CRISIS DEL CORONAVIRUS
Estudiantes gaditanos se prestan a ayudar a las personas mayores durante el confinamiento
Inés Carretie es una de estas jóvenes que se ofrece para «hacer la compra, tirar la basura o lo que se necesite» en el Barrio de Bahía Blanca

El estado de alarma en el que se encuentra sumido nuestro país ha obligado a la gente a cambiar su forma de vida y sus rutinas . Los bares y restaurantes permanecen cerrados, las clases en los colegios, institutos y universidades se han cancelado y sólo se puede salir a la calle por motivos de fuerza mayor o para comprar bienes de primera necesidad.
El confinamiento en las casas y la disponibilidad de un tiempo libre que habitualmente no se tiene está agudizando el ingenio de una sociedad que en su mayoría está demostrando estar a la altura de las circunstancias con un gran sentido de la responsabilidad y la solidaridad ante la crisis sanitaria del coronavirus COVID-19.
Los estudiantes son uno de los colectivos que han visto trastocado por completo su día a día. En Cádiz, algunos jóvenes están demostrando su calidad humana prestándose a ayudar a las personas mayores o aquellos que, por alguna razón, no pueden salir a la calle a cubrir las necesidades básicas.
Este es el caso de Inés Carretie . Está joven de 20 años ha colocado un cartel en el hall de su vivienda ubicada en la Barriada de Bahía Blanca en el que se presta para «hacer la compra, tirar la basura o lo que se necesite a personas mayores o de riesgo, obviamente cumpliendo las normas de seguridad».
Esta estudiante del Grado de Diseño y Creación Digital ha explicado a este periódico que «la idea se me ha ocurrido porque mi abuela vive lejos de mi y obviamente, yo no puedo ir a hacerle la compra o ayudarla en nada. Por eso pensé que ojalá alguien de su edificio, sobre todos los jóvenes, se prestaran a ayudarla ».
«En mi edificio hay muchas personas mayores. Puse el cartel para que supiesen que yo estoy dispuesta a ayudarles en lo que pueda. Obviamente todos estamos expuestos al contagio pero no estamos en tanto riesgo como están las personas mayores», señala esta joven. Y es que el grupo de población de mayor edad o con alguna patología previa es precisamente el más afectado y en el que el coronavirus COVID-19 tiene un mayor índice de letalidad.
Desde que colgó el anuncio en el bloque, ya ha habido un par de personas que se han puesto en contacto con ella para ver si podía ayudar a sus abuelas a tirar la basura o hacer la compra: «Me han dicho que en cuanto necesiten algo van a contar con mi ayuda».
Formación online
Esta joven estudiante continúa durante estos días de confinamiento con su formación de manera telemática, aunque reconoce que la dinámica de estudio no es igual que antes de esta crisis sanitaria: «Nosotros tenemos clases y tengo que hacer entregas de manera online, aunque con una mayor amplitud de plazos que habitualmente».
La inquietud y vitalidad de los más jóvenes los convierte también en el grupo de población al que más cuesta arriba se le hace pasar tantas horas confinados en el domicilio. Como Inés Carretie, muchos de ellos están aprovechando para realizar tareas pendientes e incluso para adentrarse en otros mundos hasta ahora desconocidos como puede ser la cocina o las manualidades.
«Llevamos pocos días de cuarentena y la verdad que por ahora no lo estoy llevando mal. Estoy dedicando el tiempo a leer, a ver series, a ayudar a mi madre y a experimentar en la cocina. Yo lo estoy llevando bien pero entiendo que habrá muchas personas a los que les esté costando más esta situación».