INFORME DE ACTUACIÓN
Kichi acusa al anterior gobierno municipal de suministrar agua contaminada «a sabiendas» en Loreto durante 14 días
José María González eleva a la Fiscalía un informe técnico que sostiene «al 90%» que los dirigentes anteriores mintieron sobre el origen de foco en Loreto y ocultaron analíticas a la Junta
Alguien debe acabar condenado. Alguien debe dimitir o cesar en sus actuales cargos. Falta saber quién.
Las acusaciones son tan graves que impiden cualquier otra resolución. El alcalde de Cádiz ha presentado un informe técnico (120 páginas de resumen y un millar de folios como anexo) que concluye con uno de los hechos más graves que haya sufrido la ciudad, al menos, desde la restauración de la democracia.
Ese estudio, coordinado y firmado por Jesús Oliden (ingeniero técnico de Obras Públicas), José Antonio Campo Cossío (ingeniero técnico industrial) y Pedro González Díaz (ingeniero de Telecomunicación) sostiene una teoría impactante y, quizás, delictiva. La Justicia tendrá que aclararlo puesto que ha sido presentado a la Fiscalía.
Según sus conclusiones, que José María González hace propias y considera fiables «al 90%» , el anterior gobierno municipal dirigido por Teófila Martínez permitió «a sabiendas» que unos 13.000 vecinos del barrio de Loreto recibieran en sus grifos agua contaminada por un alto nivel de bacterias durante 14 días de otoño de 2014.
Fueron los que transcurrieron entre el 29 de septiembre (cuando se registran las primeras quejas por mal olor en el entorno del patio de la Fuente) y el 13 de octubre, cuando Aguas de Cádiz decide cortar el suministro y poner el reabastecimiento en manos de la Junta de Andalucía.
Según esa versión que apoya el informe presentado este lunes, durante esos 14 días, entre el día 29 y el 13 de octubre, el Ayuntamiento de Cádiz y Aguas de Cádiz tuvieron en su poder hasta 55 análisis que dejaban claro que el agua estaba contaminada, que no era apta para el consumo humano. Aún así, según la teoría del informe y el alcalde, decidieron callar por temor a las consecuencias, no ponerlo en conocimiento de la Junta de Andalucía para que ordenara el corte. Hasta que el mal estado del agua fue una evidencia incontenible. Habían pasado 14 días de 2014
Si la acusación es cierta, resulta que varios dirigentes políticos del equipo de Teófila Martínez, con la connivencia de varios dirigentes técnicos de Aguas de Cádiz en ese momento, ocultaron información para evitar que el suministro de agua fuera cortado y permitieron que unos 13.000 vecinos consumieran agua con alto grado de contaminación por bacteria E coli.
Si la acusación es falsa, el actual equipo de gobierno estaría difamando al precedente con las gravísimas acusaciones de «crear una alarma sanitaria sin precedentes» y «poner en peligro la vida de 13.000 gaditanos», intencionadamente, por tal de ocultar análisis y evitar una crisis que le perjudicaba. Sería una mentira demasiado gruesa como para quedar en el saco de los ataques políticos habituales.
La comparecencia del alcalde José María González y el concejal de Medio Ambiente, Manuel González Bauza , ha reunido a un centenar de vecinos afectados en el edificio Ma'arifa. Ante ellos, y antes de que los tres responsables del informe técnico explicaran el contenido del documento a los afectados, ambos dirigentes políticos desgranaron el contenido de estudio «técnico y objetivo», según reiteraron.
Las conclusiones principales empiezan por la causa del incidente que dejó durante dos semanas sin agua a los vecinos de Loreto.
Según el alcalde, el informe deja claro que la avería tuvo su origen en el cambio de un contador . La tubería que abastece a todo Loreto desde la glorieta Zona Franca iba a ser objeto de ese ajuste el 30 de septiembre de 2014. Un día antes, para sustituir a la que se cierra, se abren tres tuberías auxiliares, que también pueden abastecer el barrio pero llevan años sin uso. Están en la confluencia de las avenidas Marconi con Juan Carlos I; junto a los Depósitos de Tabacalera, frente a la residencia de ancianos y en la plaza de la Aviación.
Las tres se abren tras años sin que corra al agua para permitir que se c orte la principal (glorieta Zona Franca) sin que los vecinos pierdan suministro . Sin embargo, siempre según el relato del informe y el alcalde, no se comprueba el estado de estas tres de recurso. Resulta que tras meses y meses con aguas estancadas más las altas temperaturas de aquel septiembre, las tuberías han desarrollado una concentración bacteriana demasiado alta. Cuando se conecta al resto de la red, inyectan "10.000 litros de agua contaminada, con una biopelícula muy resistente a la cloración" que se mezclan con el resto.
La hipótesis que explica la contaminación
Además de la causa, el informe y el equipo de gobierno sostienen que la anterior Alcaldía «mintió al dar como versión oficial que la contaminación procedía de una tubería en la calle Hermanos Ortiz de Echagüe». Descartan esta posibilidad de forma rotunda y total. Ni el tamaño de su tubería ni su baja presión habrían permitido nunca que contaminara el resto de la red, según explica José María González.
A partir de este momento, las conclusiones se mezclan con las acusaciones, los reproches y las responsabilidades políticas. El estudio, como apoya el alcalde, sostiene que Aguas de Cádiz y el Ayuntamiento manejaron numerosos análisis que confirmaban la contaminación y que debieron comunicar a la Junta de Andalucía . No lo hicieron, acusa González, «incumplieron el protocolo. Una vez que se produjo el error, la gestión fue lamentable, a sabiendas de que el agua estaba contaminada». Será la Fiscalía, que ya tiene el informe, la que evalúe la posibilidad de delito. Un juzgado tendrá que valorar si hay indicios suficientes.
«No le pasó nada a nadie, pero podría haber pasado. Se puso en riesgo la vida de 13.000 gaditanos», repite el alcalde. Y se puso, a sabiendas, premeditadamente, por acción u omisión, sostiene. Cuando se le preguntó si estaba diciendo lo que parecía decir, asintió. Cuando se le preguntó si consideraba que una fechoría tan grande podía ser responsabilidad de los técnicos o de los políticos, respondió que «absolutamente política» y mencionó a Ignacio Romaní. Fue el único nombre propio que dio en toda la comparecencia.
Como datos añadidos, el alcalde y el concejal recordaron que el informe ha contado con testimonios de decenas de técnicos, personal de laboratorio que trabajó con las muestras, funcionarios, operarios y vecinos afectados. Incluso se ha contado con un simulador que reproduce los movimientos del agua por la red de tuberías. Como conclusión económica del informe, lo que costó la avería y el carrusel de reparaciones: «Las deficiencias en la gestión del incidente obligaron a Aguas de Cádiz a realizar inversiones sin precedentes que superan el millón y medio de euros».
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