Cádiz

Gabriel Delgado, el sacerdote que acercó las fronteras

Cerca siempre de la lucha obrera, los derechos humanos y haciendo una labor fundamental con los emigrantes, Cádiz llora la pérdida de un hombre bueno y que deja «un vacío enorme», tal y como recueda el obispo Rafael Zornoza

El Padre Gabriel Delgado en una rueda de prensa en Tierra de Todos LA VOZ

Rubén López

Estar cerca de los más desfavorecidos, ayudar a la gente que de verdad necesita un hombro en el que apoyarse, apoyar a los que se juegan la vida buscando un futuro mejor y a los que ya lo hicieron pero necesitan tener cerca a gente que les siga guiando en el camino.

Era la labor del Padre Gabriel Delgado Álvarez, fallecido en Cádiz a los 75 años , el ejemplo de un sacerdote que dedicó su vida a la migración. "Un referente a nivel no solo provincial, sino nacional por su enorme trabajo con la gente que llega a nuestro país y necesita ayuda", recuerda Jerónimo Vicente, su mano derecha en la Fundación Tierra de Todos , el centro que el Padre Gabriel dirigía desde 2010.

Gabriel Delgado era la primera persona que prácticamente recibía a un migrante que buscaba una nueva vida en Cádiz y su provincia, la puerta de entrada para muchas personas que huyen de su país y que se juegan la vida cruzando el Estrecho de Gibraltar. Pero la labor del Padre Gabriel iba más allá, pues no quedaba ahí, sino que esa persona que recibía tenía su cariño y atención para siempre.

" En la provincia de Cádiz somos puerta de entrada y por eso gente cómo el ha sido siempre fundamental , ha dedicado su vida a los que llegan y a los que ya están establecidos aquí", explica el propio Jerónimo Vicente.

Nacido en Cádiz, Gabriel Delgado realizó sus estudios en el Seminario de Cádiz y en la Facultad de Teología de Salamanca. Ordenado sacerdorte en 1975, su primera labor estuvo con los gaditanos y la gente obrera, ya que fue sacerdote en los Astilleros de Cádiz, siendo delegado diocesano de Pastoral Obrera. Siempre cerca de los currantes, como le decían a su paso. Delgado fue posteriomente presidente de la Asociación Cardijn y en el año 2001 su enorme labor y trabajo fue reconocido con la medalla de Andalucía.

Su día a día en Tierra de Todos y como secretario de Migraciones de la Diócesis de Cádiz y Ceuta era preocuparse por los migrantes, por todos y cada uno de ellos que llegaban o que ya, establecidos en la provincia, seguían necistando apoyo. Él mismo reconocía en una entrevista en la Cadena COPE la necesidad de ayudar a los demás y huir del capitalismo de una sociedad marcada por no mirar a los que más lo necesitan. "Hay que vivir con menos para que los no tienen nada puedan vivir . Lo económico se ha convertido en una especie de valor supremo", decía el Padre Gabriel, recordando que "el paro es una enorme lacra en la sociedad que sobre todo sufren los inmigrantes".

«Defendió los derechos de los migrantes», recuerda el obispo

Monseñor Rafael Zornoza, obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, ha reconocido el trabajo de Gabriel Delegado en "la defensa de los derechos de los emigrantes". Asimismo, ha destacado que "este sacerdote entregado por completo a los emigrantes ha luchado por ellos hasta el fin de su vida, siendo un referente en la pastoral diocesana y nacional por su entrega, dedicación y experiencia en el trabajo de acogida y promoción de los emigrantes y en la defensa de sus derechos".

"Deja para cuantos le queremos un vacío muy grande, compensado únicamente por la certeza de la vida eterna y la seguridad que nos da la esperanza en el Señor, a quien siempre quiso servir evangélicamente", ha añadido el obispo de Cádiz.

El Padre Gabriel con el Papa Francisco LA VOZ

El legado que deja el Padre Gabriel es el de acercar las fronteras. Sus hermanos de Tierra de Todos destacan cómo fue capaz de humanizar nuestra frontera sur con su ejemplo y con esos mensajes con los que trababa de agitar las conciencias de la sociedad.

El respeto por los derechos humanos era el gran sentir cristiano de Gabriel Delgado. " Un ejemplo en esa lucha, su compromiso, respeto y humanidad con los más vulnerables nos seguirá guiando ", ha recalcado las muyeres del Proyecto Oblatas Cádiz Mujer Gades.

Queda para siempre sus llamadas y el trabo afable y cercano. El de un gaditano que era en definitiva un hombre bueno, "una persona muy cerca y cuya comprensión era muy importante para los que de verdad necesitaban ese aliento" , concluye quien más lo conocía en Tierra de Todos, su amigo Jerónimo Vicente.

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