Obituario Paco Sanz

Se va la eterna sonrisa en chándal del colegio San Felipe Neri de Cádiz

Fallece Paco Sanz, un enamorado de su colegio, del baloncesto, de la Semana Santa, de la fotografía y de la vida

Paco Sanz, con su chándal del colegio San Felipe Neri. l. v.

Alfonso Carbonell

Se ha ido como vivió, sin hacer ruido, pero dejando una huella profunda en todos los mundos que tocó, que fueron pocos pero suficientes para completar una vida llena. Su baloncesto, su colegio, su Semana Santa y su fotografía . Cuatro palos, como los de los pasos que tanto cargó e inmortalizó, y en los que fundamentó su pasión por la vida. Se ha ido unas de esas personas con las que da gusto encontrarse cualquier día a cualquier hora. Callado, educado, atento y siempre escuchando. En definitiva, se ha ido un hombre de paz .

Paco Sanz Lustres trabajaba como administrativo en el colegio San Felipe Neri , una comunidad educativa que vive consternada desde la fatal noticia. Hacía tan poco por dar guerra que hasta en su adiós ha dejado petrificado a unos amigos que solo le recuerdan sonriendo, con su chándal, con su balón o con su cámara. Servicial como nadie, pasaba lista en el comedor del colegio y arrimaba el hombro allá donde pudiera.

Fue coordinador de baloncesto de San Felipe Neri y en los últimos años se centró en su equipo femenino, con el que ganó un oro en una de las últimas Olimpiadas Marianistas. Como honra a su entrega, su colegio no dudó en hacerle último portador de la llama olímpica en las últimas Olimpiadas celebradas en Cádiz. El pabellón fue un clamor al verlo entrar con su antorcha. Si había alguien que se lo merecía, ese alguien era él.

Enamorado de su tierra, viajaba poco. Lo mínimo e indispensable para ir a ver a Sevilla la imagen de la Soledad de San Lorenzo , que lo tenía enamorado. Pero hubo más amores por los que hacía kilómetros. La fotografía, esa por la que dejó a otra de sus novias, la carga cofrade . Era hermano del Prendimiento , una hermandad que llora su muerte en la persona de su amigo Rafa Galeano, hermano mayor de esta cofradía del Mentidero y apasionado a su vez del baloncesto.

Pero a Paco le gustaba la carga . De siempre. Era uno de los espejos titulares de los hermanos Paco y Tomás Martín , los Mellis, que cuando se han enterado de su fallecimiento no dan crédito. Cargó con ellos Borriquita, Cigarreras, La Palma o Mayor Dolor . Pero entre el baloncesto y la fotografía no podía estar en todo y cambió de fila. Dejó la carga y se pasó a la fotografía cofrade , pero no dudó en servir a sus hermanos un Miércoles Santo que él echaba fotos por Cádiz y los hermanos Martín le pidieron ayuda. No se lo pensó. Colgó la cámara, se puso el chándal y volvió a meterse para que Cigarreras no tuviera el más mínimo problema .

Vivía con pasión todo lo que hacía. Porque a Paco le gustaba la fotografía hasta el punto de salir de su Cádiz. Se apuntó a un curso del fotógrafo profesional Manuel Esteves, al que acompañó a Noruega a unos días intensivos de formación sobre fotografía de naturaleza. Cambió por una semana las imágenes sagradas por auroras boreales, nevadas, amaneceres en los fiordos... Había que mejorar y mejoraba . Su maestro, el portugués Esteves, está en estado de schok. Como lo estamos todos, Paco.

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