Comercio

Cierres, traslados, locales en venta y alquiler... El comercio de la capital se muere

Las principales arterias comerciales del centro, como Ancha o Columela, muestran una desoladora imagen tras el cierre de negocios y la marcha Zara, un verdadero mazazo para el sector

Numerosos comercios han cerrado en los últimos meses en el centro de la ciudad. Nacho Frade

Almudena del Campo

El sector servicios es uno de los principales motores de la economía de la capital, donde el comercio siempre ha jugado un papel muy importante junto a la hostelería, formando ambos un tandem perfecto de cara no solo a gaditanos sino a los visitantes.

La ausencia de grandes centros comerciales en la capital, a excepción de El Corte Inglés en el barrio de Astilleros, y la concentración de la mayoría de los negocios en un espacio reducido como es el casco histórico, han hecho de Cádiz una ciudad atractiva que invita a comprar y, al mismo tiempo, a disfrutar de su oferta gastronómica, cultural y de ocio.

En definitiva, Cádiz es un gran centro comercial abierto en el que además de hacer compras se puede disfrutar de la propia ciudad y de sus encantos.

Además, cuenta con el aliciente de tener un puerto en pleno casco histórico , al que llegan cada año miles de cruceristas de todo el mundo que consumen y compran en los negocios locales.

Pero en los últimos meses algo está pasando. Un simple recorrido a pie por las principales arterias comerciales del casco histórico de la capital pone de manifiesto que el sector del comercio no está pasando por sus mejores momentos .

Independientemente de la llegada de la crisis sanitaria del coronavirus y del obligado cierre de los locales durante el estado de alarma hasta que comenzó la desescalada, el comercio en la capital languidece .

Cierres de negocios, anuncio de traslados de comercios a otras calles menos concurridas o a centros comerciales de localidades vecinas, carteles de 'Se vende' o 'Se alquila' en los escaparates... Un panorama desolador en una ciudad especialmente castigada por el desempleo.

La decadencia de la calle Ancha

Un ejemplo claro de esta decadencia está en la calle Ancha, donde la caida del comercio no es nueva ya que desde que desapareció Galerías Preciados en los años 90, otras calles del centro como Columela, San Francisco o Compañía empezaron a tener un mayor protagonismo comercial, asentándose poco a poco importantes firmas.

La tendencia en esta calle ha sido la de sustituir los comercios por cafeterías hasta el punto de ser conocida popularmente como «la calle de las meriendas». Aunque en Ancha hay negocios hosteleros de toda la vida, como Los Italianos o el Bar Liba , en los últimos tiempos se han ido asentado más negocios (hasta cinco) en los que desayunar, tomar un café, un dulce y pasar la tarde.

Asimismo, firmas de alimentación como Carrefour o Covirán se han instalado en esta calle con un formato de supermercado 'express' de pequeñas dimensiones para compras muy puntuales.

Pero lo cierto es que la calle Ancha ya no es la que era . A ambos lados se pueden ver locales cerrados y vacíos. Unos por cierre definitivo, como es el caso de comercios tan tradicionales como El Siglo o Tandem (ambos con carteles de 'Se vende'). Otros por traslado, caso de Alfa (que ha pasado a la calle Sagasta), Orange (ahora en la calle Columela) o Sandro Ferrone (que se ha trasladado a la Avenida principal de la ciudad).

Asimismo, tiendas como Delicias de Cádiz. El Almendrita ha colgado el cartel de 'Se Alquila' y una conocida tienda de decoración situada en mitad de la calle Ancha también ha cerrado sus puertas, estando el local en venta en la actualidad.

Justo al lado, en la plaza de San Antonio, Purificación García también ha cerrado sus puertas, estando el local ya en alquiler y sin el logo ni cartel de la firma.

La inesperada marcha de Zara

En el caso de la calle Columela , que en la actualidad concentra a la mayoría de las franquicias más conocidas del país, parece que es la nueva calle comercial de Cádiz que está en crisis.

Dos días antes de que se decretara el estado de alarma por parte del Gobierno de la nación por el coronavirus, Zara comunicaba a su plantilla en la capital que cerraba sus dos tiendas . Una de ellas dedicada a la moda de mujer y niños en la calle Columela y la otra, esquina con la plaza del Palillero, de moda para hombre.

Los motivos esgrimidos por la empresa es la falta de acuerdo con la propiedad. Aunque se habló de la posibilidad de que ocupara el local del antiguo juzgado de menores en la calle San Francisco, la cadena ha optado finalmente por el cierre definitivo y su marcha de Cádiz, apostando por una gran tienda en el centro comercial de Bahía Sur, en San Fernando.

Este cierre de la firma matriz del grupo Inditex se une al que ya se produjo el pasado año en la calle Novena de Zara Home , donde hace unos meses abrió sus puertas la cadena de hamburgueserías Goiko Grill .

Recordar que Inditex cuenta también en la capital con otras tiendas como Massimo Dutti, Oysho (ambas en la calle Columela), Bershka (Plaza del Palillero) y Stradivarius (calle Novena).

En las últimas semanas también se ha conocido que otra franquicia, Precchio (situada en la calle Columela) también abandona la ciudad. En su escaparate han colgado un cartel en el que puede leerse que para cualquier información, se consulte en la página web de la firma.

Otra de las tiendas que ha echado el cierre en esta céntrica calle es Trucco , que ocupaba un local que hacía esquina con la Plaza del Palillero en el que ahora se asentará una óptica.

Asimismo, la conocida óptica Regente , ubicada también en Columela, ha cerrado sus puertas, al igual que la tienda Sabores de antaño , especializada en turrones.

Se especula también sobre el cierre de otras conocidas firmas como Bimba y Lola o Tous (ambas situadas en Columela) aunque su personal ha declarado a este medio que de momento no hay planes de que vayan a abandonar la ciudad.

En el recorrido por otras calles del centro como Compañía o Pelota , también pueden verse negocios cerrados y con escaparates empapelados sin que se sepa si van a reabrir después de la crisis del coronavirus, si están esperando a que se reactive la economía o bien han echado la baraja definitivamente.

Otra conocida firma nacional como es Adolfo Domínguez , situada en la calle Rosario, permanece cerrada en estos momentos aunque comercios situados en los aledaños confirman que volverá a abrir sus puertas a partir del mes de julio.

Llamamiento a la calma en el sector

El sector mira con preocupación esta situación aunque hace un llamamiento a la calma. En concreto, desde la asociación Cádiz Centro Comercial Abierto , su gerente, Beatriz Gandullo, reconoce que la marcha de Zara ha sido un auténtico «mazazo» para los comerciantes del centro ya que producía un efecto llamada importante para que los clientes visitaran el resto de comercio tradicional de la capital.

Gandullo defiende que Cádiz cuenta con un atractivo y un encanto especial, que es su pequeño comercio que -a su juicio- es «único y autóctono» , frente a las grandes marcas.

Asegura que en la ciudad hay más de 500 comercios y no todos se concentran en las grandes calles comerciales sino que están distribuidos por otras zonas o en pequeñas calles.

Como ejemplo, asegura que en el casco histórico calles como Rosario, Valverde, José del Toro, San Pedro o Cánovas del Castillo , entre otras, tienen comercios «donde la atención, los detalles y la exclusividad son muy importantes» añadiendo que «eso lo tienen muy en cuenta los clientes, ya sean de Cádiz o de fuera, porque es algo que no hay en otras ciudades».

Entiende que es muy difícil competir con grandes firmas por la logística y los medios con los que cuentan (muchos de ellos especializados en la venta on line ) reconociendo que sería necesaria una mayor promoción de la oferta comercial del comercio tradicional gaditano «para que todos sepan qué hay en Cádiz y qué se puede comprar».

Alquileres abusivos

Por su parte, desde la asociación de vecinos Cádiz Centro , Francisco Gómez, asegura que «siempre hemos apostado por el pequeño comercio y ahora, tras esta crisis, más aún».

Asimismo, defiende que «Cádiz debe ser una ciudad para vivir» manifestando que se ha girado la balanza demasiado hacia el turismo sin tener en cuenta al residente. Por ello, aboga por «reconsiderar esta situación para que Cádiz no se convierta en un parque temático».

Lamenta los cierres de comercios que se han producido en los últimos meses en esta zona de la ciudad asegurando que la mayoría de ellos son como consecuencia de los « precios abusivos de los alquileres, sobre todo en las calles más comerciales».

En este sentido, se estima que el alquiler de un local tiene un precio medio de 9.000 euros mensuales. Según la gerente de Cádiz Centro Comercial Abierto, esta realidad ha hecho que «muchos autónomos que tenían una franquicia en la ciudad han tenido que cerrar porque no pueden afrontar estos costes».

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