FORMACIÓN
La Junta reabre la Escuela de Hostelería de Cádiz con recortes en el profesorado
Este jueves arranca el curso oficial 2016/2017 para las especialidades de Sala y Cocina pero faltan cuatro profesores y tres empleados más en la estructura del ente público y aún no hay fecha de apertura del restaurante
Este jueves reabren las puertas de la Escuela de Hostelería de Cádiz dependiente de la Junta de Andalucía. El centro formativo de la Alameda, en pleno centro de la capital gaditana, ha sufrido un auténtico calvario administrativo durante tres años que casi lo lleva a la quiebra total. Pero ha sobrevivido, como se demuestra este jueves. Los alumnos tendrán una primera toma de contacto con su escuela a finales de esta semana y las clases arrancarán al fin el lunes 3 de octubre .
Pero la normalidad en este prestigioso centro formativo aún está lejos de alcanzarse . En primer lugar, la representante de los trabajadores de la Escuela de Hostelería de Cádiz, Desiree Ortega, denuncia que aún faltan cuatro profesores: un jefe de cocina, otro de sala, un especialista en Francés y otro en Informática.
«Desde que iniciamos este proceso complicado muchos se han dado de baja o se han ido porque no pudieron soportar tantos meses sin cobrar y no se han repuesto sus plazas», aclara Ortega, quien añade que aunque en este curso hay menos alumnos (ya que antes eran 20 por especialidad y ahora, solo 15 ) ya se ha contado con esta reducción para solicitar la plantilla. «Por ejemplo, antes había cuatro profesores de cocina y ahora solo queda uno. Necesitamos, al menos, dos. Y profesores de sala eran tres y también tenemos solo uno. También pedimos otro más».
Estas solicitudes de reposición de la plantilla se realizaron en septiembre de 2015, hace justo un año, «y aún seguimos esperando respuesta de la Administración», concluye la representante de los trabajadores. También faltan tres trabajadores en puestos estructurales: un logista, un jefe de administración y un jefe de estudios. «Son puestos fundamentales para que la escuela funcione correctamente. Los profesores que quedamos no podemos encargarnos de la organización», aclara Ortega.
En cuanto a la supuesta vuelta a la normalidad de la Escuela de Hostelería de la Alameda hay que ponerle otra pega. Aún no se conoce la fecha de apertura del famoso restaurante que gestionaban los propios alumnos. Durante años fue ejemplo de profesionalidad, un campo de pruebas de lujo tanto para los estudiantes como para los usuarios que accedían a un servicio muy elevado a precios asequibles. Todo apunta a que en el curso 2016/2017 no abrirá sus puertas este establecimiento, ya que en él hacían prácticas los alumnos de segundo curso y en estos meses solo comienzan los de primer nivel.
Otro de los obstáculos que habrá que superar con los meses es la caída de solicitudes . Tras años de incertidumbre, los demandantes para este curso han sido 82, frente a los 200 que tenía antes de la crisis en la gestión . Pero a pesar de que el número de aspirantes a recibir clases de Cocina y Sala ha disminuido a más de la mitad sigue siendo una demanda muy elevada. De las 82 recibidas, 57 fueron para el curso de Cocina y 25 para el de Sala.
Así, a pesar de este parón en la oferta, más de medio centenar de personas no han obtenido plaza , puesto que solo se ofertan 15 pupitres por especialidad.
La propia delegada territorial de Empleo, Gema Pérez, ya anunció que se estaba estudiando una ampliación de 25 plazas por especialidad, con lo que se hubiese dado respuesta a la demanda de este año.
Flecos sueltos aún
Por último, aún quedan algunos flecos pendientes para que el profesorado que pudo aguantar el chaparrón de incumplimientos d e la Junta de Andalucía recupera la normalidad. Desde hace unos pocos meses, las nóminas llegan ahora con normalidad pero no se les ha subido el 1% que se aplicó a todo el personal de la Junta en enero de 2016 ni han cobrado la paga extra que se restituyó de la plantilla pública andaluza.
A pesar de todo, la Escuela de Hostelería de Cádiz va recuperando poco a poco su actividad desde que la Junta devolvió las competencias de los consorcios de formación a la Consejería de Empleo , donde siempre estuvo y de donde los sacaron cuando estallaron los fraudes en los cursos.
Tanto las escuelas de hostelería como las de otros ramos como el mármol o la madera se vieron salpicadas por una paralización en la gestión y en la subvención de sus actividades. Esta financiación provino desde la creación de los mismos, a principios de los años noventa, de los Fondos Sociales Europeos.
Ahora, con el cambio de Formación Profesional Ocupacional a Formación Profesional para el Empleo también han cambiado otros aspectos, como el de las certificaciones profesionales oficiales . Antes, los alumnos de FPO conseguían un título cuando cumplían con las horas marcadas, ahora pueden ir logrando certificaciones por niveles de especialización. En la Escuela de Hostelería de Cádiz pueden cursarse tres niveles y para finalizarlos todos han de permanecer en el centro dos cursos completos.
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