Laboral

Limpiadoras del Fernando Quiñones explotan: «Nos sentimos maltratadas por Diputación»

Los cuatro trabajadores de la Escuela de Hostelería, cerrada como consecuencia de la crisis sanitaria, acumulan ya tres meses sin cobrar sus nóminas

Las limpadoras, a las puertas del centro, en una de sus protestas. La Voz

Almudena del Campo

«Tengo seis personas en casa a las que poner un plato de comida en la mesa pero llevo tres meses sin cobrar ». Con este grito desesperado, una de las trabajadoras de la limpieza de la Escuela de Hostelería Fernando Quiñones, dependiente de la Diputación Provincial de Cádiz, ha lamentado la «pasividad» de la institución con respecto a la situación que vive desde hace meses este colectivo, que ha dejado de cobrar sus nóminas.

Aunque desde la Diputación se les comunicó que ya había pasado el tiempo prudencial para rescindir el contrato a la empresa Tempo , concesionaria del servicio desde el pasado mes de septiembre, siguen acumulando retrasos en el pago de los sueldos de estos cuatro trabajadores.

La empresa Tempo también tenía a su cargo a las profesionales de los geriátricos de Matías Calvo en Cádiz y las del centro para mayores situado en la vecina localidad de El Puerto de Santa María pero sus trabajadores «han ido cobrando con retraso pero han cobrado, a diferencia de nosotros cuatro, que llevamos ya tres meses acumulados sin percibir nuestros salarios », afirma una de las limpiadoras del Quiñones, Beatriz Abelleira. Añade que «no entendemos por qué nosotras somos distintas y seguimos así».

A juicio de una de las trabajadoras, « nos sentimos maltratadas por la Diputación de Cádiz , que no pone una solución a este problema a pesar de que cuenta, por ejemplo, con el dinero de la fianza de la empresa a la que se pretende rescindir el contrato por no cumplir el pliego y que podría servir para que nos pagaran».

Desde la institución siempre se ha asegurado que se está buscando una solución de urgencia para poder sacar un pliego de emergencia y adjudicar el servicio a una nueva empresa que cuente con las garantías para la plantilla, «pero no llega nunca». La intención de la Diputación es que el contrato nuevo blinde la subrogación de toda la plantilla y abone los salarios que se adeudan.

Los cuatro trabajadores del Fernando Quiñones, que se encuentran en sus casas tras el cierre del mismo por el Estado del Alerta como consecuencia de la crisis del coronavirus, temen que la situación se alargue en el tiempo teniendo en cuenta las circunstancias en la que está todo el país.

Denuncian que, a pesar de que se han puesto en contacto con el diputado provincial de Bienestar Social, David de la Encina, responsable de esta materia, «ni siquiera nos ha contestado y empezamos a estar muy nerviosas y preocupadas por la situación que estamos viviendo, sin poder trabajar, ni salir de casa y teniendo que alimentar a nuestras familias. No podemos más ».

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