Violencia de género

«Me dijo que haría lo mismo que José Bretón con mis hijos si no le quitaba la denuncia»

Una mujer sevillana víctima de malos tratos intenta rehacer su vida en Cádiz tras pasar por una casa de acogida en la capital huyendo de su agresor

Imagen de una concentración en contra de la violencia de género. La Voz

Almudena del Campo

María no es su nombre real pero, por temor a ser descubierta por su agresor, prefiere mantenerse en el anonimato. Esta sevillana de 43 años tiene cuatro hijos (los dos menores de su expareja) y ha sufrido brutales palizas durante cerca de diez años hasta tal punto que estando embarazada de nueve meses perdió a su bebé por este motivo (hubiera sido su quinto hijo), hecho que le ha provocado graves secuelas psicológicas.

Su maltratador cuenta con una orden de alejamiento desde el año 2018 por la que no se puede acercar ni a ella ni a sus hijos durante un periodo de catorce años aunque ya se la ha saltado en varias ocasiones. Ha estado en prisión pero ya está en la calle y en estos momentos reside en su misma ciudad: Sevilla, donde permanece literalmente «encerrada» en casa sin salir para nada.

Estuvo un mes en una casa de acogida en Cádiz aunque tuvo que retornar a su ciudad porque el tiempo máximo permitido es de treinta días. No sale a comprar, ni a tirar la basura, ni a llevar a los niños al colegio por miedo a encontrarse con el padre de sus dos hijos pequeños (de 7 y 10 años). «Tengo que pedirle el favor a vecinos y amigos y ya me da hasta apuro pero no quiero salir», afirma María aterrorizada.

Durante su estancia en Cádiz conoció al presidente de la asociación de vecinos de Astilleros, José Gaviño, «que se ha implicado en mi caso y está ayudándome a buscar un trabajo en Cádiz y una vivienda social para poder rehacer mi vida y empezar de cero lejos de él».

María ha trabajado durante años en una residencia de ancianos pero tuvo que dejarlo tras los episodios contínuos de malos tratos por parte de su expareja, a la que vio por última vez en un centro comercial la pasada Navidad. «Menos mal que él no me vio a mí», señala.

Durante mucho tiempo no denunció a su maltratador al estar, según afirma, «sometida emocionalmente a él» pero al final decidió hacerlo. Esta circunstancia agravó bastante la situación. María recuerda con horror que su agresor llegó a decirle «que haría lo mismo que José Bretón con mis hijos si no le quitaba la denuncia ».

Asegura que « no tengo vida ninguna, me da miedo asomarme a la calle y necesito respirar, empezar de nuevo y salir de aquí . Me gustaría contar poder conseguir una vivienda social y poder empezar a trabajar. Es lo que quiero, trabajar para poder sacar adelante a mis hijos».

José Gaviño está ayudando a María en esta tarea y ya ha mediado con una empresa para que pueda reanudar su vida laboral. Desde hace cuatro años está inscrita en el Registro de Demandantes de Vivienda de la empresa municipal Procasa, ocupando el número 185 y contando con 15 puntos.

El problema de la vivienda

No obstante, desde Procasa le dicen que el problema es que «no hay viviendas sociales» en Cádiz. La otra opción con la que cuenta es conseguir una ayuda al alquiler del 90% por ser víctima de violencia de género por parte de la delegación de Asuntos Sociales aunque «me tengo que buscar la vivienda y me piden una nómina y un avalista, algo que de momento no tengo». Este es el gran problema que se repite en la capital gaditana, donde muchas familias cuentan con numerosas dificultades para acceder a una vivienda.

María cuenta con una pensión de 400 euros aunque no es suficiente. Necesita una nómina, que espera tenerla si finalmente consigue un trabajo. Culminará así su pesadilla y empezará una nueva vida junto a sus hijos.

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