«Os lo lleváis o no sale vivo»

Este domingo decenas de vecinos del Cerro del Moro contemplaban entre la expectación, la rabia y el temor como un joven se había atrincherado en la casa de su abuela . J. R. A, de 26 años y conocido ya de la Policía, se encerraba en este domicilio de la calle Barbate de Cádiz capital después de supuestamente haber agredido a su expareja.

Todo había comenzado esa misma madrugada. Al parecer este individuo se había personado en una discoteca de Arcos de la Frontera donde se encontraba su exnovia con unas amigas. Tras mantener una discusión con ella la sacó presuntamente a la fuerza del local , la metió en un coche con otras personas y la llevó a un piso de la capital gaditana de donde finalmente la chica pudo escapar.

Pero el suceso no se quedó ahí. A las horas, el joven volvía a protagonizar un nuevo incidente. Esta vez en el Cerro del Moro. Desde allí se recibieron varias llamadas que alertaban de que en la calle Barbate había un hombre con un cuchillo que estaba amenazando a los vecinos . Se trataba de J. R. A., quien se encontraba fuera de sí tras la pelea que había mantenido y, que después de amedrentar a algunas personas, decidió encerrarse en casa de su abuela.

Ante los alarmantes avisos, se desplazaron hasta el lugar varios indicativos de los Grupos de Atención al Ciudadano (radiopatrullas) quienes certificaron que el joven podría haber cometido un delito de malos tratos. Pero, a su llegada, los agentes se encontraron que la tensión en la barriada crecía por momentos. «Os lo lleváis o no sale vivo», le decían a los policías las decenas de vecinos que se habían arremolinado en la calle pendientes de lo que ocurría. Hasta allí llegaba también de apoyo una patrulla de la Policía Local.

Mientras, el presunto autor de los hechos amenazaba con tirarse desde la ventana -de un primero- y además la abuela, muy alterada también, se resistía a colaborar con los agentes. Finalmente, y en medio de un angustioso ambiente de gritos y crispación que se vivió durante más de tres horas, la Policía lograba que esta familiar les facilitara el paso. Así, tras una larga y tensa negociación con el joven, que llegó incluso a asegurar que se iba a clavar un cuchillo en el pecho, pudieron inmovilizarlo y retenerlo.

Se da la circunstancia que este mismo joven se atrincheró de manera similar hace poco , pero, esta última vez, el juez ha decretado su ingreso en prisión por un presunto delito de violencia de género y detención ilegal.