SUCESOS
El conductor del camión de butano robado que se dio a la fuga por Cádiz, enviado a la cárcel por el juez
A J. H., de 63 años, se le atribuyen los delitos de atentado a agente de la autoridad, hurto del vehículo y contra la seguridad vial por conducción temeraria y ha ingresado ya en Puerto III
Durante una media hora y tras llevarse a toda velocidad el vehículo puso en serio peligro a peatones y a otros conductores sin hacer caso a los policías que le insistían que parara
El robo y la posterior fuga a toda velocidad de un camión cargado de bombonas de butano por las estrechas calles del centro de Cádiz pudo acabar muy mal. Sobre todo porque al volante iba una persona que no respondía, ni al parecer tenía propósito de responder, a ninguno de los requerimientos que le hacían la decena de agentes que fue tras él intentando que parara y no causara una desgracia. Además, en ese momento en el que hay que actuar y no se puede esperar, nadie sabía con qué intención había cogido el camión este individuo, ni quién era y qué podía llegar a hacer con un vehículo cargado de un material tan sensible (explosivo e inflamable). Si quería estrellarlo contra algo o alguien (no hay que olvidar que existe una alerta terrorista activa, de nivel 4), si era un ladrón común o si este acto delictivo -nada de vandalismo ni gestas humorísticas- respondía a la acción de una persona con problemas mentales o con una conducta desviada por haber consumido alguna sustancia. Pero, en definitiva, un episodio que no fue ninguna broma ya que pudo causar serias consecuencias.
De ahí que tras pasar a disposición judicial quien lo provocó, el juzgado de instrucción número 3 de Cádiz, en funciones de guardia, ordenó ayer domingo, a petición de la Fiscalía, el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del detenido. Según ha informado el TSJA a este periódico, se le atribuyen los supuestos delitos de atentado a agente de la autoridad, hurto de uso de vehículo a motor y contra la seguridad vial por conducción temeraria. Ya ha ingresado en la cárcel de Puerto III.
Pues al volante del camión iba J. H., un hombre natural de Cádiz de 63 años . Por lo visto, conocido en el barrio y que, según los vecinos, no es la primera vez que tiene problemas o causa problemas o molestias en la zona.
Como se recordará, los hechos ocurrieron este pasado sábado. Sobre las diez y media de la mañana la sala del 091 recibe una llamada de una persona muy nerviosa alertando de que alguien había cogido un camión de butano que estaba repartiendo en la calle Rosario Cepeda y se lo había llevado dando fuertes acelerones hacia la Caleta. Quien avisaba era uno de los empleados que iba en el camión y que no podía creerse lo que les acababa de pasar. Alterado, avisaba del grave peligro que se corría.
Así la sala dio aviso a los indicativos de la Policía Nacional que estaban de servicio en la calle y las patrullas comenzaron a dar batidas por la zona. Hasta que agentes de la UPR lo localizaron yendo por el Campo del Sur. Pero al verlos, el camión giró de manera brusca y emprendió la huida hacia Sagasta. Los policías le comenzaron a seguir indicándole con las señales que parara. Sin embargo y a toda velocidad, J.H. lejos de detenerse, aceleró más estando a punto de atropellar a varios peatones que a esa hora pasaban por la citada calle.
Es a la altura de la iglesia Pastora cuando el tráfico lo para por unos segundos, tiempo que aprovecha uno de los agentes para saltar del furgón, correr hacia él y por la ventanilla indicarle que lo dejara ya y se apeara. Sin embargo, de nuevo lejos de hacer caso, aceleró, tirando incluso al iniciar la marcha al policía al suelo ya que estaba agarrado a la ventana.
Así, unos metros más adelante, el camión se para otra vez por el tráfico y ya es entonces cuando varios agentes lo interceptan al bajarse del vehículo para intentar huir a pie. Pero J. H. insistía. Los policías se tuvieron que emplear a fondo porque el individuo, fuera de sí, se resistió en todo momento de manera muy agresiva lanzando manotazos y patadas. Tan alterado estaba que se le tuvo que reducir también con ayuda de un spray de pimienta de dotación.
Finalmente, lograron detenerlo y tras pasar este domingo a disposición judicial ha ingresado ya en prisión provisional sin fianza.
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