CÁDIZ

«En casos así no caben medias tintas, ni miedo a nada... Salió bien»

El policía nacional que evitó el pasado sábado un suicidio en el centro de Cádiz no quiere protagonismos y destaca el trabajo que hicieron todos sus compañeros

Momento de la intervención y abajo, el policía que evitó la tragedia LA VOZ

M. ALMAGRO

Huye de protagonismos. No se considera un héroe y le sorprende mucho la atención que ha despertado entre los medios su intervención del pasado sábado que evitó que una persona acabara con su vida. «Es una más», explica, «lo que pasa que en esta ocasión nos grabaron y había mucha gente abajo», cuenta este agente, que, por razones profesionales, prefiere mantener su anonimato.

Todo ocurrió muy deprisa. «Recibimos un aviso serían las tres y media de la tarde y fuímos para allá». Calle Costa Rica, en el barrio de San Carlos de Cádiz. Segundo sábado de Carnaval. Un joven de unos 35 años amenaza de pie desde el pretil de un tercer piso con tirarse al vacío. Los vecinos, muy nerviosos, temen lo peor.

«Cuando llegamos intentamos que desistiera de su actitud . Que nos escuchara y atendiera a razones, pero cuando una persona está en ese estado poco más se puede hacer... Había que actuar». Entonces, otro compañero y él decidieron subir a por él. «Forzamos alguna puerta y saltamos una tapia. Teníamos que ir rápido y en silencio para no asustarle».

Una vez en la azotea, tal como se ve en el vídeo que captaron los viandantes, el agente le agarra por detrás en cuestión de segundos de forma firme para evitar cualquier reacción y ponerlo de inmediato a salvo. «En casos así, no caben medias tintas, ni miedo a nada... Salió bien», cuenta.

El policía reivindica la labor en equipo . «Detrás de mi había otro compañero en el que yo me apoyo por si hay algún desequilibrio o resistencia. Fue importantísimo también su trabajo, como la de los compañeros que estaban a pie de calle. El éxito o el fracaso es de todos, de todo el grupo», sostiene.

Para ver esta página correctamente ve a la versión web

Continuar

El agente sabía a lo que se enfrentaba. «En estas actuaciones sé que no estoy ahí para dialogar. Si tenemos que hablar algo ya lo haremos en zona segura, pero en ese momento no».

Una vez en la azotea el joven fue atendido por el equipo sanitario. «No nos dijo nada pero era lo normal debido al estado mental en el que se suelen encontrar las personas a las que auxiliamos en estas circunstancias». No ha sido la única vez que asiste un caso similar. «Este tipo de intervenciones las hacemos muy a menudo. Algunas de ellas son incluso mucho más peligrosas lo que pasa que nadie las ve. Es nuestro trabajo. Lo importante es hacerlo lo mejor posible».

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate

Ver comentarios