Cultura

El Falla celebra cien años de orgullo flamenco con David Palomar y Javier Osuna

El primer teatro gaditano recibe este sábado la recreación, musical y escénica, del histórico Concierto de Santa Cecilia con el que el cante jondo empezó a salir de la oscuridad y la incomprensión

David Palomar, en una actuación el pasado mes de agosto, en Cádiz. ANTONIO VÁZQUEZ

P. L. G.

El mayor templo de la cultura gaditana es el mejor escenario posible para celebrar la mayor expresión musical de Andalucía (y parte del universo): el Flamenco. El Gran Teatro Falla acoge este sábado una celebración y una reflexión en forma de espectáculo.

La conmemoración rinde tributo al concierto flamenco organizado por la Real Filarmónica de Santa Cecilia, un 18 de junio de 1922 , en su sede, en Cádiz. Fue un evento casi paralelo, menos reconocido pero esencial, a otro hito artístico. Sólo unos días antes se celebraba el célebre Concurso de Cante Jondo de Granada, cuyo principal organizador fue Manuel de Falla, junto a Federico García Lorca, Ignacio Zuloaga y otros intelectuales.

Estos dos espectáculos supusieron el primer gran salto del flamenco en toda su historia. Estrenaba el paso de la clandestinidad y la marginación, de la sospecha y la oscuridad minoritaria, a los grandes escenarios, al gran público, a los espacios que le corresponden por derecho como arte. Para festejar (con muchos elementos y sentimientos además de alegría y nostalgia) este paso fundamental llega al Falla una detallada recreación musical y teatral de aquella cita. Sucederá exactamente, cien años después. Este sábado.

«El 18 de junio de 1922 se produjo en Cádiz un acontecimiento de enorme relevancia para el arte flamenco. Falla se encargó de la realización —y del coste económico— de un concierto flamenco en su Cádiz natal, el cual se celebró en la Real Academia Filarmónica de Santa Cecilia, cuatro días después del certamen granadino«, detalla Javier Osuna, el mayor historiador del Flamenco y el Carnaval en la capital gaditana, director y coautor de esta recreación artística.

«A diferencia de Granada, donde no se permitió el concurso a los cantaores profesionales —verdaderos custodios y conocedores de los repertorios jondos—, en Cádiz se hizo un concierto sin carácter de competición y se recurrió a una de las casas cantaoras más preclaras y fértiles de la historia del arte flamenco: la de Enrique el Mellizo (1848-1906), ya que Picardo contactó con los dos hijos del Mellizo (Antonio y Enrique), ambos, cantaores como su padre y depositarios de la más jonda y prolífica escuela flamenca«, detalla el director.

Fragmento del cartel de la cita de este sábado en el Gran Teatro Falla. LA VOZ

«El resultado fue todo un éxito y un extraordinario acierto. Cádiz logró acoger un recital de cante de una enorme riqueza y variedad, con estilos de otras casas cantaoras locales (Curro Dulce, Andrés El Loro, Tomás El Nitri...), así como romances de la tradición oral, de tipo épicos e históricos, inhallables en otros lugares del mundo hispánico; ni siquiera entre los judíos sefarditas, como refrenda la principal autoridad en corridos, Luis Suárez Ávila, que sólo los gitanos de la Bahía de Cádiz y los Puertos conocían, como la nana moruna y la giliana«, detalla para acreditar el valor histórico de aquella cita.

Javier Osuna ensalza un siglo después la tarea del promotor de aquella cita histórica que este sábado revive en el Falla. «Dice mucho de Álvaro Picardo y del concepto que tenía del Flamenco. Sabedor de que el hijo de un gaditano ilustre y padre de los poetas Antonio y Manuel Machado, Demófilo, ya había estudiado el cancionero flamenco en el último tercio del siglo XIX, dándole, con sus trabajos recolectores, la consideración antropológica que el género merecía «.

La crítica de 'El Noticiero Gaditano' publicaba un día después de aquel 18 de junio de 1922 da fe del triunfo: «Sólo con la garantía de un genio artístico como el de Falla podía lograrse el milagro de la dignificación del cante jondo. Álvaro Picardo levantó los cortinones de la puerta grande de Santa Cecilia, la casa solariega del bel canto y el Flamenco hizo su entrada triunfal, ante la mirada expectante y curiosa de aquellos hombres benefactores del arte que, desde los óleos de la sala de música, pregonan la pleitesía de los que viven«.

Osuna admite la relevancia del Concurso de Granada que se celebró apenas horas antes del concierto gaditano: «Por razones obvias fue el certamen más importante y mediático. Un año después lo secundó Huelva con otro concurso de gran señalamiento. Pero la verdad es que se ignoraba muchísimo que Cádiz organizó un evento de mucha envergadura, a través de Falla y sus contactos en la capital gaditana, en aquel importante 1922 para el Flamenco. Las consecuencias fueron decisivas para el desarrollo y devenir de nuestro arte» comenta Osuna para tratar de ordenar la trascendencia de cada cita en Andalucía.

Para recrear, a modo de 'Guerra de los mundos' musical y jonda aquel concierto crucial, el Gran Teatro Falla acogerá un gran elenco. No sólo habrá flamenco. La obra cuenta con escenas dramatizadas, dialogadas, para dar vida a ese día de hace cien años. Manuel Sánchez es coautor del libreto junto a Javier Osuna. Antonio Jiménez 'El Mellizo' será interpretado y cantado por David Palomar . Enrique Jiménez 'El Morcilla' será Jesús Méndez . Rafael Rodríguez, Javier Galiana, Luci Vera, Juan Antonio Álvarez, Juan José Jaén 'El Junco' y Paco Reyes completan el grupo de cantaores y actores. El papel de presentador de sala, con voz en off, lo asume Paco Castro .

Esta obra ha contado con el asesoramiento estilístico de los cantes de Ramón Soler , la puesta en escena es de Antonio Castaño , el diseño es de Arantxa Morales y la producción de Inés Merchán .

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