Hostelería en Cádiz
Cádiz, una ciudad sin vida nocturna
La capital afronta un nuevo verano sin recursos ni apoyos que le permitan recuperar el ambiente en sus calles por las noches
La noche gaditana está herida de muerte. Su decadencia es más que evidente. La imagen de sus calles vacías después de la medianoche así lo demuestran y la opinión de los hosteleros y empresarios refrendan uno de los grandes males de una ciudad turística como Cádiz .
Mientras la costa malagueña o almeriense presumen de su ambiente nocturno y otras localidades gaditanas como Chiclana o Conil se llevan a miles de jóvenes de la capital cada verano para llenar sus locales de ocio y sus calles, Cádiz llora y lamenta una situación que lejos de arreglarse, se agrava año tras año.
Muchos fueron los hosteleros gaditanos que brindaron con champán el 24 de mayo de 2015 cuando José María González ‘Kichi’ conseguía en las urnas el apoyo de los ciudadanos para gobernar la ciudad. Así lo reconocen muchos de ellos, que veían una puerta abierta para recuperar la vida nocturna de la ciudad. Controles menos restrictivos, una oferta más diversa y una aplicación más laxa de la normativa autonómica que regula los horarios, pensaban que llegaría de la mano de la política de Por Cádiz sí se puede.
Sin embargo, dos años después, estos mismos empresarios consideran que las expectativas no se han cumplido y han perdido la esperanza en esta deseada recuperación. «Vamos a peor y aún podemos empeorar más. Los controles siguen siendo exhaustivos a diferencia de otras localidades andaluzas que tienen la misma normativa andaluza pero sus dirigentes locales son más permisivos y, por ejemplo, la Ordenanza de terrazas que nos habían planteado también iba en esta dirección, así que así va a ser muy complicado recuperar la noche algún día», asegura Antonio de María , portavoz de los hosteleros (HORECA).
En este sentido, asegura que el declive comenzó con Teófila Martínez, con medidas más restrictivas, «que a día de hoy siguen aplicándose», confiesa De María. A este control de las autoridades locales se suma también el parón de la Junta de Andalucía al nuevo Decreto que debe regular los horarios y la normativa de los locales de ocio. Este documento, que permitiría ampliar en algo los privilegios de los hosteleros, lleva dos años en el cajón de la administración autonómica a la espera de su visto bueno. Mientras tanto, la norma que está vigente data del año 2002 y está completamente obsoleta, ya que no se ajusta ni a los nuevos hábitos de consumo de la ciudadanía ni a las necesidades de hoy en día.
Todas estas circunstancias han hecho que el hostelero haya perdido por completo la confianza en una mejora a corto plazo. «Es bastante difícil que la situación vaya a cambiar. Esta situación ya ha comenzado a tener consecuencias en otros sectores como el turismo. Desde hace varios años, los hoteles de la capital no consiguen llenarse en verano porque mucha gente ha dejado de venir a Cádiz por la falta de ambiente, lo que ha influido también en la pérdida de puestos de trabajo», apuntó el portavoz de los empresarios del secto r .
En esta misma línea se manifiestan varios empresarios de locales del Paseo Marítimo de Cádiz , que siguen sin querer dar su nombre, tal y como ocurría en el pasado. «Si no se dan permisos para hacer nada, si cada vez hay más trabas y la policía no para de controlar las terrazas es difícil recuperarse», asegura el propietario de uno de los locales situados en primera línea de playa. «Ves la programación de ciudades turísticas andaluzas y te quedas asustado. La fórmula es sencilla porque en Cádiz está más que demostrado que si se hace algo, la gente va y es un éxito. La cuestión es que se hace poca cosa», añade.
Críticas a los vecinos
Las mismas críticas a la oferta cultural de la ciudad, son vertidas por el empresario Cristóbal León , aunque en su caso difiere en la culpabilidad de los que han provocado esta situación. «No estoy de acuerdo en echar la culpa a los vecinos de la zona porque ellos no son los que tienen que tomar decisiones y arreglar esto. Si no se les plantea una oferta determinada es normal que digan que no porque no saben a lo que se enfrentan», aseguró el hostelero gaditano, que critica el pesimismo y el derrotismo que existe en el sector. «Es cierto que la noche está herida pero también hay que contar que otras ciudades que presumen de ambiente venden menos que nosotros. En mi caso, hemos subido la facturación en los últimos años, y este año también vamos en positivo», apostilla.
Sin embargo, reconoce las carencias de la vida nocturna en la capital gaditana. «El principal escollo es la normativa autonómica que regula los horarios y el nomenclator. La Junta está haciendo una clara dejación de funciones y nos está perjudicando. Y con ellos perdemos todos. Si el cliente sabe que a las dos de la mañana se tiene que levantar de una terraza, pues prefiere cenar en otra localidad y quedarse allí a tomar unas copas», aseguró. Asimismo, también defiende que la diferencia entre Cádiz y otras ciudades en la actualidad radica en la rigurosidad con las que los ayuntamientos aplican la normativa.
Además del cambio de mentalidad y discurso por parte de la propia hostelería y la aplicación de las normativas por parte de las administraciones, Cristóbal León también señala a la falta de una estrategia clara para poder mejorar el rendimiento. «Entre todos tenemos que definir objetivos, tipo de clientela y acciones a llevar a cabo, pero todos en la misma dirección y no cada uno por su lado, porque ese es también uno de los problemas que existe en el sector», explicó.
«Hasta que no arreglemos esto y dejemos de criticar para trabajar en vendernos mejor no vamos a conseguir salir de esta situación», concluyó.
Ver comentarios