Turismo
Cádiz, inmune a la fiebre por el autocine que se extiende por la provincia
Dos empresarios estudian y descartan instalar uno en la capital pese a que hasta ocho municipios de la provincia los anuncian para este próximo verano
La insólita etapa de confinamiento y paralización vivida en los tres últimos meses parece haber creado muchos modos nuevos, muchos cambios . Sin embargo, si se observan con cierta pausa (ese tesoro temporalmente recobrado en el confinamiento) aparecen como novedades muchos usos y hábitos que ya existían. Ni el trabajo telemático, ni el uso masivo de las plataformas de vídeo en internet, el abuso de las nuevas tecnologías para mantener comunicaciones personales o la compra compulsiva por miedo son estrenos absolutos.
Esas tendencias ya existían, crecían de forma progresiva aunque, en algún caso, se han acelerado de tal forma que su velocidad supone un cambio, un impacto. En otros casos, relacionados con el ocio y la cultura, el encierro domiciliario ha permitido la resurrección de diversiones y artesanías clásicas , casi olvidadas, de la cocina a todo tipo de actividades manuales.
En el caso del cine, uno de los mayores cambios también es una vuelta atrás, a los años 50 en Estados Unidos . Habrá que ver si se trata de una moda, de un postureo que finge acomodarse a los tiempos, o es una tendencia que tiene recorrido más allá de este año 2020 de readaptación colectiva.
Se trata del autocine. Es una fórmula que tiene su origen en los años 20, casi con el nacimiento del cine comercial, en distintos países todo el continente americano pero que alcanzó su auge entre los años 40 y 60 en EE UU . De hecho, las referencias que tienen la mayoría de cinéfilos españoles, de cualquier edad, están asociadas a ver el autocine en películas (norteamericanas) y rara vez a ver películas en un autocine.
Sin embargo, la epidemia ha consagrado los beneficios de la distancia física como medio de prevención del Covid-19. El aire libre también parece un obstáculo para el coronavirus , así que el autocine, con pequeños grupos o parejas aisladas en su coche y a cielo abierto parece la mejor alternativa a las salas, que empiezan a abrir con muchas nuevas medidas, cautelas e incógnitas a partir de este mes de junio en toda España.
Vejer, Conil, El Puerto, Chiclana...
Antes que las salas tradicionales, un sorprendente número de localidades de la provincia ya habían anunciado que se montaban en la fiebre del autocine. Vejer , por ejemplo, ya programa una película cada sábado en el recinto ferial La Noria y no descarta ampliar días de programación si hay demanda. Por cierto, utiliza la emisora Radio Vejer FM para llevar el sonido de la película, con notable calidad, a los coches estacionados.
El Puerto de Santa María ha anunciado similar iniciativa a través de su concejala de Cultura, Lola Campos. «Es una alternativa de ocio que permite mantener las medidas sanitarias frente al Covid-19», detalla. La cartelera portuense hará un guiño a los clásicos del autocine, se ofrecerán por la noche y durante varias jornadas. Todavía no hay lugar concreto decidido pero la difusión del sonido también se hará a través de la radio municipal en FM.
Chiclana también usa para su autocine, gratuito, el recinto ferial. Las proyecciones son los viernes, con diez sesiones, con otras tantas películas distintas, previstas. El sonido, como en todos los casos, por radio municipal en FM. El Ayuntamiento coincide en que es una fórmula «completamente segura» y añade «algo novedoso a la programación de la temporada estival».
En el caso de Conil , el espacio elegido es la explanada del Mercadillo y los días de proyección, todos los sábados, «una película para toda la familia y una sesión en horario más tarde para jóvenes y adultos», explicado el consistorio.
Más allá de la Bahía de Cádiz o del litoral Atlántico, en plena labor de recuperación de la actividad turística y cultural, hay casos como el de Castellar de la Frontera . Ha sido el último municipio gaditano en anunciar que instalará un autocine de verano gratuito para que los asistentes puedan guardar el distanciamiento social y las medidas de seguridad e higiene recomendadas por las autoridades sanitarias.
Como la mayoría de los ejemplos en la provincia será gratuito, usará el recinto ferial como escenario y una radio municipal como banda sonora .
Llama la atención que la ciudad de Cádiz quede al margen de esta tendencia. Obviamente, tiene las mismas necesidades de compaginar medidas sanitarias preventivas y la reactivación de propuestas de ocio que el resto de localidades turísticas pero la propuesta no cuaja. El profesor de Ciencias Audiovisuales José Luis Martín Garrido afirma que el papel tradicional del autocine «lo cubrió siempre en España, incluso en Italia y todo el Norte del Mediterráneo» el cine de verano . El concepto de autocine está ligado al uso masivo del coche por parte de sectores muy jóvenes de población, que era habitual en Estados Unidos entre 1950 y 1970, pero no así en España, el Sur de Italia o Grecia.
El más prestigioso historiador del cine en Cádiz, Rafael Garófano, añade además que el autocine es un concepto «contra natura» en la capital gaditana . Asegura que es de difícil adaptación por cuestiones «urbanísticas, geográficas y sociales». Cuando el fenómeno del autocine se hizo masivo –en distintas zonas del continente americano, apenas en Europa– durante las décadas de los 50 y los 60, los extramuros mayoritariamente de la ciudad de Cádiz aún estaban por urbanizar y en el casco antiguo era impensable dar un espacio capacitado para una instalación de ese tipo. Como colofón, el porcentaje de jóvenes que disponían de automóvil era muy bajo comparado con otras zonas urbanas o litorales de Europa, Argentina, México o Estados Unidos.
El proyecto local que no llegó a nacer
Dos de los empresarios más conocidos en el sector del ocio en Cádiz, Raúl Cueto y Omar Osuna , llegaron a estudiar hace semanas un proyecto de autocine en la capital. El primero, responsable de un amplio grupo de varios de los restaurantes y chiringuitos más populares de Cádiz, y Osuna, organizador del ciclo No Sin Música y de los conciertos más multitudinarios de los últimos veranos, estudiaron distintas opciones de ubicación, dotación técnica, programación y fechas, según admite el segundo de ellos. Su colaboración en la instalación de food trucks (furgonetas habilitadas para preparar y servir comida) en distintos eventos les servía como precedente de trabajo conjunto. De hecho, este tipo de servicio de bebida y comida es un complemento habitual en los autocines tradicionales. Osuna afirma que finalmente se descartó la opción por diferentes cuestiones que la presentaban el proyecto como de difícil rentabilidad y éxito en Cádiz . La capital gaditana cuenta ahora con amplios solares sin uso, como los de Construcciones Aeronáuticas (junto a la barriada de Loreto), Navalips (junto a Zona Franca), muelles comerciales del recinto portuario o Puerto América donde la instalación será inicialmente factible, con distinto grado de conflictividad teórica con los vecinos del entorno por ruidos o concentración de vehículos.