ENTREVISTA AL ALCALDE DE CÁDIZ
'Kichi':«Necesitamos mantener viva la llama de la lucha social»
El alcalde de Cádiz hace balance un año después de las eleccionesy deja clara su filosofía: «Entre un policía que denuncia y un vecino que se busca la vida, me quedo con el vecino»
El alcalde de Cádiz tiene muy claro su discurso. Lo repite hasta la saciedad. La autocrítica, si la hay, la deja sólo para realizarla de puertas para adentro
El martes se cumple un año de las últimas elecciones municipales. Un año de que la comparsa de Bienvenido, su comparsa, le cantara a las puertas de la sede de Podemos aquel pasodoble de ‘Si yo fuera alcalde de Cádiz’. Ahora –doce meses después– su sede, la de José María González , es el Ayuntamiento. Y allí, en el despacho de Alcaldía presidido por Fermín Salvochea, recibe a LA VOZ para hacer balance. Su balance.
– ¿Qué análisis hace de este primer año?
–El balance sólo puede ser positivo. Está lleno de cosas buenas. En un año ha dado tiempo de hacer muchas cosas. Nosotros veníamos con un ánimo claro, veníamos del 15M y del activismo de la ciudad en diversos temas, y queríamos entrar en las instituciones para poder hacer cosas. Para hacer todo aquello que denunciábamos, transformar todo lo que denunciábamos desde todos estos años atrás. Nos encontramos muchos problemas, pero aún así, asumiendo esas dificultades de partida y los límites que cualquier ayuntamiento tiene, nos ha dado tiempo a hacer muchas cosas. Desde reducir la deuda, pasando por un plan de continuidad alimentaria, que fue casi lo primerito que hicimos nada más llegar, a poder poner un pie en una propuesta de presupuesto que creo que son los mejores presupuestos que ha tenido esta ciudad.
– Hablando de la continuidad alimentaria, vuelve a estar sobre la mesa el tema de Amigas al Sur, que han anunciado que van a tener que cerrar el comedor social por falta de ayudas. ¿Han vuelto a hablar con ellas?
–Sí, claro, cómo no. Nosotros firmamos con Amigas al Sur un convenio en el mes de agosto mediante el cual establecimos una colaboración entre el Ayuntamiento y esa asociación que tenía un sostén económico. En base a ese convenio yo creo que la cosa es bastante sencilla, lo único que tiene que hacer la asociación a la que se le acaba el dinero es volver y decir: «Mira que me he gastado este dinero que me distéis y me hace falta más dinero». Yo no voy a dejar caer, desde el Ayuntamiento de Cádiz desde luego no vamos a dejar caer, a una asociación que trabaja y que hace tanto bien por las vecinas y vecinos del Cerro del Moro en este caso. Son gente valiosa a la que hay que ayudar.
– Su equipo de Gobierno lo componen ocho miembros de Por Cádiz sí se puede y dos de Ganar Cádiz en Común. ¿Está contento con ellos? ¿Puede haber cambios a medio-largo plazo ?
–Estoy más que contento. Estoy orgulloso. Orgulloso de mis compañeros, porque vivir la experiencia que estamos viviendo, construir este proyecto que estamos construyendo en la ciudad de Cádiz... con la gente con la que nos rodeamos... No solamente los que están en primera línea, que son los concejales, sino todo ese equipo que trabaja en la sombra y que no sale en los medios de comunicación... yo creo que estamos construyendo. En un año nos ha dado tiempo de vivir de forma muy intensa y se establecen lazos que van mucho más allá de 365 días por esa intensidad. El tiempo es muy elástico. Además de hacer política nos ha dado tiempo de hacer equipo y eso es muy importante. No sé si habrá cambios o no. Lo que sí digo es que para este proyecto que estamos construyendo en esta ciudad desde hace un año no habría tenido mejores compañeros de viaje que los que he tenido.
– Ha habido críticas por la falta de experiencia de algunos de ellos, incluso de preparación académica. ¿Entiende esas críticas? ¿Las comparte?
–Bueno, en la preparación académica no voy a entrar, en ese detalle, porque hay gente en otras formaciones políticas que también han sido gobierno en esta ciudad que tampoco la tienen.
Un momento de la entrevista al alcalde en su despacho de la Plaza San Juan de Dios.- Antonio Vázquez –¿Qué pensaría si un grupo de personas se manifiesta debajo de su ventana al grito de «¡En la próxima visita será con dinamita!»?.
–Ja, ja, ja. Primero bajaría y preguntaría cuál es el conflicto. Que les ocurre y en qué les podemos ayudar. Porque cuando una persona grita «¡La próxima visita será con dinamita!» es que está bastante quemado. Es que la dinamita ya le ha estallado a él antes. Cuando yo he visto eso en los conflictos de astilleros por ejemplo, estábamos hablando de miles de familias gaditanas que estaban condenadas porque nadie apostaba por estos astilleros. En otros conflictos que lo he visto, por ejemplo recuerdo el de las monitoras escolares, en los que yo también lo he gritado, estamos hablando de trabajadoras y trabajadores que trabajan para la Junta de Andalucía en condiciones de esclavitud, sin derecho a ponerse malos, a tener un hijo, a vacaciones… y cobrando tres euros la hora. Si ahí me dice que no puedes decir «¡La próxima visita será con dinamita!…» –que es un eufemismo, evidentemente nadie va a ir con dinamita– no sé yo cuando.
–Sí, el problema es que puede haber gente que se lo tome al pie de la letra
–Hombre, eso es como si te tomas al pie de la letra todo lo que se escucha en un estadio de fútbol.
–Es que en un estadio de fútbol ha habido muchos conflictos violentos...
–Pero el que grite un improperio el árbitro no se lo va hacer cuando se lo encuentre al otro día.
–No, no quien lo grita. Pero si puede haber alguien un poco más hastiado o con menos aguante y que se provoquen enfrentamientos violentos.
–Por suerte o por desgracia, la dinamita es difícil de conseguir.
–De acuerdo, pero como no tengo dinamita, un cóctel molotov.
–Bueno, eso es más fácil, ja, ja.
–Pero digo, ¿no considera que eso puede alentar a determinadas personas?
–No, lo que alienta son las políticas que generan que una persona diga eso. Eso es lo que tenemos que eliminar la gente que tenemos responsabilidad política, la posibilidad de que una persona grite la próxima visita será con dinamita. Seguro que así radicamos el riesgo.
«Lo que tenemos que eliminar los políticos es la posibilidad de que una persona grite 'la próxima visita será con dinamita'–Para acabar. El famoso vídeo del joven vendiendo pescado. Hubo dos agentes que lo denunciaron pero no tengo muy claro cuál es la postura del Ayuntamiento, del alcalde, con respecto a este tema.
–Evidentemente, los dos compañeros que denuncian tienen todo el derecho a hacerlo. Precisamente porque hay un marco normativo, la ley mordaza, que lo permite. Desde mi punto de vista la intervención de la policía fue impecable. Por eso no entiendo que denunciasen. Yo creo que no tenían porqué. No tenían que pedir excusas de nada porque lo hicieron fantásticamente. Ahora bien, desde el equipo de gobierno y yo personalmente, entre la denuncia y el que se busca la vida vendiendo pescado, me quedo con el que se busca la vida. Tienes todo el derecho del mundo.
–Pero entonces entra en conflicto con el que tiene licencia para vender pescado, que paga sus impuestos, que pasa controles para que esté en buenas condiciones. Ese pescado lo puede consumir su hijo, el mío...
–Sí, sí. Y lo hemos consumido todos toda la vida, evidentemente.
–Pero es necesario establecer unos controles, ¿no?
–Es complicado. Es deseable, por supuesto que es deseable. Lo que ocurre es que entra en conflicto con otro problema. Y que también es importante. Y que no se puede olvidar. Y es el de poner un plato de comida encima de la mesa de tus hijos. Todos los días. Aunque para eso tengas que vender pescado. Es decir, ¿qué hacemos con eso?
–Yo personalmente defiendo que hay que controlarlo. ¿Qué hacemos si ese producto está malo y lo consumen niños y ancianos?
–Sí, sí, sí, evidentemente no es fácil la solución. Pero desde luego no pasa por decir ‘placa’, no se puede.
–¿Que no?
–No, porque no podemos olvidar a la gente que se queda en la estacada.
–Habrá que ayudarles, por supuesto, pero de otro modo, ¿no?
–Evidentemente. A mí me gustaría que nadie tuviese la necesidad de vender pescado por las esquinas. Pero es que resulta que hay gente que tiene esa necesidad. Es complicado. Es un tema complejo. Y bonito.
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