CÁDIZ
La Comisaría 'provisional' se hace eterna
Las obras de la sede policial de la Avenida duran ya más de cuatro años, desde que los agentes se mudaron al Pirulí en el verano de 2016 de manera «eventual»
En el verano de 2016 y tras meses trabajando entre puntales los agentes de la Policía Nacional en Cádiz se mudaban con carácter 'urgente' al edificio del Pirulí para que se realizaran importantes obras estructurales en la Comisaría de la Avenida. Tanto en su fachada como en el interior donde, una vez comenzados los trabajos, se detectó la presencia de amianto con el riesgo que esto suponía para todos los funcionarios. Ordenados por la inspección tuvieron que trasladarse a otra ubicación y ese nuevo emplazamiento fue las instalaciones de Telefónica que, como ya se denunció en su momento, no cumplía exactamente con la funcionalidad que tiene que tener una comisaría policial .
Y mientras, y apartado como eterno 'futurible' el plan de una sede de nueva construcción en los terrenos de la avenida industrial, continuaron las obras en el edificio de siempre. Exterior, interior, varias empresas licitadas, paralizaciones, inspecciones de la Dirección General, y así van más de cuatro años. Cuatro años en los que se ha pagado un generoso alquiler en el Pirulí y en el que, como denuncian los sindicatos policiales, se ha «derrochado» el dinero en hacer remodelaciones en una sede antigua de los años 70. Solo la licitación inicial fue de 700.000 euros, a lo que se han ido sumando diferentes montantes según han ido surgiendo las nuevas necesidades.
Hay que tener en cuenta que una comisaría no es un lugar de trabajo cualquiera . La normativa policial en este sentido ha ido poniendo condiciones de seguridad y protocolos que hay que adecuar a la obra sí o sí, lo que ha ido complicando una remodelación que, parece, no era tan fácil ni temporal.
Y así, cuatro años después, los agentes continúan en el Pirulí, un lugar que se construyó para otras funciones que no eran ni por asomo las de una jefatura policial. «Cuatro años ya no es provisional», lamentan desde el sindicato Jupol. «Siempre dijimos que este edificio no estaba diseñado para ser una comisaría y los inconvenientes que tenemos son continuos».
Uno de los últimos ha sido la caída de cascotes de la zona superior del inmueble lo que ha obligado a cortar la calle para evitar que el desprendimiento pueda herir a alguien. También se han retirado los pocos coches patrullas que aparcaban ahí, con la incomodidad y la falta de agilidad que esto supone si hay que salir a algún aviso urgente.
Además, y en tiempos de Covid, todas las ventanas se encuentran selladas . No existe por tanto la posibilidad de una ventilación natural en este edificio, algo que aconsejan todos los expertos para evitar contagios en un lugar donde, a diario, conviven decenas de funcionarios además de ciudadanos que acuden a la comisaría por diferentes razones.
Pero una de las cuestiones que más se echan en falta en la sede del Pirulí y que ha sido denunciado en multitud de ocasiones es la ausencia de calabozos ... una comisaría sin calabozo. Ello obliga a los policías a tener que trasladar a los detenidos a San Fernando, habitualmente, o cuando por ejemplo ha habido una mayor necesidad por la llegada de pateras, han tenido que custodiarlos hasta Puerto Real, El Puerto, Jerez... Esta circunstancia supone, como lamentan, un importante trastorno para el número de efectivos con lo que se cuenta en la capital, además de para la seguridad de dichos traslados que de tener una instalación adecuada no serían necesarios. Tampoco se cuenta con galería de tiro por lo que cuando se realizan prácticas se tienen también que desplazar. Y otra cuestión más relacionada con la intimidad. A menudo, la toma de declaración a un investigado o a una víctima se realiza a la vista de todo el que pasa por la diáfana planta donde se encuentra la Brigada Judicial.
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