El fin del negocio para los supermercados y comercios

«Aún recuerdo cuando ganábamos tanto dinero que nos permitía incluso hacer frente a gran parte del invierno». Con añoranza habla Carmen, propietaria de un pequeño establecimiento del barrio de La Laguna, de la eliminación de las barbacoas del Trofeo Carranza, que este año afrontan su última edición. Según esta empresaria, «las barbacoas eran la salvación para muchos pequeños negocios del barrio. Carnicerías, panaderías y almacenes conseguíamos ingresos para cuando venían malas rachas. Incluso nos quedábamos sin género para despachar a lo largo de la noche», recuerda esta empresaria gaditana.

En esta misma línea se manifiestan los propietarios de otros negocios de la zona, aunque advierten de la caída de los beneficios en estos últimos años. «Ya apenas se notaba la influencia en las ventas porque la mayoría de los que hacen las barbacoas son jóvenes que solo vienen a beber y compran las bebidas directamente en las grandes superficies. Como mucho, vendíamos hielo», asegura Francisco Martínez, que asegura que la eliminación del evento tampoco supondrá una pérdida importante para los negocios.

«De preparar más de cincuenta kilos de pinchitos pasamos a vender más o menos lo de cualquier otro fin de semana del verano. Las barbacoas en sí desaparecieron hace ya algunos años, lo único que se ha mantenido es la fiesta en la playa pero no el plan que había antiguamente», asegura Juan, el propietario de una de las carnicerías de la Avenida principal.

Los hosteleros de la zona también coinciden en señalar los escasos beneficios que aportaba este acontecimiento. «El bar suele estar lleno cualquier sábado del verano, así que a nosotros no nos va a afectar el hecho de que no estén las barbacoas. El propio Trofeo Carranza atrae a la gente», recordó uno de los empresarios.