Cádiz

«En el divorcio, los padres deben hacer ver a los niños que nunca dejarán de ser papá y mamá»

La psicóloga Nazaret Martínez detalla la mejor manera de afrontar con los hijos una separación

Andres G. Latorre

No hay nada más triste que un niño triste salvo, quizás, un adulto impotente por ver cómo el que está en ese estado es su hijo. Pocos trances puede afrontar una pareja más duros que el de la separación con hijos de por medio. Sobre todo porque, como a ver cómo los padres se separan, nadie está entrenado. Sin embargo, hay pautas que hacen este trance más llevadero y que evitan unas dosis de dolor innecesarias. Nazaret Martínez Mollinedo, responsable del Grupo de Evaluación Psicológica Forense de la Delegación de Cádiz del Colegio de Psicología de Andalucía Occidental y vocal de la División de Psicología Jurídica del Consejo General de la Psicología ofreció el pasado jueves una charla en Diputación sobre cómo afrontar este trance. Su alocución se enmarca dentro del ciclo que está llevando a cabo la entidad cada jueves en Diputación, en la que trata de llevar aspectos de la psicología al público en general. La pasada semana, incluso, tuvo continuación el viernes con la jornada de ‘La noche de la psicología’ en el castillo de Santa Catalina.

- ¿Cómo se le comunica al hijo, o a los hijos, que los padres se van a separar?

-Aunque comunicar la nueva situación familiar que ocurrirá es un proceso con un coste emocional importante, la mejor forma para hacerlo es con ambos progenitores explicando la misma versión, dando espacio y tiempo a los niños para que asimilen la información. Ambos padres deben dejar muy claro a los hijos que, lo que cambia es la organización de la familia, pero que siguen siendo papá y mamá, y ellos, sus hijos. Afortunadamente, se ha incrementado la conciencia de los padres acerca de la importancia de este hecho y de cómo reducir su coste emocional.

- En muchos casos, los padres van adelantando la noticia.. .

-Es un error. No hay que comunicar a los niños anticipadamente lo que va a ocurrir, deja espacio a que puedan autoinculparse y vivir con más ansiedad. Hay que tener en cuenta la etapa evolutiva en la que estén, si hay hijos mayores, se podrá tener una conversación más profunda con ellos.

-El niño puede desarrollar sentimiento de culpa respecto al proceso de separación, ¿cómo puede evitarse?

-Es muy frecuente que los niños piensen que la separación se ha producido por haber causado peleas y conflictos en casa por su mal comportamiento, mal rendimiento académico… Hay que aclarar a los niños que los motivos por los que sus padres se separan están relacionados con ser esposo y esposa, y no padre y madre. Cambia el rol de esposos, no el de padres.

Colaboración de los dos padres

-¿Cómo debe actuarse cuando se percibe que el niño culpa de toda la situación a uno de los padres?

-Para poder resolver este comportamiento se necesita la colaboración de los padres y del entorno familiar, ya que crecer con el rechazo hacia un progenitor implica un daño psicológico en el menor que debe ser tratado, además de restaurar el lazo con el progenitor rechazado. Sin embargo, esta situación de rechazo hacia uno de los progenitores debe ser examinada ya que detrás de estos rechazos puede haber situaciones de maltrato hacia el menor, de exposición a violencia ante terceros o situaciones de negligencia en el cuidado.

«Crecer con el rechazo a un progenitor implica un daño psicológico en el menor que debe tratarse»

-Muchos padres dudan sobre cómo deben dirigirse a su expareja delante de los niños, ¿cuál es la mejor manera de hacer referencia al que sigue siendo el padre o madre del niño?

-Es tan importante la palabra con la que se menciona, como la actitud con la que se hace. Lo mas natural a la hora de hablar con los niños es referirnos al otro progenitor con el rol que desempeña; aunque la pareja ya no esté unida, los padres seguirán siéndolo, así que, papá o mamá son una adecuada elección, y si lo hacemos con una actitud positiva, o, al menos, neutra, no transmitiremos a los menores los sentimientos negativos.

-Hay expertos que aconsejan que los niños no cambien de casa, que sean los padres los que se desplacen, ¿qué opina de esa medida?

-Excepto en casos muy extraordinarios e inusuales, esa medida, a la larga, solo trae mayor confusión y conflicto, ya que se genera una situación irreal, en la que los niños y la casa van unidos. En la mayoría de las ocasiones, incrementa el conflicto, y no ayuda a cerrar esa etapa.

-¿Hasta qué punto una separación puede dejar secuelas posteriores en el adulto? ¿Cómo pueden prevenirse?

-Las separaciones matrimoniales dejan huella emocional, no sólo por el hecho de la separación en sí misma, sino por todo lo que conlleva asociado de disputas entre adultos, implicación de las familias extensas, exposición de los menores a conflictos entre los padres... Es decir, mayor impacto emocional tendrá en los niños que luego serán adultos una separación conflictiva en la que los progenitores emplean sus energías y esfuerzos en mantener el conflicto, que en minimizar el impacto de los conflictos sobre la vida de los hijos. Un factor que protege a los hijos y minimiza el impacto emocional de la ruptura entre sus padres es mantener , en la medida de lo posible, la misma vida y rutinas que mantenían antes de la separación. Me gustaría resaltar la importancia que puede tener la familia cercana como regulador del impacto emocional sobre los hijos durante la separación de los padres, ya que, aunque los adultos en conflicto pueden pasar un largo período de tiempo desajustados, es la familia extensa (abuelos, tíos, primos…) la que puede ofrecer a los niños ese colchón emocional.

«Los psicólogos detectamos la necesidad de implantar talleres que ayuden a llevar el proceso»

-¿Cuándo es conveniente acudir al psicólogo en un proceso de separación?

-Lo ideal es que, en el momento que una pareja decide separarse, ambos acudan a un psicólogo colegiado, con experiencia en el manejo de conflictos entre padres separados y las especiales características de la relación entre separación matrimonial, efectos en los hijos y conflictos legales para ser asesorados. Además, los psicólogos forenses realizamos evaluaciones periciales psicológicas que pueden arrojar luz a la hora de tomar decisiones acerca de la idoneidad de los progenitores, las modalidades de custodia, los regímenes de visita adecuados, etc… Los psicólogos forenses detectamos cada vez más, la necesidad de implantar talleres y cursos sobre aprender a separarse bien, ya que muchas de las cuestiones que evaluamos y tratamos podrían minimizarse con una adecuada formación de los padres.

El trabajo que desarrollan los miembros del Grupo de Evaluación Psicológica Forense, al que pertenece Montserrat Martínez y compuesto en su mayoría por peritos psicólogos, busca dar respuesta a las peticiones de los diferentes operadores jurídicos, realizando estudios periciales psicológicos de los diferentes ámbitos del derecho, tanto civil, penal, social, menores o, incluso, canónico. Además, el grupo desarrolla una labor de asesoramiento a los miembros del Colegio de Psicólogos de Andalucía Occidental de diferentes áreas profesionales en cuanto a asistencia a tribunales, informes psicológicos y demás cuestiones relacionadas con la interacción entre la psicología y el derecho.

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