MUERE JUAN CARLOS ARAGÓN
Juan Carlos Aragón: El Capitán Veneno consuma el asalto a los cielos
Muere Juan Carlos Aragón: El 'enfant terrible' representó como nadie la dualidad del Carnaval de Cádiz, la ironía crítica y el sentimiento, durante toda una vida de muerte y resurrección
¿Qué decir cuando sobran las palabras? Juan Carlos Aragón Becerra (Cádiz, 26 de mayo de 1967) ya no está en cuerpo -su alma y sus canciones perdurarán más de mil vidas-. Se ha ido. Su gira con Bob Dylan se alargará más de lo querido. El Capitán Veneno consuma su asalto a los cielos tras haber conquistado el paraíso en la tierra, el corazón de Carnaval. De aquí a la eternidad.
Rebelde sin causa, niño malo, 'enfant' terrible... Golfo de Cádiz, millonario, ángel y príncipe de las tinieblas, el rubio mafioso , condenao arrepentío, peregrino. Inmortal. Juan Carlos Aragón es todo eso pero sólo es Juan Carlos Aragón. Representa como nadie nunca la dualidad de esta fiesta , las dos máscaras, la de la ironía y el sentimiento, la gracia y la pena. Por ello este ateo renegado de la Iglesia y amante de la filosofía, profesor interino de Secundaria , se ubica mejor que en el edén cristiano en ese olimpo de Dioses junto a Paco Alba , El tío de la tiza, Cañamaque y alguna otra deidad inolvidable.
Verdadero como la guerra y canalla como la gente , la lista de epítetos es interminable al igual que su creación, sublime y con innumerables recovecos aún por descubrir. En sus obras lo reconoceréis.
Juan Carlos Aragón, de la cosecha del 67
Aragón tenía que cumplir 52 años dentro de muy pocos días. Estudió en Salesianos y es de la quinta de autores como Antonio Martínez Ares y José Guerrero Roldán 'Yuyu'. Gran cosecha la del 67. Padre de dos niños, uno que enfila la adolescencia correteando por los locales de ensayo y otro que llegó hace apenas un mes.
Su infancia quedó marcada por la pérdida temprana de su hermano, tal y como muestra descarnado en varias de sus coplas. El Carnaval se convierte entonces en su bendición y su maldición, con épocas de éxitos y excesos por igual que forjaban su carácter gamberro, irreverente y desafiante, con todo y contra todos. Un personaje que resguardaba a una persona tímida e introvertida, lejos de la confianza que solía destilar.
Pese a sus primeros acercamientos al tango, Juan Carlos tiene madera de chirigotero . De juveniles saltaba para azuzar a un público adormecido con 'Un peasso coro'. Guasa de esas que te gustan menos cuando te toca a ti. 'Na más que vino, na más que vino' y se quedó con 'Los tintos de verano' , su primer gran golpe. 25 años de Carnaval , una broma ahora reescuchar aquel pasodoble en el que se felicitaba pues sólo le quedaban dos febreros para el Antifaz de Oro.
Recorrido enorme, primero con sus años de cajonazos, de 'Kadi City', 'Las Ruinas Romanas' y la primera final de 'Los guiris'. Antesala de 'Los Yesterday' , uno de los últimos pelotazos de la modalidad. Año 99, cambio de siglo y despedida del XX, que en paz reviente. Su nombre y su música resuenan por los cinco continentes en la voz de Alejandro Sanz , que exporta el arte de Cádiz en todos sus conciertos. «Sólo por esa mujer valdrá mi muerte más que mi vida».
Aragón, de la chirigota a la comparsa
El chirigotero que tiene el nabo como la ausente Torre de Preferencia tenía alma y duende en su poesía. Le empujaron (Ángel Subiela) a dar un salto que no se atrevía a dar. Y en la comparsa regaló obras maravillosas. 'Los condenaos', 'Los ángeles Caídos, 'Los americanos', nueva etapa con 'Los inmortales', 'El Golfo de Cádiz' y 'Los Parias'. Hermanamiento entre dos orillas con 'Araka la Kana', con la que promovió la capitalidad iberoamericana de esta ciudad . 'La Banda del Capitán Veneno', 'Los comparsistas se la dan de artistas', 'Noches de Bohemia' con cambio de grupo habitual, 'Los príncipes', 'La Sereníssima', 'Catastrophic Magic Band'... Una figura prolífica que alternaba la copla con la poesía ('La risa que me escondes') y el ensayo ('El pasodoble interminable', 'Los últimos versos del Capitán Veneno', 'El Carnaval sin nombre', 'El Carnaval sin apellidos', una trilogía que queda incompleta).
El ángel, cuando más alto volaba, sopladas sus alas por el fanatismo que rodea todo acto vital de trascendencia , cayó. Se estrelló contra el suelo y el golpe retumbó tanto que sonó en Alcalá de Guadaira, en todos los teatros de Andalucía menos en el Falla. Aragón desafió de nuevo al orden establecido y comprendió que, posiblemente, fue demasiado pronto. Es que todo lo que hizo, hasta el final, fue demasiado pronto.
Su última época es la más brillante. En lo carnavalesco con cinco comparsas fulgurantes, estelares. 'Los millonarios', 'La guayabera', 'Los peregrinos', 'Los mafiosos' y 'La gaditaníssima' . En su retorno a la chirigota, con 'Er Chele Vara' , su última gamberrada, su último golpe, un canto que es un fiel reflejo de su vida. Juan Carlos Aragón, muerte y resurrección.
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