Sanidad
El lado más humano de la Marea Blanca gaditana
El deterioro del sistema sanitario ha provocado una reacción ciudadana que, desde Granada, se ha extendido a toda Andalucía y ha llegado hasta Cádiz
Dicen que la mar, tarde o temprano, reclama lo que le pertenece. Tras más de once años de recortes y ajustes la sanidad pública, el buque insignia orgullo de los andaluces, hace aguas. Sin mantenimiento, el barco se ha convertido en galera para médicos y enfermos que tienen que lidiar con pocos recursos y muchas dolencias.
Los pacientes tiemblan cuando tienen que acudir a unos centros de salud y de atención primaria que tienen cada vez menos personal y horario; se desesperan con el colapso del servicio de Urgencias y se retuercen de impotencia cuando tienen que aguantar unas listas de espera de meses para una especialidad. Con semejante panorama, algunos se han subido a la lancha de la sanidad privada –pero el pasaje no está al alcance de todos los bolsillos–. Otros, bien por obligación o por convicción, siguen sin abandonar el barco y no se resignan a la decadencia del sistema sanitario andaluz.
El movimiento de la Marea Blanca comenzó en Granada como un ligero rumor donde voces discrepantes como la de ‘ Spiriman ’, un médico de Urgencias que reivindicaba en las redes sociales dos hospitales completos al tiempo que denunciaba la política de la Consejería de Salud de la Junta por la fusión hospitalaria. La voces se fueron sumando y el rumor se transformó en un clamor de batas blancas que movilizó toda una ciudad. Unas 60.000 personas inundaron las calles de Granada. Otras provincias comenzaron a despertar y se crearon plataformas en defensa de la sanidad en Sevilla, Málaga, Huelva.
Hoy hace una semana que Marea Blanca de Cádiz presentó el manifiesto que recoge las líneas maestras de la iniciativa gaditana. «Es un movimiento asambleario que se reúne periódicamente y que toma todas las decisiones a título individual. Está formado por ciudadanos y organizaciones que defienden el sistema sanitario público», señala su portavoz Antonio Vergara . Este matiz de defensa de lo público diferencia la Marea gaditana del movimiento granadino que se han concentrado en la no fusión de hospitales. Vergara insiste en que es un movimiento libre que no representa ningún partido político, sindicato o colectivo médico: «No significa que los participantes no puedan ser de una organización, lo que ocurre es que toda propuesta tiene que votarse para evitar la manipulación», apunta.
Consulta el manifiesto completo (.pdf)
Estas son las claves de la Marea Blanca (.pdf)
Los rostros de la marcha
Perder la Sanidad, duele. Quizás por ello, este movimiento ha encontrado un respaldo tan potente entre los ciudadanos más allá de profesiones o adscripciones políticas: médicos, profesores, administrativos, parados, políticos, padres, madres, hijos... a todos afecta porque quien más o quien menos ha tenido que pasar horas en la sala de espera de una consulta o ha tenido aguantar la duermevela en un sillón de hospital acompañando a un familiar.
Momento de la presentación del manifiesto de la Marea Blanca de Cádiz.- J. R.