TRIBUNALES
La Fiscalía pide investigar más a fondo uno de los presuntos abusos de Don Javier
Solicita a la Audiencia que remita al juzgado el testimonio que aportó durante la vista uno de los menores, presunta víctima del exdirector de Salesianos
La Fiscalía ha interesado la deducción de testimonio de la declaración realizada en sala el pasado lunes 16 de mayo por parte de uno de los menores que ha intervenido en el juicio contra el exdirector del colegio Salesianos. Entiende así el Ministerio Público que dicha declaración podría probar que el alumno ha sido víctima de un delito de abuso sexual a mayores de 13 años, y que su testimonio merece ser investigado de nuevo. Por ello en su escrito ha solicitado a la sala que traslade este asunto en concreto al juzgado que corresponda. Será la Sección Tercera tras analizarlo la que decida si procede abrir una nueva instrucción al respecto.
Si finalmente prospera la denuncia se abriría una nueva causa contra López Luna
Según marca la ley, para proceder por los delitos de agresiones, acoso o abusos sexuales, es necesaria la denuncia de la persona agraviada, de su representante legal o mediante querella del Ministerio Fiscal. Pero cuando la víctima es menor de edad, persona con discapacidad necesitada de especial protección o una alguien desvalido, basta con la denuncia de la Fiscalía. Además, en estos delitos, el perdón del ofendido o de su representante legal no anula la acción penal. Por tanto, si la Audiencia no enviara dicha declaración al juzgado, el Ministerio Público podría seguir valorando si presenta o no dicha denuncia. Para ello abrirían un expediente interno y se entrevistarían con el afectado y sus padres.
«Un niño entre niños»
El caso del exdirector de Salesianos causó un gran revuelo en la comunidad educativa gaditana. Se acusaba al sacerdote de cometer abusos sexuales y agresiones a 27 alumnos. Este jueves, el juicio quedaba visto para sentencia. «He sido un niño entre niños. Ése fue mi error», se explicaba el primer día la vista en la Sección Tercera FranciscoJavier López Luna quien ha mantenido su inocencia desde que se destapó el escándalo tras su detención el 16 de julio de 2013.
Durante nueve sesiones alumnos, profesores y personal del centro, entre otros, han pasado por la sala para dar su versión sobre lo que pudo o no ocurrir en el despacho del exdirector durante los cursos de 2011 a 2013. Todo comenzó cuando un estudiante le enseñó a su madre los Whatsapp que la noche anterior había recibido del exdirector. Escandalizada por ésta y otras comunicaciones por redes sociales que presuntamente López Luna mantenía con alguno de sus alumnos decidió pedir una reunión con el docente. A dicho encuentro acudió con un familiar quien ante las palabras del sacerdote le propinó un fuerte golpe.
Para estos familiares, se confirmaba su sospecha de la dudosa forma de actuar que, según los testimonios aportados en las denuncias, tenía Don Javier con algunos estudiantes del centro. Tal y como manifestaron acudían a su despacho y allí se realizaban «juegos» como peleas y otros de índole sexual a cambio de no acudir a clase o no hacer exámenes. Para el fiscal, un «sistema de créditos» ideado y creado por el propio DonJavier.
Después de la primera denuncia, llegaron al menos otras trece de estudiantes de entre 12 y 14 años que contaron que habían sufrido castigos corporales, tocamientos y amenazas del director.
Sin embargo, para la defensa todo responde a un complot que puso en marcha un grupo de niños conflictivos a los que se les castigó sin viaje de fin de curso. Uno de ellos se presentó al sacerdote el primer día de clase diciéndole:«Yo soy ateo y todos los curas son pederastas». Precisamente, como destacó el abogado de López Luna durante la vista, fue éste el menor que presentó la primera denuncia.
La opinión se dividió entre los partidarios del sacerdote y los que apoyaron las versiones de los denunciantes. Ahora, cuando se conozca la sentencia, en las próximas semanas, se conocerá el final de este difícil caso.
De la cercanía al «sadismo sexual»
«Por favor, estamos hablando de niños», decía una de las madres que esta semana testificaba en el juicio que se ha seguido en la Audiencia contra el exdirector de Salesianos. Y precisamente, por eso, porque son niños el trato con ellos debe ser medido, controlado y siempre transparente para sus padres. López Luna justificaba en sala que su cercanía, su trato de «tú a tú» y de camadería con sus alumnos, se debía al método educativo salesiano que seguía. Que el darles quizá demasiada confianza fue lo que le llevó a estar sentado en el banquillo por la venganza que tejieron algunos de ellos contra él. Sin embargo, desde la acusación se plantea que dicha cercanía y su forma de tratar con los menores a través de esos juegos «raros» no tendría otra explicación que la sexual. Es más, la Fiscalía considera que el comportamiento del exdirector responde al perfil de una persona que practica «sadismo sexual», es decir, que se excita con el sufrimiento del sometido.