Laboral

Las limpiadoras se encierran en el Ayuntamiento de Cádiz al grito de «Kichi, mentiroso»

Las trabajadoras de Expertus aseguran que no se moverán del Consistorio hasta que se les dé una solución al impago de su nómina del mes de diciembre y de la paga extra

Las limpiadoras, en pie de guerra en el Ayuntamiento de Cádiz. La Voz

Almudena del Campo

Las trabajadoras de la empresa Expertus , encargada de la limpieza de dependencias municipales y de los colegios públicos, se han encerrado en el Ayuntamiento de Cádiz para reivindicar el pago de sus nóminas del mes de diciembre y de la paga extraordinaria.

Se trata de un colectivo cercano a las 150 personas que vienen sufriendo este problema desde el pasado mes de septiembre que, a su juicio, «va cada vez peor».

Representantes del comité de empresa de ambos colectivos han asegurado este viernes que la empresa «cada día trae un embargo nuevo y el Ayuntamiento, aunque nos buscó una solución el mes pasado, no nos da respuestas y cada día surge un problema».

Al parecer, la empresa tiene embargos tanto de Hacienda como de la Seguridad Social y en cuanto el Ayuntamiento paga «éstos se llevan el dinero, por lo que no sabemos qué solución se le va a buscar a esta situación».

Según han comentado, «dado que empeora cada día, nosotras ya vamos a por todas y de aquí no nos vamos a mover porque nos están engañando. Si fuera un gobierno de derechas nos sorprendería pero de uno de izquierdas no nos lo esperábamos».

Al grito de «Kichi mentiroso» , las limpiadoras han ocupado la escalera principal de acceso a la zona noble del Ayuntamiento impidiendo el paso a modo de protesta por la situación que están viviendo desde hace meses «y que tiene a muchas madres de familia que están solas con sus hijos al borde de la desesperación».

Las trabajadoras han asegurado que desde el equipo de Gobierno se les ha dicho que se está estudiando la posibilidad de que se saque un pliego de urgencia «pero el problema es que no hemos cobrado ni la nómina ni la paga».

Uno de los inconvenientes con los que se encontará la empresa que se presente para el nuevo pliego es que tendrá que asumir las deudas y los embargos que tiene la actual empresa, por lo que la situación es complicada y hace que las trabajadoras vean con escepticismo una solución.

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