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«Con una hacienda propia recaudaríamos mucho más»
Jesús Rodríguez. Podemos

¿Cómo ve la salud de Andalucía?
En general, los recortes y políticas de austeridad aplicadas por todos los gobiernos que han defendido los intereses de las élites, han golpeado más duramente a aquellos territorios, como Andalucía, que venían de posiciones más vulnerables, más subordinadas y periféricas en la Unión Europea. Esto ha acentuado dicha posición subalterna y dependiente.
¿Cuáles son nuestras grandes fortalezas y los principales hándicaps en la región?
Nuestras fortalezas más importantes, nuestro potencial no desarrollado, están en nuestra situación geográfica como apertura de Europa al Mediterráneo y a otros pueblos, nuestros recursos naturales y culturales. En nuestro pasivo se encuentra un mal reparto de los recursos, un modelo político que pone lo público al servicio del interés de una minoría, así como un modelo productivo desarticulado, poco autocentrado, es decir con pocas relaciones entre sí en el territorio y muy dependiente de otras zonas del estado y de la UE.
¿Cree que se están dando respuestas desde la Administración andaluza a las necesidades de la provincia de Cádiz?
Ni a Cádiz ni a Andalucía. Después de décadas de autogobierno andaluz no hemos salido del furgón de cola en materia de desempleo, pobreza y desigualdad social. Tenemos cifras similares a las que teníamos en 1980.
Ahora que está sobre la mesa la formación del nuevo gobierno del país y se debate el modelo territorial, ¿qué papel debe jugar Andalucía en la construcción del nuevo modelo?
Si se pusieran encima de la mesa las balanzas fiscales nos daríamos cuenta que con una hacienda propia recaudaríamos mucho más. Hay numerosas empresas que producen aquí y tienen su domicilio fiscal en otras latitudes del estado. Lo digo porque tenemos que quitarnos ese discurso de que somos subsidiados por los demás. Necesitamos avanzar hacia un modelo federal, sin miedo a que los pueblos decidan sobre el vínculo que quieren tener en el territorio. Estoy convencido que la oposición feroz de medios de comunicación y partidos a que el pueblo se pronuncie democráticamente sobre el territorio es el miedo a que después pidamos que se decida sobre más cosas: energía, agua, transporte, vivienda, telecomunicaciones…todo aquello que hoy está en manos de unos pocos y que sirve para construir un modelo alternativo de país al servicio de su gente.
¿Qué espacio tiene el andalucismo en las políticas actuales?
La reivindicación de mayor soberanía de Andalucía tiene más sentido que nunca en un marco, el de la Unión Europea, que ha demostrado ser profundamente antidemocrático y cuya arquitectura institucional no permite construir un escudo social en favor de los pueblos. Grecia es el ejemplo. La construcción de un sujeto político defensor de las mayorías que entronque con las raíces culturales de nuestra tierra es imprescindible, pero sin caer en comunitarismos identitarios excluyentes.