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Pablo Iglesias pide el voto de los indecisos en Cádiz
El candidato a la Presidencia del Gobierno inicia su campaña acompañado de Íñigo Errejón, Teresa Rodríguez y el alcalde de Cádiz, José María González
El líder de Podemos, Pablo Iglesias , ha considerado hoy que los dirigentes del PSOE ya no engañan a nadie y se ha mostrado encantado de que cada vez más socialistas de corazón digan que van a votar Podemos. "Yo no me llamo Pablo Iglesias por casualidad, bienvenidos a casa", ha dicho.
Con esas palabras, Iglesias ha arrancado el aplauso de los simpatizantes de Podemos en el Palacio de Congresos de Cádiz, con un aforo desbordado de 900 personas y otras 500 que le escuchaban en el patio.
El líder de Podemos ha aprovechado para reprochar al PSOE que sea distinto en campaña y en el Gobierno.
" Pedro Sánchez lo ha intentado, lo que pasa es que no ha podido", porque sigue habiendo exministros socialistas en consejos de administración de grandes empresas, ha subrayado Iglesias, quien ha insistido en que "la gente ya no se lo cree" porque hay un PSOE distinto en campaña y otro cuando gobierna. "Esos dirigentes socialistas ya no engañan a nadie", ha recalcado.
El candidato de Podemos a la presidencia ha arremetido también en su primer mitin de campaña contra Ciudadanos y su presidente, Albert Rivera , que no cree que sea de derechas, sino "de lo que convenga en cada momento", como demuestra, en su opinión, que haya apoyado al PSOE en Andalucía y al PP en Madrid.
"Lejos del cambio y de la regeneración, lo único que han demostrado es ser muletas de lo viejo", de Susana Díaz en Andalucía y "del partido de la Púnica" en Madrid, ha dich
>> Las imágenes del encuentro en Cádiz
El alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’ , protagonizó este viernes en el arranque de campaña de Podemos un discurso muy crítico frente “a los que amenazan”, a quienes quieren decirles que “nunca más”.
Para ello, apeló a un “único objetivo” para ganar las elecciones generales: “ Vamos a ganar con un único objetivo: hacer que la gente sea feliz . Sé que parece ambicioso, pero no hemos venido a conformarnos. La felicidad se puede medir en derechos y libertades, cuando una abuela puede echar una cucharada más al puchero. Con hechos y no con promesas electorales”, defendió.
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