SUCESOS
«El error es grave y así hay que reconocerlo»
Agentes de la UDYCO admiten que entraron por equivocación en el piso de otros vecinos cuando iban a detener a un activo 'camello' en el barrio de Loreto
La confusión duró apenas unos instantes y la afectada ha aceptado las disculpas de los policías y no interpondrá ninguna denuncia
![Bloque en el que entraron los policías.](https://s3.abcstatics.com/media/provincia/2020/10/05/v/puntook-k1WE--1248x698@abc.jpg)
Cuando los policías van a entrar en una vivienda donde se supone que hay una persona sospechosa de cometer delitos, sea cual sea, la tensión es manifiesta . Evidente. La actuación tiene que ser siempre rápida, aunque muy cautelosa. No sabes qué puedes encontrar al otro lado de la puerta. Si el investigado estará armado, si no, si intentará escapar, si está solo o acompañado, si hay menores en el domicilio... un abanico de posibilidades que muchas veces se resuelven ya una vez que entran por lo que tienen que estar siempre en guardia sobre lo que pueda ocurrir. Y en esos breves instantes también hay lugar para los errores . Fallos que no suelen ser habituales por el trabajo previo que se realiza antes de una entrada y registro pero que en momentos de alta presión pueden darse.
Y eso es lo que ocurrió el pasado 24 de septiembre a eso de las siete de la mañana en la barriada de Loreto, en Cádiz. Agentes de la Policía Nacional irrumpían en la vivienda equivocada cuando iban a desarticular un punto de venta de droga muy activo , un lugar de compraventa de estupefacientes al menudeo que tenía hartos a los vecinos debido al continuo trasiego de toxicómanos que había por la zona a cualquier hora del día o la noche. Ellos mismos habían hecho pintadas en la pared alertando de este problema, señalando al supuesto culpable.
Sin embargo la actuación, que ha acabado con este 'camello' en prisión, que, según fuentes oficiales, vendía importantes dosis del dañino 'rebujito', y que ha estado dirigida por la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de la Comisaría provincial, ha quedado en parte empañada por esta equivocación . Los agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) entraron en un primer momento en la casa de otros vecinos que nada tienen que ver con la venta de drogas, sino que más bien lo sufrían a diario. Los policías iban a acabar con esa pesadilla que estaban padeciendo los afectados, como hacen constantemente en su lucha contra el narcotráfico , pero partieron la puerta que no era. Se marcó por error otra.
Según todas las versiones que han dado los que participaron en el operativo y también la propia afectada, la confusión duró apenas unos instantes. En cuanto se percataron del fallo, salieron y se dirigieron al punto que perseguían, deteniendo al sospechoso, incautando la droga que tenía preparada para vender en su domicilio y aportando todas estas pruebas al juez, que lo envió de inmediato a la cárcel.
Desde el primer momento, la UDYCO ha admitido y reconocido este fallo humano a preguntas de este medio, «se rompió una puerta equivocada, con los consiguientes daños y perjuicios, no solo materiales, que se ocasionaron a la señora que en ese momento se hallaba en su domicilio y a su padre, que llegó con posterioridad», afirman. «El error es grave y así hay que reconocerlo», por lo que reiteran sus disculpas a los afectados . Asimismo, los policías han querido agradecer «la comprensión mostrada en todo momento por estas personas hacia los agentes. No hubo ni gritos, ni ninguna situación agónica».
Como aseguran, «este tipo de intervenciones, en ocasiones, colocan a los policías ante situaciones límite, donde se pone en juego la seguridad de los actuantes y de terceras personas» . Y añaden: «las entradas y registros se realizan siguiendo un protocolo de seguridad establecido y entrenado, que realiza un equipo de la UPR, unidad ajena a la investigación de la UDYCO».
«Así, actuando en la oscuridad y contra un sujeto desconocido, pues se investigaba por primera vez y desconociéndose su posible reacción, se extremaron las medidas de seguridad, por la que en el momento de la entrada se procedió a engrilletar a la señora a la voz de Policía», prosiguen. Según aseguran, la mujer «apenas permaneció inmovilizada unos instantes , tal vez un minuto, hasta que los investigadores se percataron del error y se recondujo la actuación hacia el domicilio del presunto traficante».
También explican que los hechos tuvieron lugar justo en la entrada de la vivienda y que en ningún momento accedieron más ni registraron la casa, y que la demanda planteada por los afectados «no va a más allá de una reclamación por los daños y perjuicios ocasionados, los cuales serán resarcidos por el seguro del Ministerio del Interior, que cubre este tipo de actuaciones de la Policía Nacional».
«Nadie me tiró ni me hizo daño»
Por su parte la vecina afectada ha querido confirmar esta versión dada por los policías y ha agradecido el trabajo que han realizado. «Nadie me tira, ni me hacen daño, ni registran mi casa, ni entran perros, ni hay una situación agónica como bien dice la Policía. Cuando descubren el error, acceden a la otra vivienda, proceden al registro y detienen al sospechoso», afirma.
«La Policía y la secretaria judicial, por supuesto nos piden disculpas ante los hechos y nos explican cómo se subsanarán. Ni hay una demanda, ni se está redactando, ni hay intereses espurios ». Según explica han recurrido a un abogado pero para informarse de los trámites que tienen que seguir para que se les arreglen los daños de la puerta. «Ni hemos pedido que rueden cabezas, ni nos victimizamos». «No nos parece oportuno ni necesario crear un drama de un hecho que no va más allá».
Por su parte, sindicatos policiales como Jupol y la UFP han querido también salir en apoyo de sus compañeros alabando la complicada labor que realizan en la lucha diaria contra el tráfico de drogas. « Somos humanos , en ocasiones nos equivocamos y cuando eso ocurre se pide disculpas y se intenta reparar el daño», afirman desde Jupol.
Desde la UFP se respalda también a los policías actuantes y lamentan que se pueda señalar de «manera injusta» a sus compañeros cuando han admitido la equivocación desde un primer momento y pedido disculpas. Además manifiestan que inmediatamente después de los hechos, se procedió a la apertura del correspondiente expediente de resarcimiento por los daños causados. Y recuerdan que justamente «ese mismo día, sin ir más lejos, sufrieron un accidente provocado por una furgoneta que huía cargada con mil kilos de hachís, tras un alijo en la zona de La Casería y fueron precisamente miembros de la UDYCO quienes terminaron por localizar la droga y a los conductores».
Al margen de esta situación que por supuesto no ha sido del agrado de los agentes, el detenido, al que llevaban tiempo investigando, fue debidamente arrestado por tráfico de drogas. El sospechoso estaba 'especializado' en 'rebujo', la mezcla explosiva de cocaína y heroína que genera una rápida y severa adicción entre sus consumidores , presa fácil de este tipo de delincuentes que se enriquecen a costa de su dependencia. En el domicilio de esta persona encontraron más de 12.000 euros en efectivo sin que le conste actividad laboral alguna.
Además, este punto de venta de droga había generado una situación preocupante de inseguridad en el barrio con robos y peleas continuas, una circunstancia de riesgo y peligro que estaban padeciendo todos sus vecinos y que, por el momento, ha quedado solucionado.
Noticias relacionadas