TRIBUNALES
«Mi hijo le tenía pánico a Don Javier»
Los padres de las presuntas víctimas del exdirector de Salesianos aseguran que es «imposible» que tantos menores se hayan puesto de acuerdo en dar una misma versión
El juicio al exdirector del colegio Salesianos de Cádiz por presuntos abusos sexuales y agresiones físicas a alumnos continuaba este lunes con la declaración de padres y menores , unos testimonios que se extenderán toda la semana. Así durante más de cinco horas, han explicado su versión de los hechos ante el tribunal de la Sección Tercera trece personas (entre mayores y menores de edad), incluyendo a algunas de las 27 presuntas víctimas, que lo han hecho a puerta cerrada.
El primer padre en tomar la palabra explicó que antes de que se conocieran los hechos estaba «al margen» de lo que estaba ocurriendo supuestamente con su hijo pero que le extrañó que tuviera que ir por las tardes al centro. Aún así, recordó algún episodio en el que el menor llegaba «tocado» del colegio. «Decía que le dolía pero que le había pasado en el patio... Luego descubrí que no fue allí».
Fue cuando el caso se conoció públicamente cuando saltó la alarma en su casa . Entonces, según su testimonio, el niño le reconoció a su madre haber participado con el sacerdote en alguno de los «juegos» . Como el 'abrazo del oso', que consistía en oprimir fuertemente con los brazos el cuerpo del menor levantarlo con brusquedad y soltarlo repentinamente. Entonces rememoró ante el tribunal otro episodio en el que su hijo, supuestamente participando en uno de estos juegos, se hizo un hematoma cuando «estando en el suelo, Don Javier le pidió a otro alumno que le diera una patada».
«Me llegó a decir que le pegara porque ya estaba acostumbrado», ha afirmado el padre de una supuesta víctima
«Mi hijo le tenía pánico a Don Javier. Era incapaz de dormir solo . Me llegó a decir que le daba igual que le pegara porque ya estaba acostumbrado», afirmó este padre quien asegura que su hijo ha cambiado de forma de ser, siendo ahora «más agresivo y contestón».
El padre lamentó que desde el centro no le pidieran nunca una autorización para que el niño se ausentara de clase y fuera al despacho, donde presuntamente se cometieron los delitos.
La defensa advirtió que este padre sí acudió una vez al citado despacho (que acreditó en sala con una grabación) por lo que puso en duda la credibilidad del testimonio. Para el abogado, este menor fue uno de los castigados sin ir a la excursión de fin de curso , lo que supuso para la defensa el principio del «complot» para sentar a López Luna en el banquillo. Además advirtió que el niño continúa en el centro y que no han presentado en la causa informes médicos que atestigüen que el menor precisó de ayuda psicológica.
Los créditos para faltar a clase
La siguiente en declarar fue la madre de otro menor. Según aseguró sí tenía constancia de que su hijo acudía al despacho del exdirector pero no se esperaba que «ocurriera eso». «No nos dijo nada, lo primero que contó fue a mi hermana y se lo escribió en un papel», afirmó.
Según el testimonio de este menor «tenía créditos para faltar a Matemáticas y a Sociales», es decir, formó parte del sistema supuestamente ideado por el exdirector para 'cobrar' en agresiones o abusos las ausencias a clase. «En el primer crédito no pasó nada pero al segundo Don Javier le dijo que había que cobrarlo por «guantazos y 'gold fish'», que consistía en «tirarle de los genitales fuerte», explicó.
La madre recordó en sala que un día el niño llegó con un moratón y un arañazo en el cuello. El menor le dijo entonces que se lo había hecho en el recreo, por lo que pensó que era algo normal en los juegos o peleas de niños. Hasta que su hijo «se volvíó más inquieto e impulsivo». «Creo que sentían en clase más crecido y amparados porque el director los sacaba de clase». Según explicó, los niños que iban al despacho «presumían» de ello.
«Los niños que iban al despacho presumían de ello. Se sentían más crecidos y amparados»
« Le recriminé a los profesores que no me lo dijeran . Saqué a mi hijo del centro porque no aguantaba la hipocresía de los profesores», expuso esta madre que dijo estar segura de que a su hijo «le han pasado más cosas que sé que no me va a contar».
A preguntas de la defensa sobre la supuesta creación de un grupo de Whatsapp para ponerse de acuerdo todos los denunciantes en dar un mismo testimonio, esta madre consideró tal versión «imposible» ya que, como advirtió, las declaraciones se han ido completando «una a las otras».
Más incrédulo a la versión dada por la acusación se mostró el tutor legal de uno de los niños afectados. Según dijo, este menor nunca vio «nada extraño» . Recordó que en una ocasión subió él mismo al despacho y se lo encontró con las puertas abiertas y los niños haciendo la tarea con normalidad. «Nosotros no teníamos internet en casa y la hacía allí», precisó. Sí aseguró que desde el centro nunca le explicaron que el niño iba al despacho del director.
«Saqué a mi hijo del colegio porque no aguantaba la hipocresía de los profesores»
Además confirmó que cuando se conoció el caso se creó «un grupo de Whatsapp para ir en contra de Don Javier» pero que se negó a participar. «Quieren que yo me coma el marrón», afirmó que le contó su hijo. La decisión, según dijo, le acarreó la inquina del resto.
Otro de los testimonios de este lunes fue la de la hermana de otro de los menores, también alumna del centro en el momento de los hechos, los cursos de 2011 a 2013. Según dijo ella sí sospechaba algo pero no que fuera tan «extraño», un recelo basado en varios episodios. El primero de ellos ocurrió un día cuando su hermano llegó a su casa «con moratones en la espalda y dijo que había sido jugando al fútbol». También recordó cuando tuvo que ir a recoger un premio (un MP3) que había ganado al despacho. «Mi hermano insistió en recogerlo él pero finalmente acudió ella junto a su novio, también alumno del colegio. «Cuando llegué a Don Javier se le descompuso la cara. Me dijo que no fuera más por allí». Además, contó que otro día, su hermano le dijo que iba a casa de un amigo a hacer un trabajo pero sin embargo lo vio a la puerta del colegio. «Cuando la Policía vino a mi casa supe que a mi hermano le había pasado algo con el director» .
Según explicó «el niño cambió» hasta que se le trasladó de centro. Y aseguró que no se han puesto de acuerdo en dar una versión concreta porque «nadie» se ha puesto en contacto con ellos.
La defensa llamó la atención sobre un grupo de Whatsapp creado para ir contra el exdirector y sobre el cambio de algunas versiones
La defensa del exdirector llamó la atención sobre que este menor cambió de versión durante la instrucción. Según su hermana, mintió porque no fue capaz de contárselo a su madre desde un principio.
Otro de los padres explicó que se trataba de «una relación de intercambio», en la que había «cates suaves». Sí fue más taxativo contra el colegio: «No supieron poner fin a esto», afirmó. Y lamentó que «el tutor supiera lo que ocurría y nosotros, no» . Otro de los padres sí dijo conocer la existencia de «juegos de manos» y que algunos alumnos podían saltarse las clases.
Como se recordará, la de este lunes es la segunda de las nueve sesiones en las que inicialmente está previsto que se desarrolle el juicio, en el que el tribunal escuchará los testimonios de un total de 73 testigos.
En la primera sesión, el acusado, aseguró que «jamás» agredió o abusó de los menores. Dijo que fue «un niño entre niños» porque su sistema educativo implicaba «cercanía» para ayudar a alumnos con «tendencia a la conflictividad» y con «necesidades especiales» en materia educativa.
Cabe recordar que la Fiscalía pide 38 años de cárcel para el exdirector del centro educativo por presuntos delitos de abusos sexuales y faltas continuadas de lesiones durante los cursos 2011/12 y 2012/13. La Junta de Andalucía ejerce la acusación particular en representación de un menor tutelado que supuestamente sufrió un delito de abuso sexual continuado, solicitando por ello dos años de prisión.