MUNICIPAL

¿Está el enemigo? que se ponga

El Ayuntamiento critica a un banco por falta de diálogo tras mandar a un mensajero con una carta que recibió un empleado de una sucursal

Varios de los afectados, manifestándose ante el Ayuntamiento.

JOSÉ LANDI

Hay que salvar una distancia oceánica pero sólo numérica, cuantitativa. Esencialmente, es lo mismo. Como salvar un conflicto con un avión de papel, con una pelotita encestada por una ventana . Viene a ser como enviar una carta al cuartel más cercano para detener una guerra. Un cabo cumplidor aparca el sidecar y se baja polvoriento. Saca una banderita blanca y entrega las capitulaciones al sargento de guardia, que ronca plácidamente en la garita, con la boca llena de moscas.

¿Está el enemigo? que se ponga. Miguel Gila que está en los cielos paganos de los que hicieron reír le sacaría una docena de textos al caso . Como si los agricultores españoles, para detener a las hordas de franceses que volcaban camiones en la frontera, hubieran entregado un telegrama pidiendo diálogo en una frutería de Perpiñán. Por si cuela. Por probar. Es un principio. Llevamos buena intención. El ‘no’ ya lo tenemos.

Un caso similar, por candoroso, fue el protagonizado este jueves por la concejala de Asuntos Sociales, Ana Fernández . Emitió una nota en la que critica «la falta de diálogo del Banco Santander» a la hora de resolver el caso de la la corrala de la Bahía, en la que varias familias con niños subsisten sin luz ni agua tras okupar un edificio de viviendas vacío en la avenida de Portugal. Para censurar la actitud del banco propietario del inmueble, declaraba ayer que «ni siquiera se ha querido hacer cargo de la carta enviada desde este Ayuntamiento para iniciar conversaciones».

«Se procedió al envío a través de mensajería a la sucursal de Columela, 4 que devolvió la carta aunque esta vez abierta»

A la posible sensatez del propósito, le sigue la descripción del método. Nada de reuniones entre ediles y directivos, nada de un encuentro con acta y pactos vinculantes, nada de teléfonos, ni contacto personal y cosas claras, a la cara. La escena la firmarían sin rubor Berlanga y Azcona, resulta irresistible la tentación de recordar a Cassen atribulado en el reparto, con el motocarro. A López Vázquez despachando otra jornada fastidiosa en la mesa del banco en el que trabaja . Y es que Fernández detalla que la carta con el acuerdo plenario, en el que se pide diálogo y soluciones al banco, se envió «a la sucursal de Columela, 4 en Cádiz». Sin pudores, la concejala explica que «se procedió al envío a través del servicio de mensajería de Ayuntamiento quien a su vez devolvió la carta aunque esta vez abierta».

Afirma Fernández que «según nos relató el trabajador de la empresa», el mensajero, «al entregar la carta en el Banco Santander, tal como la abrieron la leyeron y la devolvieron argumentando que eso no les correspondía a ellos». No hay detalles sobre quién abrió el sobre. A ver si fue un cliente que estaba esperando a ser atendido en una mesa o un becario cohibido...

Podría ser un clásico del humor de no ser porque las familias siguen esperando, sin luz, sin agua, sin ingresos ni esperanza allí en la avenida de Portugal.

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