniciativas».

Este discurso, no obstante, no es más que papel mojado una vez que tanto Romay como el resto de su equipo saben de sobra que Fran González no va a acudir a la cita. El portavoz socialista se remite al pacto de Puntales previo a la investidura como el único que va a firmar con Podemos. Entonces, afirmaba hace unos días, ya quedaron las cosas claras: los compromisos serían puntuales, nunca una carta en blanco, y, sobre todo, los acuerdos posibles serían de obligado cumplimiento . Pero hasta ahora, dice Fran González, no se cumple, no se gestiona y no se dialoga. Por eso, la desconfianza es tal que las relaciones personales, como se vio en el último Pleno, se han ido deteriorando hasta tal punto que hasta los entendimientos del día a día son cada vez más difíciles de conseguir.

Las relaciones no son buenas, los González apenas se hablan , y el hecho de que esta propuesta de pacto de estabilidad se hiciera llegar antes a los medios de comunicación que al propio interlocutor, en este caso el PSOE, tampoco ha ayudado a amansar las aguas en San Juan de Dios.

Y a todo esto, estamos a punto de entrar en campaña electoral, a solo 18 días de las elecciones generales, y cualquier debate sobre la ciudad aparece diluido por los intereses partidistas de unos y otros, como ellos mismos se han encargado de decir. Eso sí, con acusaciones mutuas. La autocrítica, como es habitual en política, es escasa. Desde lejos el PP lo mira todo y lo califica de «paripé». Cádiz sigue inestable.