Los pacientes graves por covid se duplican en Cádiz en apenas diez días

La secuencia es bien conocida. La experiencia resulta irrebatible. Las olas de esta pandemia de covid comienzan con un puñado de contagiados y el virus empieza a expandirse, con mayor o menor velocidad según el periodo estacional y las medidas restrictivas en vigor. Se alcanzan los picos de infectados mientras los fallecimientos y las hospitalizaciones se controlan. Y cuando empiezan a bajar los positivos... crecen las consecuencias de esta enfermedad.

A principios de este mes de agosto la provincia de Cádiz (también Andalucía y el resto de España) han empezado a frenar la quinta ola. En dos semanas se han reducido los contagios, de superar los 700 a bajar de los 500, con una desaceleración de la tasa de incidencia muy significativa.

No obstante, cada día se contabilizan muertos y sobre todo aumentan los hospitalizados. El lunes 2 de agosto, los datos ofrecidos por la Consejería de Salud mostraban 136 personas ingresadas en los centros hospitalarios gaditanos, y de ellos 15 en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Este jueves 12, apenas diez días después, se han duplicado los pacientes graves. Ya son 30 los enfermos que se encuentran en la UCI, y hay 188 hospitalizados. Aunque aumenta la presión hospitalaria, se está lejos del colapso de otras fechas como la etapa dramática de enero-febrero.

Pero no deja de ser alarmante, pues estas cifras se registran en pleno plan de vacunación, con más del 70% de la población con algún tipo de dosis (más del 60% con la pauta completa) y además en verano, donde el virus se debilita como se demostró el pasado 2020 (forma parte del lógico comportamiento del virus).

Los sanitarios de los hospitales gaditanos vuelven a poner el grito en el cielo ya que en temporada de verano, de vacaciones del personal y de multiplicación de población en esta provincia, se une esta pandemia que obliga a duplicar esfuerzos. Por ello insisten en mantener las medidas de higiene, mascarillas y distancia de seguridad, y conminan a los indecisos a ponerse la vacuna porque resta gravedad a la enfermedad.

En estos diez días se ha reducido la tasa de incidencia de los 612 casos a los 536 infectados por cada cien mil habitantes en las últimas dos semanas. De momento se contiene esta quinta ola, la menos dañina de todas, y han fallecido ocho personas durante este periodo. El plan de vacunación entra en su recta final con la segunda dosis para el tramo de edad de entre 30 y 40, de los más numerosos, y la inmunización de los jóvenes de entre 12 y 14 años. Es el fin, pero este fin siempre deja secuelas.