SUCESOS

La caída de El Beni, un «histórico camello» de Cádiz

A. J. P. tiene 27 detenciones en su historial policial, 16 de ellas por vender droga, varias condenas firmes y juicios pendientes. Su último arrestro, la pasada semana en el Cerro del Moro le ha llevado a prisión

Bloque de pisos del Cerro del Moro desde donde vendía El Beni. La Voz

M. Almagro

«Es un inadaptado, un imposible». El Beni, Antonio J. P. se encuentra ya desde la pasada semana en prisión . Lo está desde que se le detuvo por última vez por «dedicarse a lo de siempre, a lo mismo». Por vender decenas de papelas de droga al día entre los toxicómanos que acudían a su casa del Cerro del Moro a por su dosis o sus dosis diarias. La Policía Nacional le seguía la pista desde hace tiempo. Más bien, pocas veces le han dejado de tener en su punto de mira porque, como insisten, «nunca ha cambiado ni ha hecho nada por cambiar» . Este año ya le habían arrestado hasta el cuatro ocasiones y ha sido a la quinta, y después de que le demostraran a la juez su reincidencia con pruebas contundentes, cuando ha terminado ya durmiendo en la cárcel.

La historia de Beni, que peina los 57 años, es la de un experto vendedor de droga al por menor, del trapicheo, esa compraventa de estupefacientes que causa una gran alarma entre los vecinos que ven como sus calles, sus barrios, se convierten en un ir y venir de toxicómanos que a cualquier hora del día deambulan en busca de la sustancia a la que se han condenando. Es como la de Fernando 'El Ruso', o Paco 'El Kojak', todos ellos «históricos» camellos de Cádiz que han vuelto a las andadas una y otra vez, cogiéndose el relevo unos a otros en un 'negocio' que decidieron convertir en su único modo de vida.

Sus historiales lo demuestran. A Beni, detenido la pasada semana, le constan 27 detenciones, tanto de Policía Nacional como de la Guardia Civil. Dieciséis de ellas por delitos contra la salud pública, esto es, tráfico de drogas. En 2020 ya llevaba otras cuatro. Una de ellas se produjo en Sanlúcar cuando hace poco le pillaron con un 'cunda' (quien les lleva en coche) a comprar papelas de rebujo (heroína con cocaína). Allí parece ser que se proveía para luego venderlas en la capital gaditana al precio habitual de 1o euros la micra. En Sanlúcar las compraba a unos seis euros y cada quince le regalaban una. Otro 'modus' habitual de este negocio ilícito.

Pues bien, según las investigaciones desarrolladas por la Unidad de Pequeño Tráfico de la Udyco de la Comisaría de Cádiz, El Beni estaba vendiendo últimamente «mucha droga» . Lo hacía en su propia casa, en los bloques nuevos de la calle Valencia del Cerro del Moro. Desde un bajo. Le daban un golpe en la persiana a cualquier hora del día y de la noche, él les daba al mercancía por la ventana, y recibía el dinero a cambio. Y así, todos los días. También durante las semanas más duras del confinamiento . De hecho los agentes que le seguían la pista interceptaron a varios de sus clientes con la dosis recién comprada el 26 de abril, el 3 de mayo, el 8... «iba a saco, le daba igual todo», cuentan. «Los vecinos no podían más... estaban hartos».

Así que una vez con todas esas pruebas en la mano y tras haber efectuado multitud de vigilancias para atar bien todos los cabos de su 'modus operandi', los agentes fueron a por él. Lo arrestaron en medio de la calle porque al ver a los policías intentó refugiarse en su casa. Sin embargo no lo logró y tras pasar por los calabozos fue a puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número uno. Tras escucharle en declaración y debido a su gran reincidencia delictiva y la insistencia en este sentido de la Fiscalía, la titular decidió enviarle a prisión.

Ahora tendrá de nuevo que enfrentarse a otro juicio. Según fuentes consultadas, en la actualidad tiene otros cuatro procedimientos judiciales abiertos. Por lo mismo.

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