CÁDIZ
«Desde hace 70 años vivo en La Viña y nunca había tenido miedo a andar sola por mis calles»
El Ayuntamiento de Cádiz pide «tiempo» a los vecinos para reevaluar el conflicto con las personas sin hogar tras el desalojo de la plaza José Macías Rete
El pasado lunes, 5 de julio, agentes de la Policía Local desalojaban la plaza José Macías Rete , lugar que había sido escenario de violentas peleas entre las propias personas sin hogar que frecuentaban las calles de La Viña.
El miedo y la indignación de los residentes derivó en una sonora manifestación para exigir una solución inminente al Ayuntamiento de Cádiz, que ahora pide «tiempo» para reevaluar un conflicto que lleva años incrementándose. «Parece que algo ha cambiado» , asegura Catalina Cárdenas, presidenta de la Asociación de Vecinos Gades del barrio de La Viña .
Seis años sin respuestas
Según los datos aportados por Asuntos Sociales a La Viña, en los peores momentos «había más de 40 personas sin hogar durmiendo en nuestras calles» . Aunque los vecinos reconocen problemas anteriores debido a las pernoctaciones en el barrio, desde la asociación aseguran que el conflicto se fue acrecentando durante los últimos seis años, coincidiendo con el mandato de José María González 'Kichi' . «Ha ido a peor. Siempre hubo gente en La Viña que dormía en la calle, pero eran de Cádiz. Ahora mismo son de todas partes y los que vienen ya no respetan nada; ni al patrimonio ni a los residentes».
Un cambio que notaron rápidamente en La Viña. «Antes, quienes salían del albergue, se quedaban también aquí, pero no molestaban y no ensuciaban. En el sitio donde dormían no hacían sus necesidades, tampoco eran agresivos. Los que vienen ahora lo ocupan todo, ensucian, almacenan cosas para luego venderlas y orinan o defecan en cualquier parte del barrio. Un desastre ».
Tal como relatan los residentes, en La Viña se producen «broncas y discusiones diarias» entre los propios sintecho. Esta conducta hostil ha derivado, en ocasiones, en violentos enfrentamientos como la pelea a botellazos notificada a finales del mes de junio.
«Hemos denunciado muchísimas veces», señala Cárdenas rememorando que en La Viña «se han producido incendios en zonas comunes y amenazas a los vecinos» , afectando directamente a la integridad y seguridad de los residentes. Además de las agresiones físicas, verbales o materiales, desde la asociación señalan las molestias generadas por el ruido: «hasta altas horas de la noche se ponen a fumar porros, a beber y a gritar . Eso no hay quien lo aguante».
El improvisado encuentro con el alcalde en las propias calles del barrio ha sido la única reunión, por informal que sea, mantenida entre el Ayuntamiento y la asociación de vecinos en los últimos seis años. «Hemos presentado muchísimos escritos tratando de hacer llegar todas nuestras reclamaciones y explicando el conflicto, pero no habíamos podido hablar con él hasta ahora».
«Gracias a nuestras protestas, al menos, se han ido de la plaza José Macías Rete» , se felicitan los residentes. A pesar de ello, la presencia de personas sin hogar aún dista bastante de considerarse solventada.
«Hemos llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento. Nos aseguran que todo se va a solucionar , pero que tenemos que esperar unos meses hasta que se arregle todo. A ver qué pasa», comenta la presidenta de los vecinos.
A partir de la cacerolada frente a Kichi, la vigilancia policial se ha incrementado. «Ahora están patrullando el barrio, como mínimo, una vez al día y eso nos da mucha tranquilidad». Al mismo tiempo, los sintecho ya no pernoctan en las zonas próximas a los colegios ni en los parques infantiles o de juegos.
Sin embargo, aún habiéndose reducido la cantidad de personas que duermen en la calle, los soportales de Doctores Meléndez (misma vía donde se encuentra la sede de la asociación de vecinos) sigue acogiendo a más de una decena.
«Miedo en las calles de La Viña
La Viña es uno de los lugares de Cádiz que gozan de mayor notoriedad fuera del término municipal. La mayoría de vecinos han nacido y crecido en este mismo barrio. Actualmente, muchos de los propietarios son pensionistas. «Somos personas de unos 60 o 70 años» , aclara Cárdenas.
«Desde hace 70 años vivo en La Viña y nunca había tenido miedo a andar sola por mis calles, ahora sí lo tengo» , confiesa Catalina. «Pasas por las esquinas y ves que ellos están sentados y te da cosa, no sea que comiencen una pelea y tú, solo por andar por allí, cobres. Ese es el temor que tenemos los vecinos».
Este indicador demográfico ya debería obligar al Consistorio a prestar un determinado servicio de mantenimiento en La Viña, « el cuidado de las calles es nulo , solo hace falta mirar los adoquines. Hay muchas personas mayores que no pueden ni cruzar por la dificultad de usar carrito o silla».
Los vecinos se explican después de haber sido acusados por una supuesta falta de insolidaridad o empatía, « nosotros no queremos echar a nadie porque sí . No es normal que estas personas tengan que dormir en la calle. Al igual que han generado problemas, el Ayuntamiento debería preocuparse por conseguir que estas personas tengan un sitio donde quedarse».
En este sentido, la presidenta de la Asociación de Vecinos Gades-La Viña propone el «aumento de las plazas del albergue municipal», o la construcción de un segundo espacio «si hiciera falta». «Lo que no puede ser», dicen los residentes, «es que las autoridades no quieran ver el problema y no tomen ninguna medida» . Mientras eso no pase, los vecinos seguirán recibiendo a las personas sin hogar exigiendo «respeto al barrio y a sus vecinos».