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Costas retoma la muralla

La prórroga del presupuesto permitirá recuperar las inversiones para la restauración de la fortificación marítima

E. MARTOS

La ambiciosa rehabilitación de la muralla marina de Cádiz, suspendida desde mediados del año pasado, se podrá retomar en los próximos días cuando el Ministerio de Hacienda vuelva a abrir el grifo de la inversión tras la prórroga del presupuesto. El Ejecutivo, entonces en funciones, tomó en agosto la dura decisión de dar por cerradas las cuentas, lo que obligó a cancelar todos los proyectos que no se estuvieran ejecutando. Y en esas cogió a la Demarcación de Costas que estaba a punto de finalizar la primera fase del plan de recuperación de la fortificación.

Precisamente, una parte de esos trabajos había salido a licitación y estaba ya adjudicada, pero no dio tiempo siquiera a anunciarlo. Se trata de la actuación sobre el Baluarte de San Roque, duramente castigado por la erosión que contará con un montante superior a los 200.000 euros. Fuentes del Ministerio de Medio Ambiente avanzan que «una vez abierto el presupuesto, se contratarán las obras que tienen que comenzar antes del verano».

El plazo de ejecución no llega los tres meses para devolver la vitalidad a un espcaio de algo más de 72 metros de longitud. Los trabajos serán en toda la superficie que va desde el nivel del mar hasta el inicio del paseo, como explicó el pasado verano el delegado del Gobierno central, Antonio Sanz, que presentó públicamente este planeamiento. Las obras consistirán en una regeneración de los materiales que sostienen la estructura y una mejora del sistema de drenaje. Para ello será necesario retirar los elementos que no sean adecuados y aplicar un tratamiento de protección a las partes más vulnerables de la fortificación.

A punto para terminar

Superado ese paso y con las partidas que están contempladas en las cuentas, la primera fase podría estar terminada de aquí a final de año, pues sólo quedaría pendiente el tramo que afecta a la playa de Santa María del Mar. Ese es el objetivo de Medio Ambiente, que ha sido el departamento encargado de confeccionar el plan de conservación que se extendería hasta 2020. Pero habrá que esperar a la aprobación de nuevos presupuestos para ver si es posible retomarlo en su totalidad o al menos darle continuidad hasta la segunda fase.

La inversión total supera los seis millones de euros, aunque hasta el momento apenas se ha ejecutado un 10% de ellos. La fecha tope para terminar las actuaciones sobre el perímetro marítimo es 2020, lo que permitiría manterner una atención especial sobre este patrimonio que ha sufrido los efectos de la erosión y el abandono durante todos estos años.

El proyecto de rehabilitación que inició Costas en 2015 comenzó con trabajos de urgencia para reforzar las estructuras. El primer paso fue el adecentamiento del tramo que discurre entre el Parque Genovés y el Castillo de santa Catalina. Ya previamente se había reforzado la barrera de bloques de hormigón del Campo del Sur para reducir el impacto contra la roca.

Justo después le tocó el turno al Campo de las Balas, el llamado Baluarte de Bonete, que también tuvo una actuación especial. Estos trabajos se desarrollaron durante el verano de 2015, para lo que hubo que aprovisionar una inversión de 300.000 euros. Aquello coincidió con la regeneración de arena en la playa Victoria y Santa María del Mar, que habían sido duramente castigadas por los temporales del invierno y contaron igualmente con una generosa financiación.

El grifo se cerró y no dio tiempo a licitar la rehabilitación del Baluarte de San Roque y el posterior cierre del presupuesto dio al traste con la planificación inicial.

Un plan en tres fases

El plan con el que viene trabajando el Ministerio de Medio Ambiente, plantea una renovación de la fortificación en tres fases. La primera se afronta como un plan de choque para adecentar el lienzo y reparar los daños provocados por la erosión y la falta de mantenimiento de estos años. Esa parte debería de haber estado ya lista para iniciar la segunda, que comprende un plazo de tres años. La intención es la reforma y perfilado de las zonas menos dañadas y finalmente, labores de mantenimiento que el devuelvan el aspecto saludable y permitan poner a salvo los elementos que se encuentran más expuestos. La última es una guía para su mantenimiento y evitar así situaciones de riesgo como las que ha venido sufriendo la muralla por la falta de atención. En total el desembolso rondaría los seis millones de euros e incorpora el uso de materiales de primera calidad y el refuerzo de las estructuras para evitar la fuerte erosión que sufre la muralla del litoral. 

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