Comercio en Cádiz
Los Callejones dicen adiós a una de las tiendas de telas con más historia de Cádiz
El establecimiento especializado en telas 'El Arcoiris' echa el cierre por la jubilación de su dueño, Rafael
Más de 30 años llevaba Rafael luciendo sus telas en uno de los escaparates de los Callejones de Cardoso , en el barrio de La Viña. Hoy, la tienda de telas 'El Arcoiris' amanece completamente vacía y los clientes lamentan la pérdida de uno de los comercios más conocidos de la zona. Precisamente allí construyó su futuro este empresario gaditano, que en 1986 decidió emprender una aventura a la que hoy pone fin.
En apenas 16 metros cuadrados , este comerciante consiguió reunir todo lo necesario para sobrevivir y para sacar adelante a su familia, sin más ayuda que la de su propio trabajo y su sacrificio. «A los 14 años decidí que los jóvenes teníamos que trabajar y no estudiar, y con esa edad empecé yo a trabajar en el bazar que estaba justo al lado de la que después fue mi tienda. Precisamente allí estuve trabajando 17 años», comenta con nostalgia este luchador. De ahí, su apodo, el Niño de los Callejones , como lo conocen los que a diario visitaban su establecimiento en busca de telas.
«Estos 16 metros cuadrados han sido mi vida. En el menor espacio posible había el mayor surtido de telas que podías encontrar. Allí hacía yo filigranas para colocar material. Saltaba, me subía al mostrador...todo valía para satisfacer al cliente», recuerda el empresario.
Trajes de fiesta, vestidos de graduación, de fin de curso..pero sobre todo, disfraces. 'El Arcoiris' reunía todo lo necesario para confeccionar un disfraz de Carnaval, de ahí que pronto este negocio se convirtiese en un referente para la fiesta más popular de la ciudad.
Allí guardaban sus secretos las agrupaciones que participaban en el Concurso Oficial de Agrupaciones del Gran Teatro Falla cuando el comercio no conocía su dimensión global. Componentes y autores buscaban entre los rollos que llenaban las estanterías el retal con el que comenzar a construir chirigotas, comparsas, coros o cuartetos. Era el negocio cercano que vendía Rafael, siempre dispuesto a aconsejar a sus clientes y a buscar alternativas para los artistas de la copla.
Carnaval de Cádiz
«Comparsas como El Brujo o Los Piratas de Antonio Martínez Ares se vistieron aquí. Recuerdo que se llevaron metros y metros de tela, y también otras muchas que venían cada año», comenta orgulloso Rafael mientras recuerda estos más de 30 años de sacrificio y, sobre todo, de supervivencia. Ni la crisis ni adversidades como las inundaciones que afectaron a su establecimiento en más de una ocasión consiguieron acabar con la paciencia infinitiva de este empresario del barrio de La Viña.
De hecho, el propietario de 'El Arcoiris' pensaba aguantar un poco más, pero la bajada de las ventas le han dado un empujón para pasar a otra época de su vida, en la que disfrutar de su mujer, sus hijas y sus nietos. «La entrada del mercado asiático, con disfraces ya hechos y muy baratos, y la pérdida de la afición a la confección, aunque ahora parece que está volviendo a resurgir, me han hecho tomar esta decisión antes de tiempo», reconoce este empresario, que ahora cumplirá los 63 años.
Rafael Castro se marcha con la sensación de haber cubierto con éxito una importante época de su vida, en la que, además de haber sacado adelante a su familia, ha hecho historia en el barrio. Las lágrimas de sus clientes son su gran legado.
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