MUERE EL NOTARIO FEDERICO LINARES

Ramón Sánchez Heredia: «Federico, una gran persona»

El letrado y hermano mayor de Ecce-Homo recuerda la figura del notario Linares Castrillón, fallecido a los 83 años

La Voz

El abogado y hermano mayor de Ecce-Homo, Ramón Sánchez Heredia, recuerda la figura comprometida del abogado gaditano Federico Linares Castrillón, fallecido esta madrugada en Cádiz a los 83 años.

«En esta sociedad actual, sobresalen las buenas personas pues en este mundo que vivimos nos son muy necesarias. Esas personas que siempre tienen una sonrisa en sus labios, van siempre con una sencillez evangélica y siempre dan un empujón para subir las cuestas de la vida, personas positivas y que dan esperanza. Son los que dejan huella.

Uno de ellos es Federico Linares Castrillón , un gran gaditano aunque nacido en Vejer de la Frontera y un seguidor profundo de Jesús Nazaret. Como hombre culto, le dolía que nuestra ciudad estuviera en sus horas bajas y siempre tenía la esperanza que volviera a ser lo que fue, por ello colaboraba en todo lo que podía, desde el carnaval, el Cádiz CF o el flamenco

Federico no se quedaba en el mundo de las ideas, si no que pasaba a la práctica, colaboraba en lo social sobre todo, como cristiano, con una opción preferencial por los pobres de nuestra ciudad. Junto a su amigo, el desaparecido sacerdote Alfonso Castro, montaron iniciativas que se hicieron realidad, como fueron esas cooperativas para jóvenes de esas zonas más deprimidas de Cádiz u otra iniciativa como El Madrugador, donde se acogía, se acompañaba, se daba esperanza a aquellos necesitaban que se les tendiera una mano para evitar o salir de la marginalidad, como aquellos que cumplían en el Centro Penitenciario de Puerto II. Además, consiguieron formar un grupo de personas desinteresadas, en su mayoría gaditanos, que movilizaron en tiempos muy difíciles.

Federico era notario, pero no se quedaba solamente en serlo, sino que lo utilizaba socialmente para abrir puertas o por lo menos para que se le escuchase. Él, con su humildad, trataba de que la voz de los que no se les escucha llegue y se comprenda; siendo él instrumento para transformar nuestra sociedad.

Su familia notará su falta, sobre todo su esposa María José, una gran mujer que siempre lo apoyaba, pero deben de pensar en la alegría que deben de tener por el gran esposo y padre que han tenido

Ahora Federico ha subido para estar con el Padre, ya esta con Alfonso Castro y con tantos que lucharon por construir, aquí y ahora, el Reino de Dios. Son los signos y testimonios evangélicos que tanto necesitamos todos».

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