VERANO

Joaquinito alegría irrumpe con fuerza en las noches de La Leo en Cádiz

La azotea del que fuera Spanish Galleon abre el ciclo de agosto con la fuerza y vitalidad de dos de los suyos y el gentil trato de Dani Amorós

Joaquinito Alegría y Leo Power, en plena actuación. L. V.

Alfonso Carbonell

De dulce. Una noche de dulce. Así lo pasaron los cerca de cuarenta aficionados al flamenco que acudieron el pasado miércoles a la azotea del que fue el hostal Spanish Galleon de la calle Sopranis. Ahí, en pleno barrio, las alegrías y los cantes de Cádiz se apoderaron desde el minuto uno de una terraza que disfrutó de lo lindo con la actuación de la anfitriona, Leo Power, y del cantaor Joaquinito Alegría, que como los buenos toreros llegó al acto en furgoneta y escoltado por una buena panda.... de amigos.

La tarde noche comenzó calurosa pero acabó de cine. No era para menos. A los preparativos, todo atado y bien atado para cumplir con las normas anti Covid , llevados a cabo por Leo Power y Dani Amorós, mascarones de proa de la AA.CC. Jaleo Power, no les faltaba un perejil con el fin único que todos los asistentes se sintieran como en casa. Y a fe que lo lograron.

Reducido el aforo de la azotea al 50% por las normas establecidas contra la pandemia, Dani Amorós, gran anfitrión , se afanaba en preparar todo antes de abrir los miércoles flamencos de agosto con la idea que siempre tiene en mente para extender al mundo desde Cádiz su flamenco fusión. "El tema es llevar el arte de Cádiz al mundo y traer lo bueno del mundo a Cádiz en todas sus vertientes", dice, junto a Leo Power, en lo que es el lema de esta humilde asociación cultural gaditana.

Pero este miércoles 5 de agosto tocaba y debía sonar Cádiz para abrir la VII edición del Galeón Flamenco. Y para ello, Leo se apoyó en la figura de Joaquinito Alegría, un gaditano de Loreto que lleva el cante en la sangre y que llegaba al barrio con "mucha ilusión por tener el privilegio de.... callar bocas". Y es que, por lo que se ve, en la tierra de la carga, a Joaquinito se le ha dado alguna en estos días previos a su actuación. Eso sí, a su favor, además de sus alegrías y un cante de Cádiz suelto pero que llega, el cartel de no hay billetes que la Leo tuvo que colgar días antes del gran día.

Joaquinito, que nació en el 71, ha crecido a la vera de dos padres flamencos que le llevaban a peñas como La Perla o la Tacita de Plata para estar con los mejores. Desde Chano Lobato a Juan Silva, pasando por Mariana Cornejo y muchos cantaores de Cádiz más. Pero él se acuerda especialmente de uno, el Kiki de Trille, al que le debe su doctrina sobre todos los palos del flamenco y la forma de usarlos. Aunque lo fuerte de Joaquinito, como su nombre artístico así lo define, son las alegrías.

Ataviado con el tipo de los Quemasangre del Selu, presente en la gran cita, Joaquinito comenzó como los grandes maestros, cantando. Acto seguido, emocionado, dedicó su arte al cadista Javi Jiménez, fallecido recientemente. Una vez pasado el mal trago, y apoyados por la excelente guitarra de Pablo Domínguez, La Leo Power y Joaquinito llevaron a cerca de cuarenta personas de la azotea del barrio a la luna de Cádiz, que no quiso perderse la salida a hombros de un Joaquinito descamisado y que puso el fin de fiesta tumbado y feliz como si estuviera en el salón de su casa. Y sí, calló bocas, pero las de fuera porque las allí presentes no pararon de corear su nombre.

Ya saben, todos los miércoles de agosto, La Leo Power y Dani abren su azotea para expandir arte y disfrutar del flamenco fusión y, sobre todo, de una magnífica compañía.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación