CÁDIZ
La fotografía de Kichi provoca un cisma en la Policía Local de Cádiz
El mando intermedio que pidió al superintendente que investigara si el alcalde infringió las restricciones sanitarias en un bar ha sido expedientado y dice sentirse «perseguido»
La fotografía del alcalde de Cádiz, José María González Santos, Kichi, esta pasada Navidad en compañía de parte de su equipo y familiares en un bar de la capital sin cumplir supuestamente con las medidas sanitarias impuestas por la alerta sanitaria, continúa suscitando polémica.
Como se recordará, después de que hace unas semanas trascendiera esta imagen y el propio regidor la validara como cierta justificándose en redes sociales , sindicatos de la Jefatura Local, además de otros agentes que hablaron con este periódico, solicitaron al superintendente, Juan Manuel Padilla, que iniciara «las averiguaciones correspondientes» , por si era perceptivo, informar de este asunto al órgano correspondiente (la delegación de Salud de la Junta) como jefe que es de la Policía Local. Entendían, según manifestaron, que no podían seguir proponiendo para sanción a los ciudadanos si «se pasaba por alto» la supuesta negligencia de la primera autoridad de Cádiz y que, además, según la normativa, podía hacerlo.
Pues bien, un mando intermedio de la Jefatura que le solicitó directamente al superintendente que se abriera dicha investigación ha sido expedientado. Según él mismo ha relatado a este periódico, se trata de un expediente informativo (no disciplinario) en el que se le ha retirado el arma y también del servicio de calle, limitándolo de momento a labores administrativas. Este policía es un oficial que acumula veinte años de servicio y que tiene agentes a sus órdenes. En dicho escrito se dice que la causa de tal apercibimiento es que ha tenido una «grave desconsideración hacia un superior» , por lo que en unos días tendrá que informar sobre lo ocurrido y, una vez que se valore, se volverá a examinar su situación.
«Me sentí con la obligación moral y profesional de pedirle al jefe que se actuara. Le instaba a que buscara una solución para dejar a la Policía Local en el lugar que merece ante este asunto. Estaba recibiendo muchas quejas de compañeros desmotivados porque en la calle ya les decían que por qué multábamos a los ciudadanos y no al alcalde», explica. Y añade: «Hay normativa que regula que él como jefe del órgano del Cuerpo puede poner en conocimiento del organismo competente los hechos sucedidos. Lo permite el artículo 58 de la Ley de Procedimiento Administrativo en uno de sus epígrafes y así se lo hice saber. Solo tiene que informar para ver si se está o no ante una infracción, no denunciar, informar». E incide, «me he visto en la obligación de decirle que había una solución y el resultado tras enviarle unos correos y whatsapp ha sido que se han tomado represalias contra mí», denuncia.
«Me han tomado como cabeza de turco para callarnos a todos», lamenta el oficial expedientado
«Me siento perseguido. Recibí la notificación el día de Reyes argumentando además un cambio de actitud, algo que me sorprende cuando hace poco tuve una felicitación por su parte donde agradecía mi valía profesional y mi conducta ejemplar». «Simplemente como oficial me sentí en esa obligación de trasladar al jefe el malestar de los agentes y ahora, creo, que me han tomado como cabeza de turco y aviso a navegantes para callarnos a todos».
Este periódico ha contactado con el Jefe de la Policía Local, quien ha preferido que sea el Ayuntamiento el que informe sobre este asunto. Puestos, por tanto, en contacto con el Consistorio, han declinado hacer cualquier declaración hasta no conocer exactamente todo lo manifestado.
