Conmemoración

Cádiz celebra una Constitución sumida en la crisis de los 43

El juego de las apropiaciones cumple una nueva edición: el alcalde vuelve a ausentarse y el PP vuelve a acusar al Ayuntamiento de impedir que suene el himno nacional

Izado de la bandera, este mediodía, en la plaza de Sevilla ante una veintena de representantes institucionales. F. Jiménez

La Constitución tampoco se libra de la crisis de los 40. Concretamente, 43 que cumple este 6 de diciembre. Parte de los suyos le dicen que se dé algunos retoques para rejuvenecer. Otros la adoran incondicionalmente y no permiten que nadie le toque ni una cana. Es perfecta e infalible. Luego están los que desearían verla muerta porque tienen planes por su cuenta.Es decir, que a la ley de leyes aprobada en 1978 le afectan las cuatro décadas de vida casi como a cualquier ser humano, se desgasta y se debate entre hacer algún ajuste o resistir porque, total con estas alforjas hemos llegado hasta aquí, 43 años después. No serán tan malas .

La ciudad de Cádiz tributó este lunes festivo su habitual homenaje, su versión local, a ratos chirigotera, del cumpleaños. Como sucede desde hace varios años, se celebraron dos actos con una veintena de representantes públicos y algún espontáneo, separados apenas diez minutos, apenas 300 metros : ofrenda en el monumento situado en la plaza de la Constitución (el conocido como pájaro jaula) que tiene grabado el artículo 1 y el izado de la bandera en la plaza de Sevilla. Por cierto, la roja y gualda subió en sustitución de la verde y blanca de Andalucía, que el sábado fue 4 de diciembre y también había distintas leyendas patrióticas que recordar para otros.

El acto previsto en la plaza de la Constitución tuvo la curiosidad de durar la cuarta parte que su prólogo . Hasta diez concejales de PP, PSOE y Ciudadanos, así como los representantes de Autoridad Portuaria (Teófila Martínez), Armada y Policía Local tuvieron que esperar 15 minutos alineados, formados uno junto al otro como un equipo de fútbol para escuchar su himno (que no sonó). Así clavados hasta que llegó la única representante del Gobierno municipal. Ana Fernández apareció apurada, se disculpó, y ya se colocó la corona floral, en unos dos minutos de acto sin intervenciones ni música.

La ausencia del alcalde forma parte de la tradición, así que no sorprendió. El año pasado alegó baja paternal y este año ha acudido una concejal en representación suya . Por el PSOE sí estuvieron Mara Rodríguez, Óscar Torres y Natalia Álvarez. Por el PP acudieron Juancho Ortiz, José Manuel Cossi, José Carlos Teruel y Carmen Sánchez, así como las ediles de Ciudadanos, Lucrecia Valverde y María del Carmen Fidalgo.

De ahí, a dejarse llevar bajo el sol de otoño, en animada charla, Cuesta de las Calesas abajo para la segunda parte. Algo menos breve, igualmente ajena al resto de la población, turista en su mayoría, que pasa, mira, pregunta y sigue. Llamativo el largo diálogo entre los portavoces Mara Rodríguez (PSOE) y Juancho Ortiz (PP) . Hace apenas una semana, la primera provocó una sonada derrota política al segundo, al apoyar en el Pleno el cambio de nombre de 29 calles, plazas o vías y la limitación de la creación de nuevas viviendas turísticas en el casco antiguo de Cádiz. Divididos en la gestión, juntos en la conmemoración.

Una vez en la plaza de Sevilla, con la aparición de un señor que pone el himno de España con un pequeño megáfono, cada año, llega la comitiva institucional (las mismas 20 personas) y se colocan a los pies del mástil que subirá el banderón español, con los militares saludando marciales y el resto más o menos solemne. Es empezar el glorioso alzado, y aparece un fuerte, molesto, chirrido. El mecanismo de bajar y subir banderas, todas, debe de estar oxidado y mira que se le da uso en Cádiz, con tanto cambio de tela sagrada. «También es una tradición, cada año suena más fuerte», dice entre risas la representante del protocolo municipal.

Muy desagradable, de película de terror a todo volumen. Ese agudo sustituye a la rítmica e iletrada Marcha Real que, según Juancho Ortiz, no se interpreta porque el Ayuntamiento no quiere : «Un año más, este equipo de Gobierno nos impide escuchar el himno que es el de todos los gaditanos, el de todos los españoles». Tras esta denuncia, también anual, lanzó con apasionada vehemencia los gritos «Viva la Constitución», «Viva España» y «Viva el Rey», respondido por un tercio de los presentes. Un turista se le había adelantado dos minutos y, en pleno izado, en pleno chirrido, gritó «Viva España» desde la otra acera, no se sabe si con ánimo patriótico o como ejercicio humorístico.

Ortiz añadió para cerrar que se trata de un acto «para los que se sienten españoles» y reivindicó para su partido «el papel constitucionalista. La Constitución de 1978 no está en peligro, ni en riesgo, pero sí en entredicho por dirigentes como los del equipo de Gobierno de esta ciudad o el Gobierno de esta nación, que nos impide escuchar el himno un año tras otro, en un ninguneo a esa Constitución y a sus valores».

Mara Rodríguez, la portavoz socialista, se ha animado este año a decir unas palabras para recalcar su apoyo absoluto, ahora que a su partido se le achaca un intento de modificar la Constitución y una alianza permanente con independentistas vascos y catalanes que tienen, como proyecto político, derogarla o salir de su jurisdicción. Así que 'excusatio no petita': «Es un orgullo estar en este acto para rendir homenaje a una Constitución que es un símbolo de convivencia , una hora de ruta, que no sólo ha reportado prosperidad a los españoles, también es garantía de bienestar y de igualdad. Es un documento vivo en el que los socialistas gaditanos queremos seguir estando, con el que queremos seguir trabajando».

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